𝐄𝐍 𝐔𝐍 mundo dividido por la lucha entre el bien y el mal, el héroe numero dos de Japón recibe una misión insólita: infiltrarse en la base de los villanos y seducir a la villana más vulnerable para extraer información crucial. Con una estrategia...
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- XXIX -
Hawks la observaba en silencio, su mirada recorriendo cada detalle del rostro de Negai mientras ella dormía profundamente en uno de los sillones de una sala común, con su respiración lenta y tranquila. En ese momento, él se permitió un segundo de vulnerabilidad, un instante en el que podía admitir algo que nunca se atrevería a decir en voz alta. "Ojalá pudiera amarte como tú me amas a mí" pensó, sintiendo una extraña mezcla de melancolía y culpa.
Negai, incluso en su estado de inconsciencia, parecía tan pacífica, tan libre de las cadenas emocionales que él sentía pesadas sobre sus hombros. Su amor era genuino, sin reservas, algo que él, en su posición como espía y traidor en medio de la Liga, no podía permitirse. La sinceridad de sus sentimientos le asfixiaba. A menudo se preguntaba si merecía estar en su vida, si merecía ser el objeto de su afecto, cuando todo lo que había hecho hasta ese punto era traicionarla.
─Negai...─ murmuró en voz baja, sin poder apartar la vista de ella. Sabía que ella lo amaba de una forma tan pura que dolía. Y eso solo hacía que su propia lucha interna fuera más dura. ─Eres tan increíble... Y yo... yo soy un mentiroso.
Sabía que no podía decirle la verdad, no podía arruinar esa confianza, aunque sentía que cada día que pasaba con ella, se enterraba más en su propia red de mentiras. Había sido enviado para seducirla, para ganarse su confianza y así obtener información de la Liga, y ahora, después de todo este tiempo, después de haberla conocido tan profundamente, deseaba poder borrar todo eso y empezar de cero.
Pero no era tan fácil.
Negai se movió un poco, sus labios murmurando algo inaudible, lo cual hizo que Hawks sonriera levemente. Cada pequeña expresión suya le parecía hermosa, pero a la vez, le recordaba cuán inalcanzable era el tipo de relación que ella soñaba tener con él. Se levantó del sofá con cuidado, asegurándose de no despertarla.
Mientras la observaba desde la distancia, sentía el peso de sus propias decisiones, de lo que inevitablemente tendría que hacer en algún momento. "Es mejor así" se dijo a sí mismo, tratando de convencerse. Si se alejaba ahora, tal vez podría protegerla de la verdad. Pero, ¿realmente podría alejarse? ¿Podría mantenerse al margen sin volver a buscarla, a desear su cercanía, su sonrisa, su risa? Hawks suspiró, pasando una mano por su cabello, despeinándolo con frustración. "Lo mejor para ti es que no te enamores más de mí... porque no puedo ser quien necesitas."
Con esa última reflexión, Hawks caminó hacia la puerta de la sala, decidido a salir de la habitación, a dejar que el sueño de Negai fuera el único lugar donde ambos pudieran estar juntos por siempre, al menos sin el peso de las mentiras que él cargaba.
Pero se detuvo justo antes de abrir la puerta, su mano aferrándose al pomo. El aire en la habitación parecía más denso de lo que recordaba, y una sensación de opresión le envolvía el pecho. Sabía perfectamente que ya era demasiado tarde. Negai lo amaba, y ese amor lo había atrapado a él también. Lo que había empezado como una misión estratégica, una simple táctica para obtener información, se había transformado en una red de emociones complicadas, mucho más intrincada de lo que jamás había previsto.
