La caverna era enorme, un vasto espacio subterráneo iluminado por una luz azul suave que emanaba del "Corazón de Fontaine". Este cristal flotante brillaba en medio de la fuente, susurrando con un sonido que recordaba al fluir de un arroyo. El aire estaba cargado de energía, y cada paso que Furina y Arlecchino daban hacia el artefacto hacía que la atmósfera se volviera más densa, casi palpable.
Furina sintió una corriente de emoción y temor mientras observaba el "Corazón de Fontaine". Era hermoso, radiante, pero también intimidante, como una joya de cristal viva que latía con un poder que no podía comprender del todo.
-Aquí estamos, -murmuró Arlecchino, sus ojos fijos en el cristal-. ¿Este es el artefacto que salvará o destruirá Fontaine?
Furina asintió lentamente. -Sí. Pero si no lo utilizamos correctamente, podría hacer ambas cosas.
Mientras ambas mujeres se acercaban, el "Corazón de Fontaine" pareció reaccionar a su presencia, brillando con mayor intensidad. A medida que se acercaban, una voz profunda y resonante llenó la caverna, como si el propio "Corazón" les hablara.
-Aquellos que buscan el poder del agua eterna, deben demostrar su valía y su intención verdadera, -dijo la voz, reverberando a través de las paredes-. ¿Por qué buscan mi poder? ¿Para proteger o para dominar?
Furina y Arlecchino intercambiaron miradas. El "Corazón" parecía consciente, casi como si pudiera leer sus pensamientos más íntimos.
-¿Por qué has venido aquí, Furina? -preguntó la voz, su tono profundo y resonante-. ¿Qué es lo que realmente deseas?
Furina sintió un nudo en el estómago. No podía mentir a un poder tan antiguo, pero tampoco estaba segura de su respuesta. -He venido a proteger a mi ciudad, a Fontaine, -dijo con franqueza-. Pero también... he venido para comprender mi propio papel en su destino. No quiero ver a mi hogar destruido, pero sé que no puedo hacerlo sola.
El "Corazón" pareció considerar sus palabras, su luz parpadeando ligeramente. -Una respuesta sincera, pero incompleta, -dijo la voz, antes de girar su atención a Arlecchino-. ¿Y tú, Arlecchino, Heraldo de los Fatui? ¿Por qué has venido?
Arlecchino miró fijamente al cristal, su expresión endurecida. -Vine por poder, por control. Pero ahora... -Hizo una pausa, sus ojos se suavizaron ligeramente al mirar a Furina-. Ahora, también quiero proteger lo que es importante. Proteger lo que podría ser.
El "Corazón" permaneció en silencio por un momento, como si estuviera evaluando ambas respuestas. -Deben probar su valía, no solo con palabras, sino con acciones. Un juicio les espera.
De repente, el agua de la fuente comenzó a agitarse, formando un remolino que rodeó a Furina y Arlecchino, separándolas del resto de la caverna. Ambas se encontraron de pie en una plataforma circular, rodeada por una barrera de agua que parecía viva, pulsante.
-Este es el Juicio del Agua Eterna, -declaró la voz-. Deben enfrentarse a los miedos y deseos más profundos de sus corazones. Solo entonces se les concederá el derecho de usar mi poder.
Furina y Arlecchino intercambiaron miradas. No sabían exactamente qué implicaba el juicio, pero entendían que era inevitable.
-Estoy lista, -dijo Furina con determinación-. Si esto es lo que se necesita para salvar a Fontaine, lo enfrentaré.
Arlecchino sonrió levemente, su tono desafiante. -Nunca he retrocedido ante un desafío. No empezaré ahora.
[...]
El remolino de agua se intensificó, y de su interior emergieron figuras hechas de agua, reflejos de Furina y Arlecchino, pero distorsionadas. Las figuras comenzaron a hablar, sus voces mezcladas con el sonido del agua.
