Capitulo 35: La confrontación final

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Sentí cada uno de sus pasos acercándose detrás de mí, y al girarme, Gally ya estaba ahí, con la mirada fija y la mandíbula apretada. Antes de que pudiera decir algo, tomó mi brazo, obligándome a enfrentar su intensa mirada.

"Solo escúchame" dijo, su voz apenas un susurro, pero cargada de tensión. "No quiero que sigas con esa idea de que soy... el malo aquí".

"¿Entonces qué eres, Gally?" respondí, sin tratar de ocultar la frustración en mi tono. "Porque no puedes pretender que esto no es por Thomas, ni que no me estás siguiendo porque estás molesto".

"No lo entiendes" dijo, y su mano apretó un poco más mi brazo, aunque luego aflojó, como si se diera cuenta de su propia intensidad. "Desde que llegaste, es como si todo se hubiera vuelto... diferente. Nunca me había importado alguien así".

Mi corazón se aceleró, pero no estaba dispuesta a ceder tan fácilmente. Me solté de su agarre con un movimiento brusco.

"Entonces, si te importo tanto, ¿por qué siempre actúas como si no pudieras soportarme? ¿Por qué esa necesidad de controlar cada uno de mis pasos?" lo reté, sintiendo cómo la tensión crecía entre nosotros.

Gally respiró hondo, tratando de calmarse. "Porque tengo miedo, ¿de acuerdo? Miedo de que te acerques demasiado a Thomas. No confío en él. Y... y sé que él tampoco es bueno para ti".

"¿Quién eres tú para decidir eso?" respondí, mirándolo directamente a los ojos, sin retroceder. "No tienes derecho a decirme con quién puedo o no puedo estar".

Gally dio un paso atrás, pero su mirada seguía cargada de esa mezcla de rabia y algo más profundo que no lograba descifrar.

"No me pidas que no me preocupe" dijo, su voz baja y temblorosa. "Si te pierdo, no sé qué haría. Este lugar… este lugar es una pesadilla, y tú eres lo único que me mantiene cuerdo".

Sus palabras me tomaron por sorpresa. El chico que siempre había mostrado dureza y desprecio, ahora se revelaba con una vulnerabilidad que no había esperado.

"¿Sabes qué, Gally?" respondí, tomando aire. "Tienes que dejar de intentar controlar todo. No puedes protegerme de todo ni decidir por mí. Si realmente me valoras, entonces confía en mis decisiones".

Por un momento, sus ojos mostraron una mezcla de dolor y furia. Luego bajó la mirada y murmuró: "No es tan fácil... no cuando sé que él también tiene interés en ti".

Sentí que el ambiente se volvía más pesado, y el silencio entre nosotros se hizo largo. Finalmente, Gally suspiró, con una expresión de derrota que jamás le había visto.

"Lo intentaré" dijo en voz baja, como si las palabras le costaran. "Intentaré confiar en ti, aunque me esté volviendo loco".

Lo miré en silencio, sintiendo que, en medio de toda esa tensión, algo en él había cambiado. No sabía si era una promesa real o si simplemente era el comienzo de un largo camino, pero ver ese lado de él, aunque fuera solo por un instante, me hizo creer que quizá... tal vez, podía ser diferente.

Sin decir nada más, Gally se giró y se alejó lentamente, dejando en el aire un rastro de sus emociones contenidas y una incertidumbre que, de alguna manera, me hacía sentir un peso en el corazón.

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