Capítulo 80: Duodécima Ronda del Ragnarok: La Diosa Serpiente vs. Thot

2 0 0
                                    

La arena del Ragnarok brillaba con una intensidad sobrenatural mientras los espectadores esperaban ansiosos el inicio de la duodécima ronda. Un silencio reverente se apoderó del lugar, y todos los ojos se posaron sobre Heimdall, el guardián de las puertas del Valhalla, quien se disponía a presentar a los contendientes.

Presentación:

"¡Damas y caballeros, seres de luz y sombras! La batalla que están a punto de presenciar será una confrontación de sabiduría y fuerza, de magia y poder! A mi derecha, el dios egipcio de la sabiduría, el guardián de los secretos antiguos y la escritura sagrada… ¡THOT!"
Thot se adelantó, su figura envuelta en un manto de estrellas que brillaban con sabiduría. En su mano, sostenía un bastón decorado con jeroglíficos, cada uno pulsando con energía mágica. Con pasos elegantes, observó a su oponente con una mezcla de respeto y determinación. En su mente, cada palabra, cada símbolo tenía un significado profundo, y estaba preparado para utilizar todo su conocimiento en la batalla.

"Y a mi izquierda," continuó Heimdall, “una guerrera cuya esencia es tan antigua como el tiempo, la diosa serpiente emplumada, maestra en el arte de la magia y el conocimiento, ¡QUETZALCÓATL!"
Quetzalcóatl entró en la arena como un torrente de energía, adornada con plumas brillantes que destellaban en un arco iris de colores. Su macuahuitl, una impresionante arma hecha de obsidiana y madera, resonaba con un poder ancestral mientras se preparaba para enfrentarse a Thot. En sus ojos ardía una pasión feroz, determinada a luchar por lo que creía y por aquellos que amaba.

El Comienzo de la Batalla:

Al sonar el cuerno de inicio, Quetzalcóatl fue la primera en atacar. Con una rapidez sorprendente, se lanzó hacia Thot, su macuahuitl brillando con luz propia. Realizó una serie de cortes precisos, mostrando su destreza y fuerza en combate cuerpo a cuerpo. Cada golpe se acompañaba de un grito de guerra que resonaba en la arena.

Thot, sin embargo, no se dejó intimidar. En un movimiento ágil, levantó su bastón y conjuró una barrera mágica. “Hechizo de Protección de Ra,” murmuró, creando una pantalla de luz dorada que desvió el primer ataque de Quetzalcóatl. La barrera vibraba al contacto, pero resistió, permitiendo que Thot se reagrupara. Sabía que necesitaba tiempo para evaluar la situación.

Quetzalcóatl, viendo que su primer ataque no había tenido éxito, decidió cambiar de estrategia. “¡Danza de las Serpientes!” exclamó, invocando a las serpientes de la tierra que comenzaron a rodear a Thot, tratando de enredarlo en un abrazo constrictor. Pero Thot, con astucia, hizo un movimiento de su bastón y conjuró una tormenta de viento que dispersó a las serpientes, desvaneciendo el hechizo.

Desarrollo de la Batalla:

A medida que la batalla continuaba, Thot comenzó a invocar poderosos hechizos a larga distancia. “Espejo de Anubis,” lanzó, creando una ilusión que confundió a Quetzalcóatl. La diosa serpiente se encontró rodeada de versiones distorsionadas de sí misma, luchando contra sombras que no eran reales. Sin embargo, Quetzalcóatl se centró, cerrando los ojos y respirando profundamente, confiando en su instinto.

“¡Canto de la Serpiente Solar!” gritó, creando una explosión de luz que disolvió las ilusiones y dejó a Thot expuesto por un breve momento. La claridad momentánea fue suficiente para que Quetzalcóatl lanzara un ataque directo, su macuahuitl surcando el aire en un movimiento devastador. Pero Thot, rápido como el rayo, invocó “Escudo de Sabiduría,” levantando una barrera que absorbió parte del impacto.

El combate se tornaba más intenso, y ambos guerreros comenzaron a mostrar el sudor de la batalla. Thot conjuró “Palabras de Poder,” palabras antiguas que resonaban con fuerza y cuya vibración parecía alterar el mismo tejido de la realidad. Un rayo de energía pura se disparó hacia Quetzalcóatl, quien en un giro elegante esquivó y contraatacó, propinando un fuerte golpe que hizo tambalear a Thot.

El Dios del SolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora