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Culiacán, Sin 📍 Lunes, 9 de septiembre del 2024 8:10 am
No sabía en qué momento la ciudad había vuelto a convertirse en un caos. Todavía recordaba la semana pasada, cuando todo era pura diversión. Había vivido un fin de semana increíble al lado de Iván, después de la fiesta que había tenido lugar. Su madre, aunque se dio cuenta de con quién estaba involucrada, terminó entendiendo y aceptando que, al fin y al cabo, era su decisión. Pero en el presente, todo había cambiado drásticamente. Ahora, estaba huyendo, en medio de un conflicto que había estallado de repente, mientras trataba de procesar cómo su vida había tomado este giro inesperado.
Los hombres de Iván habían entrado a su casa, informándole rápidamente que él quería ponerla a salvo en otro lugar, lejos de Culiacán, ya que las cosas se pondrían feas. No había tiempo que perder. Aún con la confusión latente, Kenia obedeció sin decir mucho, sabiendo que Iván solo estaba buscando protegerla. Cuando salió de la casa, se sorprendió al ver la cantidad de camionetas que la escoltaban. La seguridad era excesiva, pero en ese momento comprendió que la situación debía ser más peligrosa de lo que imaginaba. A cada segundo, se sentía más lejos del caos, pero también más cerca de la incertidumbre.
Kenia solo escuchaba cómo los hombres de Iván hablaban por los radios con voces agitadas, dando informes constantes. Miró su atuendo: llevaba puesta una pijama, sin haber tenido tiempo de cambiarse. El caos de la situación la había tomado por sorpresa, y lo que más le impresionó fue la cantidad de armas que los escoltas portaban. Iván siempre había sido firme en prohibir que alguien armado se acercara a ella, pero ahora todo era diferente. Estaban priorizando su seguridad, y eso la hizo comprender aún más el peligro en el que se encontraban. Iván haría todo lo necesario para mantenerla a salvo, sin importar los medios.
Kenia observaba la carretera con destino a "La Tuna", según le habían informado los escoltas. Todo era confuso y el ambiente tenso la mantenía en alerta. No pudo evitar preguntar por Iván, su preocupación era evidente, pero los hombres de seguridad le aseguraron que estaba bien. Sin embargo, le explicaron que no podía hablar con él en ese momento, ya que la situación era demasiado peligrosa. A pesar de la calma aparente en su exterior, por dentro sentía una mezcla de temor e incertidumbre. Sabía que Iván haría lo necesario por protegerla, pero no dejaba de pensar en lo que podría estar ocurriendo.
