I Need You |Yoonmin|

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Los días parecieran rápidos, pero de vez en cuando, eternos. Su estadía en el nuevo lugar donde estaba comenzando ser su nueva vida no era el mejor, nadie desearía estar en un lugar como ese, aún así, él comprendía el por qué estaba ahí, en especial cuando él mismo lo planeó. Su caso había sido bastante rápido, ya que al haber querido entregarse por voluntad propia y por no tener miedo de confesar su delito, todo fue mucho más veloz. No quiso un abogado ni nadie que lo defendiera, no tenía la necesidad de mentir u ocultar algo, así que su ayuda fue agradecida por el juez y todo el que necesitaba información para archivar su caso. Había sido sorprendente, pero a la vez muy tranquilo. Jamás habían conocido a un culpable que fuera cooperativo y aceptando toda la culpa. Todos los reclusos tenían la misma curiosidad, y hasta cierto punto, preferían mantener distancia debido a su extraña calma y su rara manera de adaptarse al lugar sin hacer problemas. Muchos estaban curiosos por descubrir información del joven muchacho, ese era un detalle que asombraba a algunos, ya que una parte de ellos creían que era un estúpido niño caprichoso, y otros creían que había sido por un motivo razonable y que quizás era un muchacho con mucho sufrimiento en su alma.

Wooseok estaba tranquilo, tampoco quería parecer nervioso aún cuando lo estaba, pero sabía que mostraste como alguien débil sería peor para él, cualquier persona con un poco de razonamiento entendería que personas débiles y asustadizas eran presa fácil para los criminales dentro de la prisión. Wooseok tenía miedo, sí, pero seguiría mostrándose firme e intentando adaptarse de la mejor manera posible. Todo llevaba el curso que correspondía, y su mente solo pensaba en lo último que había conversado con Jimin, eso le había dejado tranquilidad en su mente, sin embargo, ese dolor que llevaba en sus hombros jamás se iría porque sabía todo el daño que le había hecho a Jimin y eso nadie lo borraría, pero al menos pudo abrirse a la ultima persona que vería antes de empezar esta nueva vida.

— Si se te escapara la comida, creo que no te darías cuenta. — le dice una voz con una pequeña pizca de gracia, y luego un par de movimientos se escucharon en frente de él y una bandeja de comida se posicionaba también en su mesa solitaria. — Come, no creo que quieras desperdiciarla. Puedes arrepentirte de hacerlo, no hay comida extra. — Wooseok miro hacia el frente observando a un chico que lucía de su misma edad. Sus ojos eran de un tono verdoso y su cabello estaba de un color rubio un tanto desteñido, aún así se veía lindo y no de una manera desastrosa o descuidada, era todo lo contrario. Sus facciones eran preciosas, esos rasgos eran novedosos para ser alguien coreano. — Eres demasiado callado, así te aburrirás. Dudo que quieras todos los meses y años que te quedan así. — le sigue hablando intentando sacarle algún tipo de conversación, y a la vez, dándole un par de inofensivos consejos para su estadía. — Soy Zhang Hao, pero puedes decirme Hao. — se presenta estirándole su mano para que Wooseok la aceptará. El castaño lo miro un poco extrañado, aún así entrelazó sus manos para estrecharlas como presentación.

— Soy Kang Wooseok. ¿Eres chino? — pregunta con cierto cuidado al no querer ser irrespetuoso, pero el chico asiente con simpleza y una pequeña sonrisa. Wooseok comprendió. Su nombre era muy novedoso y sonaba muy diferente a los nombres coreanos.

— Así es. Sé que es extraño, pero estuve mis primeros meses de vida en China y luego mis padres se mudaron a Corea por el trabajo de mi padre. Era más cómodo mudarse que dejar que papá se fuera por demasiado tiempo. — explica rápidamente. — Así que muchos creen que soy coreano, pero mi nombre dice lo contrario, ahí es donde se hace la notable diferencia. — Wooseok asiente comprendiendo y comenzando a comer su comida con lentitud para no perderla y luego quedar sin comida hasta muy tarde. — ¿Qué fue lo que hiciste? Te ves distraído todo el tiempo, o como si estuvieras deprimido. Solitario.

— Lo dices como si me hubieras estado viendo por mucho tiempo. — le comenta Wooseok con una pequeña risa sin mala intención y Hao se sonrojó un poco por haber sido obvio en sus acciones, pero Wooseok se notaba amable, así que no sintió incomodidad, pero si avergonzado.