𖦹๋࣭⭑ 𝐂𝐇𝐎𝐐𝐔𝐄 𝐃𝐄 𝐌𝐎𝐍𝐓𝐀ñ𝐀𝐒 𖦹๋࣭⭑

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Resumen: Kinich regresa hacia ti con sangre brotando de su sien, tú lo atiendes 

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Resumen: Kinich regresa hacia ti con sangre brotando de su sien, tú lo atiendes 

Te sientas en la cornisa de la montaña, frotándote los ojos con un ligero cansancio mientras el sol empieza a salir

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Te sientas en la cornisa de la montaña, frotándote los ojos con un ligero cansancio mientras el sol empieza a salir. Tal como esperabas, Kinich ya está de pie, prácticamente balanceándose por las trincheras y saltando de montaña en montaña. Agilidad y precisión, esos siempre fueron algunos de sus mejores atributos. Siempre te sorprendía cómo Kinich era capaz de realizar sus movimientos. El gancho de agarre no era lo tuyo, pero disfrutabas viéndolo usarlo.

Se movía con gracia, mostrando lo natural que era para él. En esos momentos, no se le pasaba por la cabeza ni una sola preocupación. Mientras desaparecía en la distancia, suspirabas y te ponías de pie, estirando las extremidades.

Por lo general, te quedabas en tu propia casa, pero terminaste atendiendo a un saurio cercano que se había lastimado una pata. Una vez que terminaste de ayudar, cayó la noche. Kinich era un amigo cercano tuyo y consideró peligroso que caminaras a casa en la oscuridad. Antes de que te dieras cuenta, estabas durmiendo a su lado, con un Ajaw quejoso a su lado. Supusiste que ahora debía estar con Kinich, ya que tu sueño no fue perturbado por ningún comentario hiriente.

Estabas un poco inquieto por dormir tan alto, pero Kinich te tranquilizó explicándote que no tenías de qué preocuparte. "La montaña es estable, no te vas a caer", te aseguró.

Nadie los molestaría mientras dormían. Conociendo la reputación de Kinich como un "asesino despiadado", cualquiera con malas intenciones tendría demasiado miedo de atacarlo. No sabías nada de ese lado de él. Por supuesto que tenía una personalidad fría, pero eres lo suficientemente sabia como para saber hasta dónde llegaría por aquellos a quienes amaba, incluyéndote a ti.

"¿Tienes frío?", te preguntaba alguna vez al verte acurrucarte o darte vueltas en la cama en mitad de la noche.

El sonido de su voz acompañado de una especie de somnolencia te resultaba relajante. Disfrutabas cuando él te controlaba en mitad de la noche como resultado.

Aunque si mentiste acerca de cómo te sientes realmente, él se daría cuenta rápidamente.

"Estoy bien", dirías.

𝐅𝐎𝐑𝐄𝐕𝐄𝐑 𝐓𝐎𝐆𝐄𝐓𝐇𝐄𝐑  ᵏᶤᶰᶤᶜʰ ˣ ʳᵉᵃᵈᵉʳDonde viven las historias. Descúbrelo ahora