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Culiacán, Sin📍 Domingo, 15 de septiembre del 2024 10:34 am
Kenia se sentía más nerviosa que nunca. Lo que antes parecían ser balaceras esporádicas ahora se habían convertido en algo mucho más fuerte y constante: detonaciones por todas partes. El estruendo de los enfrentamientos entre el ejército y los cárteles resonaba en cada esquina de Culiacán, como si la ciudad estuviera en una guerra sin final. Era imposible ignorar la gravedad de la situación.
—Esto ya no es como antes —pensó, su mirada fija en la ventana mientras intentaba calmar su respiración. El sonido de los helicópteros sobrevolando la ciudad la mantenía en alerta constante. No podía relajarse ni un segundo.
Ana, que estaba en la cocina preparando algo ligero para la cena, se dio cuenta de la tensión en el rostro de Kenia.
—Ey, ¿estás bien? —preguntó, acercándose con una expresión preocupada.
—No sé, Ana. Todo esto es demasiado. Ya no son solo balazos, ahora son bombas, explosiones... es como si el mundo estuviera derrumbándose a nuestro alrededor. —Kenia miró a su cuñada con los ojos llenos de incertidumbre.
Ana suspiró, entendiendo perfectamente el miedo que sentía. Las cosas estaban más feas que nunca en Culiacán, y aunque trataban de seguir adelante como si nada, la realidad era abrumadora.
—Lo sé, morra. A veces me pregunto cuánto más va a durar esto. Pero, mira, estamos aquí juntas. No estás sola en esto. Y si Iván no está aquí en este momento, es porque está haciendo lo que tiene que hacer para protegernos.
Kenia asintió, aunque las palabras de Ana no lograban aliviar del todo su ansiedad. Extrañaba a Iván. Sabía que él estaba haciendo todo lo posible por mantenerla a salvo, pero la distancia y el peligro constante la hacían sentir vulnerable.
—No sé si pueda seguir así, Ana. Fue un error haberme alejado de Ivan.
Ana se quedó callada por un momento, intentando encontrar las palabras adecuadas.
—Mira, entiendo que todo esto es demasiado, pero no podemos dejarnos vencer por el miedo. Iván y Kevin están haciendo todo lo posible por controlar la situación. Nosotras solo tenemos que mantenernos fuertes.
