El cielo se tiñó de un cálido atardecer mientras Izuku Midoriya se encontraba en su habitación, mirando por la ventana hacia la ciudad que había conocido toda su vida. A pesar de ser un niño que había crecido sin un quirk, su corazón estaba lleno de sueños de grandeza. Sin embargo, esos sueños parecían lejanos y casi inalcanzables. Su mente giraba en torno a la batalla de Leonidas y Apollo, un encuentro que había marcado no solo la historia, sino también su propio destino.
Mientras recordaba la feroz lucha entre el rey espartano y el dios del sol, una sensación de determinación se apoderó de él. Sabía que Apollo había cometido errores en su enfrentamiento, que su arrogancia le había costado caro. “No puedo seguir el mismo camino”, se dijo a sí mismo, sintiendo que una chispa de inspiración comenzaba a encenderse en su interior.
Con una nueva claridad, Izuku se preguntó: “¿Qué haría Apollo si pudiera volver a pelear? ¿Cómo podría haber hecho las cosas de otra manera?” Recordó la velocidad y agilidad del dios, su capacidad para manipular la luz y el fuego solar, y cómo había sido capaz de evadir ataques. Pero también recordó su subestimación de Leonidas, su creencia de que no podía ser derrotado por un mortal.
“No puedo permitirme ser arrogante,” pensó Izuku, mientras comenzaba a formular un plan. “Debo entrenar mis habilidades, aprender a dominar el poder de Apollo y ser un verdadero héroe.”
El Entrenamiento Comienza
Así, comenzó su jornada. Izuku decidió levantarse temprano cada mañana, practicando una rutina de ejercicios que desafiaba sus límites. Corrió por las calles de su vecindario, sintiendo cómo su cuerpo se fortalecía con cada paso. En su mente, se imaginaba como Apollo, corriendo bajo el sol, la luz envolviéndolo mientras esquivaba y atacaba con una gracia divina.
“No tengo un quirk, pero eso no significa que no pueda ser fuerte,” murmuró mientras practicaba saltos y acrobacias, mejorando su agilidad con cada día que pasaba. “Voy a encontrar mi propio camino.”
A medida que los días se convirtieron en semanas, la dedicación de Izuku se volvió evidente. Pasó horas en el parque local, creando un campo de entrenamiento improvisado. Empezó a visualizar los poderes de Apollo en su mente, intentando canalizar su energía. Se concentró en la luz del sol, sintiendo su calidez y buscando esa conexión divina que anhelaba.
La Luz y el Calor
Una tarde, mientras entrenaba, sintió un cambio en su cuerpo. Se concentró en la luz del sol y, de repente, una pequeña esfera de luz comenzó a formarse en su mano. “¡Esto es increíble!” exclamó, sintiendo la energía fluir a través de él. Era como si Apollo le estuviera guiando desde el más allá. La esfera brillaba intensamente, recordándole la explosión de energía solar que había visto en la batalla.
“Debo aprender a controlarlo,” se dijo, mientras empezaba a lanzar la esfera al suelo, creando pequeñas explosiones de luz que iluminaban su entorno. Con cada explosión, sentía cómo se acercaba más a su ideal de ser un héroe. “Este poder... puedo usarlo para proteger a otros.”
Sin embargo, no se detuvo ahí. Izuku también comenzó a trabajar en su velocidad y resistencia. Empezó a hacer carreras cortas, corriendo a su máxima velocidad, sintiendo cómo su cuerpo se adaptaba. A menudo caía y se levantaba, recordando las dificultades de su infancia. Cada caída era una lección, cada rasguño un recordatorio de que la perseverancia era clave. Se repitió a sí mismo: “Si Apollo pudo levantarse y seguir luchando, yo también puedo.”
Reflexionando sobre su Pasado
Mientras corría, Izuku recordó sus años de sufrimiento, cuando había sido objeto de burlas y desprecio por no tener un quirk. “Me sentía tan impotente,” reflexionó, “pero eso ha cambiado. No soy solo Izuku Midoriya; soy la reencarnación de Apollo. Tengo un legado que cumplir.”
Se detuvo en un parque, con los ojos cerrados, dejando que el sol acariciara su rostro. En ese momento, se sintió más conectado que nunca con su pasado. “Apollo fue un dios, pero también cometió errores,” pensó. “No voy a dejar que esos errores me definan. Voy a aprender de ellos.”
