La luna brillaba con fuerza en el cielo nocturno, iluminando la fortaleza de Lilith con un resplandor plateado. Sin embargo, dentro de su corazón, había sombras que no podían ser ahuyentadas por la luz. Izuku se sentó frente a ella, su rostro serio, sabiendo que había más en la historia de Lilith que simplemente un deseo de venganza o poder.
Lilith, al notar su mirada inquisitiva, decidió abrirse. "Mi vida comenzó en el Edén, un lugar que se suponía que era perfecto. Pero la perfección es a menudo solo una ilusión", comenzó, su voz llena de melancolía. "Era feliz, o al menos creía que lo era. Mi amor por Adán era puro, pero la envidia de los dioses se convirtió en una sombra sobre nuestra felicidad".
Izuku escuchó atentamente, sintiendo el peso de cada palabra. "Fui acusada de ser la causa de los problemas en el Edén. Los dioses, temerosos de nuestro amor y de la libertad que representábamos, decidieron mentir sobre mí. Me acusaron de haber incitado a Adán a la desobediencia, de haberlo llevado a conocer lo que era el deseo y la curiosidad".
"Pero la verdad es que simplemente quería ser escuchada, quería ser igual a él. Y cuando las voces de los dioses comenzaron a sembrar la duda en su corazón, vi cómo la confianza de Adán se desmoronaba. Él nunca creyó en mí. La traición de su desconfianza fue una puñalada en mi alma. Fui arrastrada fuera del Edén, marcada como la primera pecadora".
Los ojos de Lilith brillaban con lágrimas reprimidas, un dolor antiguo resurgiendo. "La expulsión fue brutal. No solo me sacaron de un paraíso, sino que me arrebataron el amor de mi vida. La traición de Adán fue una herida que nunca sanaría. Se supone que el amor debe ser eterno, pero el miedo y la envidia pueden destruirlo todo en un instante".
Izuku sintió un nudo en el estómago al escuchar su historia. "¿Y luego qué pasó?".
"Fui llevada al Infierno", respondió Lilith, su voz ahora más grave. "Un lugar que nunca elegí. Allí, la oscuridad me envolvió, y tuve que aprender a sobrevivir. Conocí a otros seres marginados, aquellos que habían sido rechazados, y en su compañía, encontré una nueva fuerza. Aprendí los secretos de la magia demoníaca, cada hechizo, cada conjuro, como una forma de empoderarme. Quería ser fuerte, no para odiar a los humanos, sino para nunca más ser una víctima".
La sala se llenó de un silencio pesado mientras Lilith recordaba su ascenso. "Me convertí en la reina del Infierno, una posición que nunca deseé. La gente me veía como la villana de la historia, la mujer que había traído la desgracia. Pero nunca sentí odio hacia la humanidad, ni siquiera hacia Eva. Ella era simplemente una víctima de las mismas intrigas que yo".
Izuku se inclinó hacia adelante, su voz suave. "Entonces, ¿por qué deberías ayudar a los que te despreciaron?".
Lilith sonrió con tristeza. "Porque a pesar de todo, sigo siendo parte de esta creación. No puedo cambiar el pasado, pero puedo decidir cómo manejar el futuro. No odio a los humanos; simplemente me han malinterpretado. La verdadera maldad no reside en mí, sino en aquellos que utilizan la mentira y la envidia para controlar".
Izuku sintió una conexión más profunda con Lilith. "Tu historia es dolorosa, pero también demuestra una fuerza increíble. No eres la villana que todos creen. Tienes el poder de cambiar esa narrativa".
"¿Cambiarla?", replicó Lilith, sus ojos brillando con determinación. "¿Cómo puedo hacer eso? ¿Alirarme con aquellos que me expulsaron?".
"Si luchamos juntos, podríamos demostrar que incluso los seres más oscuros pueden ser aliados en la luz", respondió Izuku, esperanzado.
Lilith observó al joven dios del sol, sintiendo que en él había una chispa de genuinidad. "Nunca he tenido a nadie que realmente creyera en mí. Tal vez, solo tal vez, tu fe en mí podría ser la clave para que la humanidad comprenda que no todos los demonios son malvados".
Izuku asintió, sintiendo que había una oportunidad de redención no solo para Lilith, sino también para él mismo. "Entonces, ¿lucharías por la humanidad?".
"Si eso significa que puedo redimir mi nombre y ayudar a otros a entender la verdad detrás de las mentiras, entonces sí, Izuku, lucharé. Pero esto no será fácil. El camino está lleno de sombras, y necesitaré tu luz para guiarme".
A medida que Lilith hablaba, Izuku pudo ver cómo su pasado había dejado cicatrices profundas, pero también había forjado una fuerza inquebrantable. Juntos, comenzarían a escribir una nueva historia, una donde la luz y la oscuridad pudieran coexistir y trabajar en armonía por un futuro mejor.
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El Dios del Sol
FantasyEn un mundo donde la mayoría de las personas poseen superpoderes, Izuku Midoriya es un niño que lucha por encontrar su lugar como "sin quirks". A medida que su sufrimiento aumenta debido a las burlas de sus compañeros, un encuentro inesperado con Ap...