Capitulo 13: Enfrentamiento

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Gally esperó hasta que la situación en la cabaña se calmara un poco, pero el comentario del chico seguía rondando en su cabeza. La burla y las risas no solo lo habían irritado, sino que también lo habían expuesto frente a los demás, dejando en evidencia una vulnerabilidad que Gally detestaba mostrar.

Con la mandíbula apretada y los puños cerrados, Gally salió de la cabaña en busca del chico. No tuvo que ir muy lejos; lo encontró en la zona de construcción, charlando con algunos otros mientras continuaban trabajando. Gally, con la mirada endurecida, se acercó rápidamente y sin dudarlo, lo tomó por el hombro, obligándolo a girar y enfrentarlo cara a cara.

"Vuelve a decir esas estupideces y te rompo la cara, ¿entendiste?" espetó Gally, su voz cargada de una agresividad contenida. Sus ojos estaban fijos en los del chico, y su tono no dejaba espacio para bromas.

El chico, aunque visiblemente sorprendido por el ataque, no se dejó intimidar fácilmente. Se zafó del agarre de Gally y lo empujó ligeramente para crear algo de distancia entre ellos. "¿Qué demonios te pasa, Gally?" dijo, elevando la voz. "Era solo una broma. ¿Acaso te la tomaste tan en serio porque realmente te gusta la novata?"

Las palabras del chico fueron como echar leña al fuego. Gally dio un paso hacia adelante, su rostro tenso, y lo miró con una expresión feroz. "Te advertí que no bromearas con eso. No tienes idea de lo que hablas."

El chico no se echó atrás, aunque la tensión en el ambiente se volvió palpable. "¿Qué pasa, Gally? ¿Te molesta que alguien te vea como algo más que el matón del Área? Porque si me preguntas, es bastante obvio que ella te afecta más de lo que quieres admitir."

Las palabras golpearon a Gally en su núcleo, pero en lugar de ceder, su ira se intensificó. Avanzó rápidamente y empujó al chico con fuerza, haciendo que tambaleara hacia atrás. "No vuelvas a mencionar eso. No sabes nada de mí ni de lo que siento."

El chico, aunque impresionado por la fuerza de Gally, no retrocedió. "¿Así que es eso? ¿Vas a golpearme porque no puedes manejar lo que sientes? ¿Te das cuenta de lo ridículo que suenas?"

Gally levantó el puño, su ira estaba al borde de explotar, pero justo antes de lanzarse, una voz resonó detrás de ellos.

"¡Gally, basta!" La voz de Minho cortó el aire como un látigo. Había estado observando desde la distancia, y ahora corría hacia ellos, interponiéndose rápidamente entre Gally y el chico. "¡Ya basta de esto!"

Minho se paró firmemente frente a Gally, bloqueando su camino. "¿En serio vas a empezar una pelea por algo tan estúpido? ¿Qué demonios te pasa?"

Gally, respirando pesadamente, bajó lentamente el puño, su mirada todavía llena de furia, pero algo en la presencia de Minho lo hizo retroceder. Sabía que Minho tenía razón, pero no estaba listo para admitirlo.

El chico, viendo que Minho había intervenido, aprovechó para alejarse unos pasos, aunque seguía con una actitud desafiante. "Solo fue una broma, Gally. Si no puedes manejarlo, entonces tal vez eres tú quien tiene el problema."

Minho lanzó una mirada dura al chico. "Tú tampoco estás ayudando. Mantén tus bromas para ti mismo, ¿entendido?"

El chico asintió, pero no sin antes lanzar una última mirada a Gally. "Lo que digas, Minho. Solo espero que no explote la próxima vez."

Con la tensión aún en el aire, el chico se alejó, dejando a Gally y Minho solos. Gally se quedó inmóvil, su pecho aún subiendo y bajando con respiraciones agitadas.

Minho lo observó por un momento antes de hablar en un tono más calmado. "Gally, tienes que controlarte. No puedes ir por ahí amenazando a la gente cada vez que te molestan."

Gally, sin mirarlo, respondió con la mandíbula apretada. "Él no entiende nada. Ninguno de ustedes lo entiende."

Minho suspiró y le puso una mano en el hombro, en un gesto tanto de advertencia como de apoyo. "Tal vez deberías intentar hablar en lugar de golpear, ¿no te parece?"

Gally no respondió de inmediato, pero su cuerpo empezó a relajarse poco a poco. La furia que lo había consumido comenzaba a disiparse, aunque la incomodidad y la frustración seguían presentes.

"Lo pensaré," murmuró finalmente, sin saber si estaba listo para admitir que Minho tenía razón.

Minho asintió, sabiendo que había hecho lo suficiente por el momento. "Hazlo. Y mientras tanto, trata de no romperle la cara a nadie, ¿sí?"

Con eso, se dio la vuelta y dejó a Gally solo, reflexionando en medio de la tensión latente que seguía resonando en el aire.

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