La preocupación y la presión que se había alojado en su pecho no se iba, no existía forma de hacerlo. Ese cargo de consciencia que llevaba desde el gran incidente le aterraba y le carcomía cada vez mas su cabeza.
¿Qué pasaba si le sucedía algo por su culpa?
Todo el daño que él esta sintiendo es por su culpa, por nadie mas. Él no debía sufrir, no él.
¿Qué es lo que puede hacer?
Entró al inicio de los pasillos buscando al chico pelinegro con toda su desesperación en su cuerpo y corazón, anhelando por completo verlo sano y salvo.
Jungkook. ¿Dónde carajos estas?
— Vamos, Jungkook. ¿Dónde estas? — Taehyung miro hacia todos lados sintiéndose perseguido, y a la vez, buscando al pelinegro entre los estudiantes. — Joder. — su pecho había comenzado a doler por la angustia. ¿Y si le hicieron daño por mi culpa? — Maldición, Jungkook. — el rubio se tomó sus cabellos desesperado por su terrible cargo de consciencia. — ¡Joder! — dice exaltado al sentir unas manos en su brazo. Su angustia y ansiedad lo habían hecho desconcentrarse de todo su alrededor, por lo que estaba sensible a cualquier reacción. — Dios, Jungkook... — quiso abrazarlo pero el pelinegro lo detuvo para tomar su mano y llevarlo dentro de los baños para encerrarse en ellos lejos de la asfixiante multitud. — Kookie... — esta vez, su abrazo pudo ser realizado y correspondido. Ambos se abrazaron como si no se hubieran visto hace años, un abrazo tan dulce y puro, lleno de amor y preocupación. — Lo lamento tanto. — dice sin poder retener sus lagrimas. — Por mi culpa estas dañado. — dice triste al tener que ver las heridas en el rostro de Jungkook.
— Tae, esto no es culpa tuya. — le corrige de inmediato. — Tuvimos mala suerte. — le dice un poco apenado. — Tus padres saben lo nuestro, ahora todo será mas complicado.
— Me quieren sacar de aquí. — el corazón del pelinegro latió con desesperación por las palabras. — No sé donde me quieren llevar, pero no quiero irme.
— Quizás si tuviera dinero, habrían mas soluciones.
— Jungkook, por favor. No comiences con eso. — Taehyung cerró sus ojos y apoyo su frente en el hombro de Jungkook. — No quiero separarme de ti.
— Ni yo de ti. — Jungkook lo abrazó con todo su amor. Él sentía una gran pena en su corazón, y sería algo demasiado largo. No quería dejar a Taehyung, pero presentía que algo sucedería. — Ya pensaremos en algo. ¿Está bien? — el rubio asiente incapaz de querer soltarse. — Debemos ir a clases. — le indica sin querer hacerle perder el tiempo al de cabellos dorados.
— No quiero. Si estás son las únicas oportunidades para poder verte, las tomaré. — dice aun sin darle la cara al menor. — No quiero perderte, quiero que nuestro tiempo juntos sea eterno, pero no sé cómo hacerlo.
— Tae, escúchame. — el rubio levantó su mirada y observó a Jungkook. — Ambos sabemos que no podemos andar libres en público. Tus padres nos pondrán ojos en todos lados, pero si mi única opción es escabullirme contigo de esta forma, la tomaré. — dice casi de la misma forma en la que Taehyung se lo había mencionado. — Eres lo que mantiene mi corazón feliz e iluminado. Cada día al poder verte y tenerte conmigo, me hace feliz. Ya veremos que podremos hacer para estar juntos sin que nadie nos lo impida. ¿Está bien? — Taehyung asiente con una sonrisa, pero aun sintiéndose triste. Esto no es justo, pero lo vale. — Ahora, vayamos a clases. — ambos se miraron por unos segundos y se besaron. Taehyung pensaba que sería uno de muchos, ya que no tenía en mente alejarse del pelinegro. No lo permitiría. Jungkook lo besó como si fuera el ultimo beso que le podría dar a Taehyung, le dolía en el alma tener que pensar de esa forma, pero al fin y al cabo, él no podría ganar contra sus padres, y ese presentimiento de que algo pasaría impidiendo sus planes era cada vez mas grande. Jungkook lo miró con dulzura a pesar de todo, dándole a entender a Taehyung que todo estaba en orden, y así lo mantuvo mientras salían del baño.
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I Need You |Yoonmin|
FanfictionPerder a la persona que mas amas en el mundo es un golpe demasiado fuerte y es una realidad compleja de superar, o en ciertos casos, no se logra superar. Que la gente te critiqué o no te acepté, es otro golpe difícil de aceptar. Tú alrededor, está e...