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Deseo que mis días junto a ti sean eternos. Quiero que cada segundo que pase a tu lado queden guardados en mi corazón para siempre. Valoraré cada momento contigo, aún sabiendo que en algún momento nos separaremos. Tu mundo es uno, mi mundo es otro. ¿Podré ser digno de ti? ¿Podré entregarte todo lo que mereces? No lo sé, solo espero hacerte feliz en este tiempo juntos, todo mientras duré.

— ¿Jungkook? — pregunta en voz baja pero audible hacia abajo de su balcón.

— Aquí estoy. — dice el pelinegro asomándose en uno de los árboles del jardín de la casa, o mas bien mansión de Taehyung. — ¿Nadie esta vigilando?

— Kookie, hemos hecho esto por semanas. — dice riendo. No era la primera, ni segunda, ni sexta vez que hacían esto. A veces, el corazón te hace realizar ciertas travesuras.

— Solo soy precavido. — le dice con una sonrisa tímida. — Sigo insistiendo que no debería haberte pedido hacer esto. ¿Qué pasa si te regañan? — dice comenzando a preocuparte.

— Jungkook, has dicho eso todos los días y aún así sigues viniendo todos los viernes a las diez en punto. — le indica mientras baja lentamente sujetándose de las ramas que habían aun lado del balcón.

— Es solo que se volvió mi rutina. — dice mas que nada para él mismo sin que llegará a los oídos del rubio. — Y también te extraño mas de lo que debería. — Jungkook sonrió como un chico enamorado luego de decir aquello y miró como Taehyung bajará. Cuando decidieron comenzar a verse a escondidas de los padres de Taehyung, se encargaron de ser lo mas cautelosos posibles. Taehyung no comprendía como Jungkook podía siquiera adentrarse a la propiedad, si bien el rubio le había indicado en donde estaban los sensores y las cámaras de seguridad, no pensó que pudiera lograrlo, y luego ya era experto en ocultarse y que los guardias no lo vieran.

— Ya me queda... — Taehyung estaba unos dos metros para poder bajar por completo, pero accidentalmente posicionó mal su pie y resbaló. — Jungkook.... — le dice cuando cayó encima de su cuerpo. Cuando el pelinegro vio que había resbalado no pensó mas de un segundo y había salido de su escondite a atrapar al rubio.

— ¿Estás bien? — pregunta mientras lo analiza y toca su rostro y sus brazos verificando que estuviera bien.

— Estoy bien, tranquilo.

¿Escucharon eso? — uno de los guardias había escuchado como si algo hubiera caído en el suelo. — Síganme. — le indica a otros dos guardias que estaban con él.

— Joder. — Taehyung sintió el leve pánico de que hayan sido escuchados. Todo se fue al carajo. — Jungkook. ¿Qué hacemos? — el pelinegro lo paró de inmediato y lo llevó al árbol en donde estuvo escondido y lo apegó a su cuerpo para que no fueran vistos. Jungkook lo rodeó con sus brazos y Taehyung pegó su rostro a los pectorales de Jungkook. Sin duda se ejercita bastante.

— Miren a todos lados. — dice el guardia prendiendo su linterna para ver que todo estuviera en orden. Los dos chicos se apegaron mucho mas cuando los pasos de los guardias se acercaban a ellos. La ventaja del lugar en donde estaban escondidos, es que no solo los favorecían los pares de árboles, sino que también los arbustos, aún así, Taehyung sentía la adrenalina muy viva en su sistema y podía escuchar con mucha claridad la rapidez en la que latía el corazón del pelinegro. — Todo esta en orden, vuelvan a sus puestos. — ante esas palabras, los chicos botaron todo el aire que habían guardado y dejaron de tensar sus músculos. Pasaron un par de minutos en donde se aseguraron que nadie estuviera vigilando y comenzaron a moverse para salir de la mansión de Taehyung. Fueron hacia la parte trasera del patio en donde en un rincón no había ninguna cámara. Jungkook impulsó a Taehyung para que pudiera cruzar al otro lado y luego pasó él con mayor facilidad.

I Need You |Yoonmin|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora