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en el cual, tu, conoces a la famosa viajera y a su compañera, ofreciéndoles tu ayuda como guía en natlan, sin embargo a tu amigo y enamorado secreto, no parece gustarle mucho.
antes de leer -> celos, acoso, ajaw, anhelo mutuo, generalmente tonterías, malas palabras, mal escrito, corto, vergonzoso, lectora
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"¿Qué somos?"
La pregunta permaneció en tu mente mientras Kinich, una vez más, te llevaba a caminar. Sin embargo, no tenías la confianza para preguntarle eso, no. Cada vez que intentabas hacerle esa pregunta simple, pero tan importante, las palabras nunca salían de tu boca. Era como si tu mente te estuviera diciendo que no lo hicieras, o de lo contrario arruinarías todo.
que arruinarías todo tu arduo trabajo de hacerte amigo de Kinich, mejores amigos, incluso dirías, pero dudas de que alguna vez te llame así. las incontables noches que pasas sin dormir porque pensabas en él. sus ojos, su sonrisa, su cabello, su sentido del humor, su franqueza, su confianza; todo en él era tan...
Jadeaste, saliendo de tus pensamientos cuando un pájaro voló justo frente a tu cara. Te detuviste en seco, tratando de calmarte del sobresalto. Justo frente a ti, el hermoso paisaje de Natlan, con el sol saliendo de su letargo. Sin embargo, no te detuviste a admirar la puesta de sol, ni el hermoso paisaje, tu atención estaba completamente enfocada en el chico que parecía confundido por qué te detuviste de repente, sus ojos amarillos brillando aún más de lo normal.
—¿Estás bien? —preguntó Kinich, acercándose a ti con una mirada preocupada. Puso el dorso de su mano en tu frente—. No te ves muy bien, estás toda caliente y roja.
"Oh, no, estoy perfectamente bien. Solo estoy un poco cansado de la caminata". Te reíste nerviosamente, poniendo todo el teatrix.
"Por favor, ¿deberíamos tomar un descanso? Vamos", dijo, haciéndote un gesto para que lo siguieras hasta las rocas cercanas. El lugar de descanso que eligió era literalmente perfecto, por supuesto, las rocas eran duras como lo son las rocas, pero había árboles junto a ellas, bloqueándote el sol.
Te sentaste con un profundo suspiro, mirando a tu alrededor tratando de dejar de pensar en el chico sentado a tu lado, nada nuevo, nada interesante que pudiera despertar tu interés. Tal vez a Kinich no le importaría si descansas tus ojos un poco... solo ciérralos, relájate, toma una siesta rápida.
