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En donde tú entiendes su necesidad de devolverte el favor . ♡
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Una vez más, Kinich se fue a las cimas de la montaña de Coatepec por décima vez esta semana. Es como si hubiera cobrado 10 veces más de su tarifa habitual de comisión con lo mucho que ha estado fuera últimamente. Al principio, pensaste que tal vez bajó sus precios y ahora la gente lo inundaba con tareas y recados que podía hacer de manera rápida y eficiente, pero después de hablar con los miembros de la tribu de los Vástagos del Dosel, te diste cuenta de que esto no era cierto en absoluto. De hecho, Kinich estaba bastante libre de comisiones últimamente, con la llegada de nuevas caras amigables de lejos y sus bajas tarifas para sus propios clientes. Entonces, ¿por qué se iba tan a menudo? Era como si cada vez que ibas a verlo, se fuera en cuestión de horas. Esto te dejaba dos opciones.
Opción 1: Estaba atendiendo un asunto personal. Aunque es poco probable, podría estar reuniendo suministros para un proyecto o evento personal. Sin embargo, definitivamente no era ese tipo de persona, especialmente después de lo mucho que Ajaw se había quejado últimamente. Así que eso te dejaba con la opción 2: Te estaba evitando.
Te pareció extraño que se fuera después de que lo fuiste a visitar. Desde que lo contrataste para una simple comisión de recolectar bayas de quenepa, sentiste que se habían hecho buenos amigos con el paso de las semanas. Sin embargo, sus desapariciones eran cada vez más frecuentes.
La primera vez que lo notaste fue después de que fuiste a visitarlo luego de una misión que lo tuvo fuera por 2 días. Había regresado con rasguños y rasguños, así que lo ayudaste a vendar sus heridas para asegurarte de que no estuvieran infectadas, ya que no te importaba ayudarlo. Pero luego se fue unas horas después y regresó tarde en la noche con bayas de quenepa para ti. Supusiste que era para disculpar lo que realmente había estado haciendo, fuera cual fuera el caso.
Así que se convirtió en una rutina extraña. Él aceptaba una comisión, tú lo visitabas después y le vendabas las heridas, envolviendo suavemente su piel bronceada en un paño suave y adolorido para evitar la infección y luego se iba una vez más sin traerte materiales recolectados como flores o bayas o incluso crisantemos brillantes. Era un comportamiento extraño para ti y para los miembros de la tribu Scion. Algunos sugirieron que te estaba evitando, mientras que otros simplemente dijeron que lo dejaras así, ya que Kinich era bastante respetado en su tribu y nadie quería caerle mal difundiendo esos rumores, especialmente a alguien a quien podría considerar un amigo.
Así que lo único que te quedaba eras tú con tus pensamientos. No ayudaba que todavía tuvieras esto pegado en tu mente mientras vendabas el torso de Kinich de su última misión, donde había corrido hacia un Saurio antagonizado y se había hecho un buen rasguño en el estómago. Aunque el momento se sintió muy íntimo, estabas demasiado distraída para notar el corazón de Kinich acelerado bajo tu toque.
"¡AURGH! ¿Por qué tenemos que salir OTRA VEZ, Kinich? ¡El Gran K'uhul Ajaw tiene MUCHAS mejores cosas que hacer que andar cargando a nuestro humilde sirviente todo el tiempo!"
Kinich todavía estaba un poco aturdido porque le habías vendado la herida del estómago hacía apenas 2 horas, pero estaba lo suficientemente consciente como para ignorar a Ajaw como de costumbre, incluido el agudo grito que emitió cuando Kinich agarró su cola en el aire para explorar el área en busca de materiales.
"¿Con qué debería pagarles esta vez...?"
Tal vez en su mente, pagarle sus deudas lo alentaría a cuidarlo más a menudo... al menos, hasta ahora parecía estar funcionando.
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