-¿Estás segura de tu propósito, Furina? -preguntó la figura acuática de Furina-. ¿O solo buscas validación para tus propias inseguridades?
Furina retrocedió un paso, sorprendida. La figura acuática tenía su rostro, su voz, pero sus ojos eran diferentes, más oscuros, llenos de dudas. -No... -murmuró-. Yo sé lo que quiero. Sé lo que debo hacer.
La figura se rió suavemente. -¿Estás segura? ¿O solo buscas la gloria de ser la salvadora de Fontaine?
Furina sintió un golpe de dolor en el pecho. Sabía que había una verdad en esas palabras, una verdad que no quería admitir. Siempre había querido ser vista como una líder fuerte, una protectora, pero ¿era eso suficiente para justificar su búsqueda del "Corazón de Fontaine"?
-No, -dijo, más firme esta vez-. No es solo eso. Quiero salvar a mi ciudad, sí, pero también quiero entender mi lugar en este mundo. Y lo haré, sin importar el costo.
La figura de agua se desvaneció lentamente, como si estuviera satisfecha con su respuesta. Pero aún podía sentir el juicio de la voz resonando en su mente.
Mientras tanto, Arlecchino enfrentaba su propio reflejo, una versión de sí misma que parecía más oscura, más fría.
-¿Por qué te molestas en jugar a la heroína, Arlecchino? -preguntó su reflejo, con una sonrisa burlona-. Sabes que no eres más que una sombra, una herramienta de los Fatui.
Arlecchino frunció el ceño, apretando los dientes. -No soy una herramienta, -respondió con un tono mordaz-. He hecho lo que he tenido que hacer para sobrevivir, para ganar. Pero eso no significa que no pueda cambiar.
Su reflejo se rió, un sonido hueco y sin alegría. -¿Cambiar? ¿Para qué? ¿Para quién? ¿Para una ciudad que te desprecia? ¿Para una causa que no entiendes?
Arlecchino sintió un nudo en el estómago, pero no se dejó intimidar. -No espero ser amada, ni entendida. Pero si puedo luchar por algo más que mi propio interés, lo haré. Porque he visto algo en esta ciudad, algo en ella... algo en Furina, -añadió con un tono más suave-. Algo que vale la pena proteger.
El reflejo la miró fijamente durante unos segundos antes de desvanecerse en una lluvia de gotas de agua que se fundieron con el remolino.
[...]
La barrera de agua que las rodeaba se calmó, y la voz del "Corazón de Fontaine" resonó de nuevo. -Han hablado desde sus corazones, han revelado sus dudas y sus deseos. Pero aún hay más por demostrar. El verdadero juicio aún no ha terminado.
Furina y Arlecchino se miraron, conscientes de que había más desafíos por delante. Pero algo había cambiado entre ellas. Habían visto un atisbo de las verdades ocultas en sus corazones, y eso había creado una conexión que ninguna de las dos esperaba.
-Sigamos adelante, -dijo Furina, con una sonrisa decidida-. Todavía no hemos terminado.
Arlecchino asintió, su mirada firme pero con una chispa de humor. -Juntas, entonces. Pero no te confundas, Furina. Todavía somos rivales.
Furina sonrió. -¿Rivales? Tal vez... o quizás, algo más.
Mientras avanzaban hacia el centro de la caverna, hacia el "Corazón de Fontaine", ambas sabían que estaban a punto de descubrir algo que cambiaría sus destinos para siempre. Pero, por primera vez, no estaban solas en su lucha.
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¡Hola! Soy la autora de nuevo uwu
Solo vine a dejarles una fotito de mis muslos y patas en medias~ uwuNo se preocupen, soy mayor de edad hace rato jajaja
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Sombras y aguas profundas | Arlefuri
FanfictionEn Fontaine, bajo la fachada de justicia y orden, se ocultan secretos que podrían cambiar el destino de toda la nación. Furina, la figura pública de la Arconte Hydro, guarda un secreto que podría desmoronar todo lo que conoce. Mientras Focalors, la...