La transformación de su espíritu comenzó a reflejarse en su personalidad. A medida que su confianza crecía, su actitud se volvía más optimista. Se dio cuenta de que podía enfrentar la adversidad con una sonrisa, así como Apollo había hecho. “Si voy a ser un héroe, debo ser alguien que inspire a otros a levantarse. Necesito ser esa luz que impida que la oscuridad consuma a los demás.”
Dominar las Habilidades
Con cada día de entrenamiento, Izuku fue capaz de manifestar más habilidades de Apollo. Aprendió a manipular la luz de maneras creativas: podía crear ilusiones, deslumbrar a sus enemigos y hasta calentar objetos a distancia. Empezó a imaginar cómo utilizaría esos poderes para salvar a otros, para ser el héroe que siempre había querido ser.
Una noche, mientras practicaba en su habitación, logró canalizar un rayo de luz hacia un espejo. “¡Esto es solo el comienzo!” se exclamó, viendo su reflejo brillar intensamente. Se sentía más fuerte, más seguro. “Apollo, voy a cumplir tu legado y el mío.”
Con el tiempo, también comenzó a entrenar con armas. Aunque no quería depender de ellas, sabía que sería importante. Utilizó palos y otros objetos que encontraba para practicar sus movimientos, incorporando la gracia y la precisión que había observado en la batalla entre Apollo y Leonidas. La espada que había visto en la arena se convirtió en su inspiración; se imaginaba blandirla con destreza, uniendo su fuerza con la luz que había adquirido.
La Decisión de Ser Héroe
En su viaje de autodescubrimiento, Izuku se dio cuenta de que la verdadera fuerza no provenía solo de los poderes divinos, sino de su deseo de proteger a los demás. “Apollo pudo haber sido un dios, pero también era un protector,” reflexionó. “Quiero ser esa luz para aquellos que están perdidos, que se sienten solos y sin esperanza.”
Con cada entrenamiento, su personalidad se transformó poco a poco. La inseguridad y la duda que una vez lo habían consumido comenzaron a desvanecerse. En su lugar, una determinación renovada florecía. “Si voy a ser un héroe, debo mostrarle al mundo que no se necesita un quirk para ser fuerte.”
A medida que pasaban los meses, Izuku dejó de verse como un niño sin futuro. Se convirtió en un guerrero en su propio derecho, decidido a luchar contra la oscuridad que acechaba a su alrededor. “No importa lo difícil que sea, no me rendiré,” se prometió, una chispa de luz brillando en su corazón.
El Encuentro con Apollo
Un día, mientras se encontraba en su campo de entrenamiento, sintió una presencia familiar. Al abrir los ojos, vio una figura luminosa ante él. Era Apollo, radiante y lleno de luz. La conexión que sentía era innegable.
Apollo: “Has trabajado duro, Izuku. Estoy orgulloso de ti.”
Izuku, con los ojos llenos de determinación, respondió: “He estado entrenando para dominar tus habilidades. Quiero ser el héroe que el mundo necesita.”
Apollo sonrió, su luz iluminando el área. “Recuerda, no se trata solo de poder. Se trata de la intención detrás de ese poder. La verdadera fuerza viene de proteger a los demás y ser una luz en la oscuridad.”
Izuku: “Prometo que seré esa luz. No solo para mí, sino para todos los que me rodean.”
Con esas palabras, el dios del sol asintió, desapareciendo lentamente mientras dejaba a Izuku con una sensación de calma y fortaleza. “Ahora sé lo que tengo que hacer,” se dijo a sí mismo, la determinación iluminando su ser. “Lucharé para ser un verdadero héroe, no solo por mí, sino por todos.”
Y así, con la luz del sol brillando sobre él y el legado de Apollo resonando en su corazón, Izuku Midoriya estaba listo para enfrentarse a su destino, un camino que lo llevaría a convertirse en un héroe que desafiara tanto a los dioses como a la oscuridad que amenazaba al mundo.
Fin del Capítulo 3
Descargo de Responsabilidad
Los personajes e imágenes utilizados en esta historia no son de mi autoría y pertenecen a sus respectivos creadores y autores. Esta obra es una reinterpretación y homenaje a las obras originales.
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El Dios del Sol
FantasyEn un mundo donde la mayoría de las personas poseen superpoderes, Izuku Midoriya es un niño que lucha por encontrar su lugar como "sin quirks". A medida que su sufrimiento aumenta debido a las burlas de sus compañeros, un encuentro inesperado con Ap...