Comencé a bajar del árbol lentamente, cuidando de no perder el equilibrio, pero justo cuando creí que ya estaba cerca del suelo, mi pie resbaló y, antes de darme cuenta, caí de golpe sobre Gally. El impacto fue tan rápido que ni siquiera pude procesarlo. Mi cuerpo cayó directamente sobre su pecho, y de repente estábamos cara a cara, nuestras respiraciones entrelazadas en el silencio del bosque.
Mi corazón latía con fuerza, y mientras lo miraba, me di cuenta de lo cerca que estábamos. Gally me miraba con los ojos muy abiertos, claramente sorprendido, y para mi sorpresa, su rostro comenzaba a ruborizarse. No sabía si era por la caída o por la incomodidad de la situación, pero ver a Gally enrojecer me dejó paralizada por un instante.
Intenté levantarme rápidamente, pero una rama del árbol atrapada en mi ropa me lo impedía, y cada vez que lo intentaba, la situación se volvía más incómoda. Sentía su cuerpo firme debajo del mío, y el silencio entre nosotros era abrumador. Mi rostro se calentaba, no podía evitar mirarlo de reojo.
Gally, normalmente tan seguro de sí mismo, parecía perdido en ese momento, su habitual rudeza desaparecida por completo. "¿Qué… qué estás haciendo?" murmuró, su tono bajo y algo nervioso. Era una pregunta, pero no tenía el habitual sarcasmo o desdén con el que siempre me hablaba.
"Intento levantarme, pero esta estúpida rama…" respondí frustrada, tirando de mi ropa sin éxito. No podía evitar sonreír nerviosamente por la ridícula situación.
Finalmente, después de varios intentos fallidos, Gally soltó un suspiro y murmuró: "Deja que te ayude." Con un movimiento rápido, liberó la rama que me tenía atrapada. Pero en lugar de apartarme inmediatamente, nuestras miradas se encontraron de nuevo, y esa cercanía se volvió casi irreal. Por primera vez, Gally no parecía el chico frío y distante que siempre intentaba mostrar. Su mirada se suavizó por un breve momento, y parecía tan sorprendido como yo por lo que estaba sucediendo.
Mi corazón latía con fuerza mientras intentaba leer su expresión. Era difícil saber qué estaba pensando, pero su rubor, su nerviosismo, lo hacían parecer más humano que nunca. Y, por un segundo, me pregunté si, tal vez, él también estaba lidiando con algo que no podía entender.
"Bueno… ya puedes levantarte," dijo finalmente, su voz algo más controlada, pero aún notoriamente afectada por el momento.
Me aparté con cuidado, sintiendo una mezcla de vergüenza y algo más que no podía identificar del todo. Mientras me ponía de pie, mis pensamientos estaban hechos un caos. No podía olvidar su mirada ni la forma en que su habitual dureza había desaparecido por completo. Gally, el chico que nunca mostraba debilidad, parecía haber dejado entrever algo distinto.
Y aunque el momento había terminado, sabía que esa caída no había sido solo física. Algo había cambiado, y no estaba segura de cómo me sentía al respecto.
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Dentro del área
AcciónHistoria sin fin con Gally dentro del área, peleas y sentimientos encontrados