I Need You |Yoonmin|

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La inquietud lo atormentaba en cada movimiento que daba. Este tiempo sin él lo había hecho sentirse solo, y pudo descubrir que realmente lo amaba y quería ser parte de su vida. ¿Las promesas serán eternas? ¿Serán verdaderas? Él no lo creía, pero quería hacerlo con toda su alma.

— ¿Estás listo para irte, Kang? — dice Kino afirmándose de la reja de la celda. Le mostraba una clara sonrisa a su amigo que al fin había cumplido su condena con gran éxito y buen comportamiento, aún así, por dentro estaba destrozado. Su amigo saldría y él aún seguiría en prisión. El problema no era envidiar su libertad, sino extrañar la presencia de un verdadero amigo creado en prisión.

— Aún quedan dos horas para irme. ¿Quieres que me largue tan rápido? — Wooseok llevo su mirada a Kino, y hubo un silencio. Kino fue el primero en reacción y fue a abrazar con fuerza al castaño. Un abrazo sincero. — No pensé que serías tan sentimental.

— Eso significa que no me conociste bien en estos cuatro años. — Wooseok ríe aún sin separar el abrazo. — Es un poco difícil dejar ir a mi hermano. — el corazón de Wooseok lateo con fuerza. A pesar de haber estado en el mismo lugar por un largo tiempo, se había impresionado las buenas experiencias que se había llevado. Un par de problemas quizás, pero siempre con Kino siendo su consciencia y un verdadero amigo. Se habían transformado en hermanos.

— Te prometo que vendré a verte, y luego te esperaré afuera. — le anima con gran entusiasmo.

— Aún me quedan dos años, no me emociones de mas. — ambos ríen para dejar que el momento fuera triste. — Debes estar más que emocionado por salir. — vio una mueca por parte del castaño.

— Realmente no tengo nada, no sé que esperar estando afuera. — Kino lo observó con incredulidad. — ¿Qué?

— Sabes a lo que me refiero. — Wooseok negó sin querer aceptar lo que Kino iba a decir. — ¿No crees que Hao este afuera esperando por ti?

— Kino... — se sentó en su cama para poder tener un soporte. Había pensado mucho sobre eso. — Hao se fue hace un año, no creo que estuviera todo este tiempo esperando por mi teniendo todo un mundo para él. Quizás volvió a China con sus padres y conoció a alguien mejor que yo. — se señaló despectivamente.

— Sé que fue un poco difícil, pero él de verdad demostró el amor que tiene por ti. — luego de la gran confesión por parte de Wooseok, Hao intentó superar su miedo nuevamente, ya que era totalmente contradictorio al sentir tanto por Wooseok y sentirse a salvo con él, pero había cometido un grave error y eso lo seguiría por siempre. Ante Hao, Wooseok era alguien completamente nuevo, y decidió que lo que haya sucedido en el pasado, ya no debía importarle, si reconocía sus errores y estaba arrepentido, le bastaría con ello, aunque no fuera una opinión muy popular. Era complejo imaginar a Wooseok siendo tan cruel y violento, porque él con Hao era dulce y caballeroso. ¿Qué tipo de magia había ocurrido? — Y si me pongo en su posición, él dio mucho de sí mismo para superar esa gran barrera entre ustedes. — Wooseok asintió con un repentino dolor de cabeza. — Sé que sigue siendo difícil, pero debes confiar de que sus palabras no fueron en vano. Y confía en que también puedes tener tu propia felicidad.

— Gracias, amigo. De verdad extrañaré de tus consejos. — Kino lo miro agradecido. — Aunque me sentiré feliz de descansar de tus grandes estupideces. — y así pasaron las dos ultimas horas juntos, llenos de risas y ciertas lágrimas de agradecimiento. A pesar de que se habían acostumbrado al ambiente de la prisión, varias veces ocurrían los colapsos por sentirse estancados, y encontraron apoyo entre los dos. Kino llevaba más tiempo que Wooseok, él había caído a sus tempranos dieciocho años por el robo del banco, y se ganó unos adorables ocho años, y en los seis que ya había cumplido, con Wooseok había encontrado un verdadero amigo, era el primero que no era un completo idiota y buscaba ser más idiota dentro de prisión creyéndose superior a otro, y al igual que Hao, se le hacía complejo pensar que Wooseok solía ser de ese tipo, pero de la misma forma, creyó que algunos encuentran su camino de redención.