El día había transcurrido extrañamente tranquilo, pero esa paz no duraría mucho. De repente, la alarma que indicaba que la caja estaba subiendo resonó en todo el Área. El sonido me hizo estremecer, recordándome mi propia llegada. Sabía lo que significaba: alguien más estaba por unirse a nosotros.
“¡La caja está subiendo!” gritó Chuck mientras corría hacia la plaza central. Los demás chicos también se apresuraron hacia allí, todos con la misma mezcla de expectativa y temor.
Sentí un nudo formarse en mi estómago. Algo en el aire se sentía diferente esta vez. Como si fuera importante.
Corrí junto a los demás, mi corazón latiendo con fuerza. Llegamos justo cuando la caja se detenía y las puertas comenzaban a abrirse. Me quedé detrás de Newt y Minho, ansiosa por ver quién era el nuevo chico. Pero en cuanto lo vi, todo cambió.
Era él.
El chico de mi sueño.
Mi respiración se detuvo, y mis piernas comenzaron a temblar. No podía creer lo que estaba viendo. El rostro de ese chico, que hasta ahora solo había visto en mi mente, estaba ahí, frente a mí. Thomas.
Me dejé caer al piso, incapaz de procesar lo que estaba sucediendo. Las voces de los demás chicos se desvanecieron en el fondo mientras mi mente intentaba asimilar la realidad. ¿Cómo podía ser él? ¿Cómo era posible que el chico de mi sueño estuviera aquí, en carne y hueso?
“¿Qué pasa?” preguntó Newt, girándose hacia mí con preocupación. “¿Estás bien?”
No podía responder. Solo podía mirar a Thomas, quien también parecía confundido, observando todo a su alrededor con la misma mirada perdida que yo había tenido el día en que llegué.
Minho fue el primero en acercarse a él, tendiéndole la mano. “Bienvenido, novato,” dijo, con su típica sonrisa segura. “Tienes suerte, llegaste a la fiesta.”
Pero yo seguía en el suelo, en shock. Sentía como si el mundo a mi alrededor hubiera dejado de girar. Todo lo que sabía, todo lo que había creído, ahora estaba patas arriba. ¿Quién era este chico? ¿Por qué había aparecido en mi sueño antes de llegar?
De repente, Gally apareció entre la multitud, cruzándose de brazos y observando la escena con esa mirada severa que siempre llevaba. “¿Qué demonios le pasa a la novata?” preguntó, mirándome con desdén. “Es solo un novato más.”
Pero no era “solo” un novato más. Algo en él era diferente, y lo sabía. Este chico, Thomas, tenía un papel en todo esto, y yo estaba conectada con él de alguna manera.
Sin poder contenerme más, murmuré, casi en un susurro, “Es él… el chico de mi sueño…”
Los chicos a mi alrededor me miraron, confundidos. Pero yo seguía enfocada en Thomas. Sabía que él tenía las respuestas que tanto había estado buscando. Y, de alguna manera, su llegada significaba que todo estaba a punto de cambiar.
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Dentro del área
AcciónHistoria sin fin con Gally dentro del área, peleas y sentimientos encontrados