veintidos.

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Culiacán, Sinaloa 📍Lunes, 23 de septiembre del 202411:25 am

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Culiacán, Sinaloa 📍
Lunes, 23 de septiembre del 2024
11:25 am

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Kenia no podía estar más feliz; por fin estaba comprometida. La noticia ya había llegado a sus padres y hermanos, quienes la habían recibido con alegría. El hermano de Iván, Ovidio, al principio no estaba convencido de que su hermano se involucrara en una relación tan seria. Sin embargo, al conocer a Kenia, rápidamente se dio cuenta de que era la persona perfecta para Iván.

Después de pasar todo el fin de semana en el rancho, disfrutando de la paz que ofrecía el lugar y de la compañía de su futuro esposo, Kenia decidió que era hora de regresar a la ciudad. Quería ver a sus padres, compartirles la buena nueva y sentir su apoyo en esta nueva etapa de su vida.

Mientras conducía, su mente iba llena de planes y sueños. Pensaba en la boda, en cómo sería su vida junto a Iván y en la manera en que su familia lo aceptaría por completo. Pero también había un ligero nudo en su estómago, recordando que su felicidad siempre estaba acompañada por la incertidumbre de su mundo. Aun así, esa mañana, todo parecía posible.

Antes de llegar a la ciudad, Kenia sintió un escalofrío al ver que varias camionetas de policía se posicionaban frente a su jeep. El corazón le latía con fuerza; gracias a Dios no llevaba a nadie de Iván con ella. Un policía se bajó de la patrulla y se acercó, su mirada se volvió reconocible.

—Señorita, nos debe de acompañar  —dijo el joven, hablando por el radio.

Kenia sintió que el miedo la invadía. Deseaba que uno de los hombres de Iván la viera y le avisara. Mientras subía a la patrulla, observó cómo el otro policía se llevaba su jeep.

La patrulla arrancó y el silencio se volvió abrumador. Miró por la ventana, sintiendo que el peligro estaba más cerca de lo que pensaba. Sabía que el mundo de Iván siempre estaba presente, y esa vez, la incertidumbre era palpable. ¿Qué querían de ella? ¿Qué estaba pasando? La ansiedad crecía mientras el policía al volante la miraba de reojo, como si esperara que dijera algo. Kenia trató de mantener la calma, pero su mente no podía evitar imaginar lo peor.

𝐎𝐁𝐒𝐄𝐒𝐈𝐎́𝐍 ━ Ivan Archivaldo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora