Capitulo 6

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Theo tomó mi mano y me giró para que me fuera de nuevo a la sala. Le guiñé un ojo y empecé con la acción.

Trátalo cómo un amigo, no como un perro, recordé las palabras de mi madre cuando me enseñó como ligar con chicos.

- ¡Ah! ¡Carajo! - Gruñí.

- ¿Estás bien? - Sentí las manos de Theo tocar mi espalda baja, acariciándola e intentando ayudarme.- ¿Que te ha pasado?

- Ah, nada. No te preocupes, pero gracias por ayudarme - Me solté de su agarre. Solté un grito cuando recargué él pie en el piso. Todo parte de mi plan.

- Parece que no es nada bueno - Arrugó la nariz.

- No te preocupes, estoy bien - Le aseguré.

- Déjame llevarte al médico, puede ser algo serio.

- No es necesario, de verdad - Toqué su hombro y le guiñé un ojo. Se lo había creído todo.- ¿A quién agradezco? - Le pregunté con voz tentadora.

- Theo James.

- Muchas gracias, Theo. Solo... Quiero pedirte un favor más ¿Me llevarías a mi recámara? No creo poder subir esa cantidad de escalones sola.

Ladeó la cabeza y sonrió.

- Por supuesto.

Puse mi brazo alrededor de su cuello. Me levantó entre sus brazos y me apretó fuerte contra su pecho. Caminó conmigo entre sus brazos hasta subir las escaleras. Me bajó cuando la puerta de la recámara se interpuso en el camino.

- Sana y salva...

- ____ Masen - Le sonreí y toqué "sin querer" su pecho bajando hasta su abdomen.

- Ahm - Bajó la mirada a mi mano, que estaba justo por debajo de la hebilla de su cinturón. - Me dio... Mucho gusto, conocerte. - Dijo un poco entrecortado. Bajé más la mano, justo encima de ese precioso bulto.

Suspiró.

- ¿Estaría mal besarte? - Le pregunté.

Alzó la mirada y besó mis labios apasionadamente. Seguí el beso y empecé a acariciar su miembro. Sus manos fueron directo a mis pechos. Las aparté y me alejé del él.

- ¡Hey! ¿Qué pasa? - Reclamó.

- Enséñame a seducir aún mejor.- Le pedí. Hice un puchero con mis labios y sonreí.

- ¿Me vas a dejar con las ganas?

- Enséñame y te hago hacer conmigo lo que desees la próxima clase.

- ¿Lo que desee?

- Así es - Asentí. Me di vuelta y paré el trasero. Bajé las escaleras esperando que me siguiera.

Sentí su agarre por detrás. pegando sus muslos contra mi trasero. Solté un suspiro y forcejeé para zafarme de sus brazos. Puso su mano alrededor de mi cintura y deslizó dentro de mi pantalón hasta llegar a mi parte femenina. Corrió mi braga a un lado y empezó a acariciar mi clítoris. Sentí como mi feminidad se calentaba y se mojaba. Besó mi mejilla y mi cuello al mismo tiempo que su dedo medio empezó a entrar.

- Oh, Theo... - Gemí.

Theo jadeó y empezó a balbucear en mi oído. Tomé una bocanada de aire e intenté con todas mis fuerzas no gritar.

- Estás muy mojada, preciosa - Gruñó entre dientes.

Sacó su mano y lamió sus dedos.

- Me has dejado con las ganas - Dije entrecortada, casi jadeando.

- Me has hecho lo mismo, dulzura. Eso no se lo puedes hacer a Theo James - Tocó mi mentón y sonrió. Plantó un beso en la comisura de mis labios y bajó las escaleras.- Te voy a enseñar a seducir a un hombre de manera vulgar, sutil y refinada.

- Bien, enséñame.

- Primer paso, vístete atrevida, pero nunca de una manera vulgar. Ponte un vestido que llegué una pulgada debajo del medio muslo. Eso hará que los hombres, en el momento de tener contacto físico, quieran subir esa faldita y empezar a tocarte. Nos gusta mucho que las mujeres dejen ver solo algunas partes de su cuerpo, nos gusta descubrir. Nunca te pongas un vestido que tenga tres escotes; el de la espalda el del pecho y el del abdomen. Eso es escandaloso. No eres una puta, eres una provocadora. Busca algo que te quede ajustado en el trasero y de las piernas, que es la parte favorita de todo hombre, aparte del busto y los labios.

- Tendré que anotarlo.

- No te preocupes, con la práctica no necesitarás recordarlo, solo saberlo.

- ¿Segundo paso?

- No seas la primera en buscarlo. Así como hiciste el "Accidente" Haz que él vaya a ti. Si estás fuera del colegio, chupa una paleta, muéstrale tus labios son sensibles y sus movimientos harán que los lleves al éxtasis. Que tenga la necesidad de ir a ti ¿Me explico?

Asentí. Escuché cada una de las palabras que Theo decía. Veía como movía sus labios, esos bonitos labios.

- Tercer paso, contacto físico. Tócalo cómo lo hiciste conmigo, pero jamás empieces a acariciar su amiguito muy deprisa, hazlo con delicadeza. No nos gusta que nos presionen. Siéntete deseada y hazte desear. Eso hace del sexo un arte.

Un arte. Y definitivamente comenzaba a serlo. Theo empezaba a enseñarme tácticas para atraer. Me siento toda una profesional y eso que hace solo unas horas.

Sex Instructor. [CANCELADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora