Capitulo 18: Conversaciones pendientes

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Decidí que no podía dejar las cosas así. A pesar de que Gally me había atacado verbalmente, algo en su actitud me hacía querer entenderlo. Sabía que había más detrás de su rudeza, así que, sin pensarlo demasiado, lo seguí mientras se alejaba del grupo.

Cuando estuve lo suficientemente cerca, lo agarré de la espalda, ya que su altura hacía difícil alcanzarlo de otra manera. Él se detuvo, pero no se giró de inmediato.

“Gally, perdón… pero no quise que todo esto sucediera,” le dije con una mezcla de sinceridad y nerviosismo en la voz. “Hago lo que puedo, y no me gusta que me digas que solo soy una carga para ti y los demás. Estoy intentando encajar en este lugar.”

Gally permaneció en silencio por un momento, todavía de espaldas a mí. Mi corazón latía con fuerza mientras lo observaba. Esperaba que, de alguna manera, pudiera dejar caer su máscara de frialdad, aunque fuera solo por un momento. Pero cuando finalmente se giró, su expresión era dura, como siempre.

“¿De verdad crees que me importa lo que pienses?” espetó, su voz gélida. Su mirada me atravesaba, llena de una mezcla de desprecio y frustración. “Este lugar no es para que encajes o te sientas cómoda. No es un juego.”

“Sé que no lo es,” le respondí, sintiendo cómo la frustración comenzaba a crecer en mi interior. “Sé que este lugar es duro, pero no por eso tienes que ser tan cruel. No somos enemigos, Gally. Todos estamos en el mismo barco.”

Sus ojos brillaron con una ira contenida, pero había algo más profundo que también podía notar. “¿Cruel?” soltó una risa amarga. “Es lo único que nos mantiene con vida aquí. Ser cruel es la única forma de asegurarse de que sobrevivas un día más. Si te tratan como si fueras especial, te vas a romper cuando las cosas se pongan difíciles.”

“¿Crees que no puedo manejarlo?” dije, desafiándolo. “Ya he pasado por mucho, igual que todos los demás aquí. No soy tan débil como crees.”

Gally se cruzó de brazos, mirando hacia otro lado como si estuviera debatiéndose internamente. “No es que seas débil… es que ya hemos visto lo que pasa cuando alguien entra aquí y no está preparado. La última vez que confiamos en alguien nuevo, casi perdimos todo.”

Sentí cómo sus palabras comenzaban a tener más sentido. Lo que parecía pura rudeza era en realidad una coraza, una defensa que había levantado después de haber sido herido en el pasado. No estaba siendo cruel solo por serlo; lo hacía para protegerse.

“Entiendo que tienes razones para ser así,” le dije en un tono más suave. “Pero no soy esa persona. Estoy aquí para luchar, igual que tú. No soy una carga, y no dejaré que me trates como si lo fuera.”

Finalmente, Gally me miró a los ojos, y durante un breve segundo, su expresión cambió. Parecía menos seguro, como si estuviera considerando mis palabras, pero entonces, con un suspiro pesado, volvió a poner su máscara.

“Solo no te metas en mi camino,” dijo antes de darse la vuelta y marcharse, dejándome ahí con un nudo en el estómago. Había intentado romper su muro, pero Gally era como una fortaleza. Sabía que detrás de toda esa dureza había algo más, pero tendría que ser paciente si quería descubrirlo.

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