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Esa sensación de despertar y sentir la gran paz en tu corazón, es algo sumamente gratificante cuando dentro de tu vida es un verdadero caos. Aunque si es que puedes tener suerte, encontrarás un salvador y sacarte de tu dolor y darte esa paz tan complaciente.

— Auch. — Jimin se queda quieto al sentir una punzada en el costado de su abdomen. Quería moverse, pero su cuerpo estaba estático a las pequeñas punzadas en mas de una parte de su cuerpo.

— Minie. ¿Estás bien? — Yoongi estaba somnoliento al estar recién despertando, pero atento al menor.

— Quiero moverme, pero no puedo. — dice quejándose pero a la vez que reía por las cosquillas que le provocaban las punzadas y el hecho de intentar moverse y no poder. Había dormido toda la noche en la misma posición y su cuerpo pedía un poco de movilidad.

— ¿Te estás riendo? — el rubio se apoya en sus dos codos para ver al menor a un costado.

— ¡Es que no puedo moverme! — dice riendo. — Tengo mi cuerpo dormido. No puede ser. — el rubio ríe de la misma forma al ser contagiado por la alegría del pelinegro. — ¡Yoon, no te rías!

— Lo lamento. — el rubio se levanta y va hacia el lado de Jimin para moverlo cuidadosamente. Había sido un amanecer tan alegre que ninguno de los dos chicos podía procesar tanta alegría. — Eres tan hermoso cuando despiertas. — Yoongi acarició el rostro del menor con tal dulzura al verlo con todo su cabello desordenado. Jimin arregló sus cabellos de inmediato al no querer ser visto de una forma tan desaliñada. — Te ves hermoso, quédate así. — dice riendo y deteniendo las manos del mayor.

— Yoongi, no puedo quedar así. — dice con obviedad al mismo tiempo que su estómago hacia presencia en el momento.

— Iré por el desayuno. — Yoongi se pone de pie para ir a la puerta dejando a Jimin con una mirada extraña.

— ¿Me dejarás aquí? — pregunta moviéndose despacio para ir a la orilla de la cama y poder pararse.

— ¿Qué haces? — Yoongi detiene los movimientos del pelinegro. — ¿No quieres quedarte en la cama? — pregunta casi con tono lógico. Yoongi quería ser sumamente cuidadoso con la recuperación de Jimin, quería que pudiera sanar por completo y poder volver a su normalidad.

— ¿No necesitas ayuda con algo? — Yoongi lo miro extraño. — Si voy a estar aquí, quiero ayudar. No quiero parecer inútil.

— ¿Inútil? Jimin, debes preocuparte de mejorar. No debes ayudarme en nada, todo esta perfecto.

— No quiero estar todo el día en cama. Déjame hacer algo. — dice con unos ojos de un pequeño cachorro, con los que Yoongi comprendió y aceptó que siempre caerá de rodillas ante Jimin. — Aunque sea estar contigo y no en cama.

— ¿No cambiarás de opinión? — el menor negó rápidamente buscando convencer a Yoongi. — Tu ganas. Vamos. — Jimin se apoyo de las manos de Yoongi y se puso de pie para comenzar a caminar. — ¿Aun duele? — el menor asintió.

— Yoongi... — pregunta el menor suavemente cuando fue dejado en una silla en frente de la cocina. — ¿Puedes hacerme una coleta? — preguntó haciendo sonreír a Yoongi.

— ¿Tienes pensado cortarte el cabello? — preguntó el rubio comenzando a tomar una pequeña cantidad de cabello del pelinegro y hacer una coleta. Sin duda el menor tenia el pelo bastante largo a cuando se habían conocido.

— La verdad si, pero soy muy inseguro para confiar en una tijera. — dice con una sonrisa. — ¿Crees que me vendría bien otro color de cabello? — Yoongi asintió.

— No tengo dudas que cualquier corte o color en tu cabello quedará hermoso. — y sin pensarlo, esas palabras fueron suficientes para que Jimin tuviera la confianza de querer hacer un nuevo cambio.

I Need You |Yoonmin|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora