Capitulo 5: Explorando el Área

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Caminé por el Área, tratando de familiarizarme con el entorno y observando a los chicos en sus diversas tareas. La vibrante actividad a mi alrededor me ayudaba a distraerme de la tensión de los eventos recientes.

Vi a varios chicos trabajando en los cultivos, entre ellos Newt, quien estaba concentrado en su labor. La tierra estaba bien cuidada, y el esfuerzo de todos era evidente. En la cocina, encontré a Sarten, ocupado organizando utensilios y preparaciones. Su sonrisa amable y su actitud relajada ofrecían un contraste agradable con la tensión del lugar.

Minho estaba en una zona de entrenamiento, moviéndose con rapidez y precisión. No estaba segura de para qué entrenaba exactamente, pero su dedicación era evidente. Chuck, por otro lado, estaba acomodando cosas con eficiencia, su pequeño cuerpo moviéndose ágilmente entre los objetos.

Mi mirada se desvió hacia Gally, quien estaba en una esquina del Área cortando madera con una intensidad que casi podía sentir desde lejos. Cada golpe del hacha parecía cargado de frustración, y su expresión furiosa dejaba claro que no estaba de buen humor.

Pero lo que más me llamó la atención fueron las grandes puertas situadas en el borde del Área. Eran imponentes, talladas con gran detalle en el muro, y parecían ser el centro de mucha atención y misterio. Me acerqué a ellas, sintiendo una mezcla de curiosidad y respeto.

Coloqué mi mano sobre una de las partes talladas del muro, donde se encontraban los nombres de todos los chicos. Algunos nombres estaban tachados, y el contraste con los nombres visibles me hizo preguntarme qué significaban esos tachones. La presencia de esas puertas y el enigmático tallado añadían un aire de misterio a la comunidad del Área.

Mientras observaba, una sensación de inquietud y asombro se apoderó de mí. Las puertas parecían ser un recordatorio constante de que, aunque el Área estaba lleno de vida y actividad, aún había muchas preguntas sin respuesta y secretos por descubrir.

Decidí adentrarme un poco en el umbral de las grandes puertas, sin avanzar mucho. Me asomé para explorar lo que había más allá, pero el laberinto de paredes y corredores oscuros que se extendía ante mí parecía desconcertante y misterioso. No me atreví a ir más lejos, permaneciendo justo al borde de la entrada.

De repente, sentí un empujón brusco desde un lado. Me tambaleé y caí al suelo. Al mirar, vi a Gally que se acercaba con una expresión de furia. Su rostro estaba contorsionado en un rictus de enojo.

"¿Qué demonios estás haciendo aquí?" rugió Gally, su voz cargada de desprecio. "¿Creíste que podrías explorar el laberinto sin consecuencias?"

Me quedé en el suelo, atónita por el ataque repentino. Gally continuó sin dejarme responder. "¡Maldita patética! ¿No sabes que este lugar no es para que te andes paseando sin permiso? ¿Qué te hace pensar que puedes entrar aquí y ponerte a explorar como si nada?"

"¡Eres un estorbo!" gritó Gally mientras me miraba con desdén. "Siempre tienes que estar metiéndote donde no te llaman. ¿Sabes lo que pasa cuando alguien como tú se adentra en el laberinto? ¡Nos pones a todos en peligro!"

Los chicos cercanos, alertados por el ruido y los gritos, comenzaron a acercarse. La tensión en el aire aumentó mientras Gally seguía lanzando insultos y regaños, sin mostrar ninguna consideración por la situación.

"¿No tienes respeto por las reglas aquí?" continuó Gally, su tono más severo. "¡Levántate y vuelve a tu lugar antes de que te cause más problemas!"

Me quedé en el suelo, tratando de recuperar la compostura mientras los demás se agrupaban alrededor, observando el conflicto con interés. Sabía que esta no era una bienvenida amable, y la presencia de los chicos sólo añadía a la presión del momento.

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