A medida que avanzábamos en la penumbra, el tiempo parecía diluirse, pero algo me decía que nos quedaba poco antes de que el Laberinto volviera a cerrarse. Thomas y yo caminábamos en silencio, atentos a cualquier ruido o movimiento, pero la ansiedad crecía en el aire.
"¿Crees que estarán bien los demás?" susurré, más por necesidad de romper el silencio que por otra cosa.
"Minho, Newt y los demás saben lo que hacen," respondió Thomas con seguridad. "Pero si no nos damos prisa, van a pensar que no lo logramos."
Sus palabras tenían sentido. Sabía que Gally, a pesar de su actitud hacia mí, no dudaría en organizar algo para rescatarnos… aunque con él las cosas nunca eran simples.
De repente, una ráfaga de aire helado nos golpeó al girar en una esquina. Un chillido penetrante retumbó, y el eco resonó a través de los muros del Laberinto. Sentí un escalofrío recorrerme la columna mientras Thomas me apretaba la mano.
"Es una de esas cosas, ¿verdad?" dije, mi voz temblando.
"Sí, un penitente," susurró Thomas. "Tenemos que escondernos. Ahora."
Nos deslizamos rápidamente hacia una grieta en la pared, nuestros cuerpos pegados contra la piedra fría. La criatura avanzaba, sus enormes patas chirriando contra el suelo, y su respiración mecánica hacía vibrar el aire a nuestro alrededor. Cerré los ojos, rogando que pasara de largo.
Apenas respirábamos. Sentía el latido rápido de mi corazón y el de Thomas junto a mí, como si fueran uno solo. Después de lo que pareció una eternidad, el sonido de la criatura disminuyó hasta desvanecerse en la distancia.
Thomas me soltó con cuidado, y nos miramos con un suspiro compartido. "Ya casi estamos," dijo, tratando de calmarme. "Solo un poco más."
Continuamos avanzando, ahora con un poco más de esperanza. Finalmente, a lo lejos, vislumbramos una rendija de luz tenue que se filtraba entre las paredes del Laberinto. Era la salida.
"¡Thomas!" llamé, casi sin poder contener la emoción. "¡Allí está!"
Corrimos con las pocas fuerzas que nos quedaban, acercándonos a la entrada. Pero al llegar, el muro comenzó a moverse, las piedras rechinando mientras se cerraba.
"¡Rápido!" gritó Thomas, y ambos dimos un salto, deslizándonos por el hueco justo antes de que se cerrara detrás de nosotros. Nos derrumbamos en el suelo, jadeando, pero aliviados de estar a salvo.
Unos pasos apresurados se escucharon, y al levantar la vista, vi a Minho, Newt y algunos de los demás corriendo hacia nosotros.
"¿Qué demonios estaban haciendo?" preguntó Minho, con una mezcla de enojo y alivio. "¡Pensamos que no lo lograrían!"
Thomas me miró y luego respondió. "Explorando un poco más de la cuenta."
Newt me tendió la mano para ayudarme a levantarme. "Solo ustedes dos se arriesgarían así. Pero al menos están bien."
A lo lejos, vi a Gally observándonos en silencio, con una mezcla de preocupación y algo que no pude descifrar. Decidí no mirarlo demasiado, aún no estaba lista para enfrentarme a su mirada.
Thomas soltó una risita nerviosa y me dio un codazo suave. "Bueno, creo que tenemos una historia para contar."
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Dentro del área
AcciónHistoria sin fin con Gally dentro del área, peleas y sentimientos encontrados