En la tarde mis amigas fueron a visitarme al hospital, aún extrañadas que un miércoles su profesor de Literatura estuviera cuidándome. Me abrazaron y lloraron en cuanto les dije que habían querido violarme, aunque en teoría me violaron, pero como Ashton me había dicho, no había sido tan fuerte como le ha pasado a miles de chicas alrededor del mundo.
– ¿Y Theo? – susurró Anna quien sabía lo que había pasado.
Negué con la cabeza. Anna me acarició la mano al igual que Ally.
– Todo estará bien... lo resolveremos, juntas – un vuelvo en el estómago me hizo estremecerme.
Theo había dicho lo mismo.
– ¡Chicas, es hora de la ducha de ______! – anunció Ruby entrando a la habitación con dos chicas a su lado. Las dos eran hermosas.
– Bueno, nos vemos ______ – se despidieron de mí.
Anna, Ally y Julieta me dieron un abrazo y besaron mi mejilla antes de irse. Cuando la habitación estuvo algo vacía Ruby empezó a ayudarme a levantarme de la camilla para llevarme al baño. Cuando quedé de pie me sentí débil. Ashton se dio cuenta así que fue a mi lado y me tomó por la cintura mientras ponía uno de mis brazos alrededor de su cuello. Le hizo un gesto a Ruby para que me soltara y él pudiera llevarme.
Cuando estuvimos en el baño, Ruby empezó a desconectarme del suero y todos los medicamentos que se conectaban a mí. Ashton le pidió a Ruby que nos dejara a solas así que Ruby fue por más jabón y champú.
– Tengo que ir a revisar algunos exámenes de la escuela y dar las últimas calificaciones para cerrar el curso. Mañana es el último día y no queremos que nadie se entere de lo nuestro más que Anna, Ally y la otra chica que vino.
Asentí. Tenía toda la razón, si alguien se daba cuenta de lo que estábamos haciendo, podían quitarle el trabajo.
– Bueno, si necesitas algo, solo llámame. Estaré por aquí en la noche.
– Ya. Te veo luego entonces – me despedí.
– Nos vemos luego entonces.
...
Cuando salí de la ducha le pedí a Ashton por mensaje que entrara a mi casa por la ventana de la cocina y me trajera un pants. Él accedió gentilmente. Ruby me prometió que cuando Ashton llegara con mi ropa, me dejaría ponérmela y quitarme la horrible bata blanca con estampados extraños de mi cuerpo.
Pasé la gran parte del tiempo recostada y viendo programas de televisión porque no sabía que hacer... Y en ese momento me imaginé a Theo, sentado a un lado de mí, abandonando su trabajo por mí, para cuidarme mientras me besaba en los labios y me acariciaba la parte desnuda de mis piernas y me susurraba cosas perfectas al oído. Me lo imaginé como cuando lo vi en la playa: con sus lentes de sol y su cabello dorado revuelto por el viento mientras la luz del sol le daba un matiz perfecto al color de su piel; sus ojos miel viéndome con tanto amor que solo eso existía.
Una lágrima se derramó por mi mejilla. La retiré de mi rostro pensando en lo equivocada que había estado al hacer que Theo se fuera sin darme ninguna explicación...
Viernes.
El día de mi graduación había llegado, Joselyn se apareció en la habitación junto con mis padres para darme de alta y quitarme todas las bolsas de plástico conectadas a mí. Tomé una ducha y me puse unos jeans y una camiseta color turquesa que me daba hasta el ombligo y encima un suetercito blanco largo. Mi mamá me cepilló el cabello y lo acomodó en una hermosa trenza. Me besó la cabeza y me ayudó a salir del baño para encontrarnos con mi padre y Joselyn.