El Dios del Sol

Capítulo 18: La Ascensión del Héroe Solar

Después de la intensa batalla contra Stain y el tiempo que Izuku había pasado junto a Burnin, su mente estaba llena de pensamientos y sentimientos contradictorios. A pesar de haber ganado en la confrontación con el asesino de héroes, aún sentía una carga pesada en su interior. El poder que había recibido de Apollo era inmenso, pero en su corazón sabía que aún había más que aprender y dominar. Decidido a superar sus limitaciones, Izuku se retiró a un lugar tranquilo, un claro iluminado por el sol, donde podría meditar y profundizar en su conexión con el poder de Apollo.

Preparación Mental

Izuku se sentó en el suelo, cruzando las piernas en posición de loto. Cerró los ojos y respiró profundamente, sintiendo cómo el aire llenaba sus pulmones. El canto de los pájaros y el suave susurro del viento lo rodeaban, creando una atmósfera de calma. "Esto es lo que necesito", pensó. "Tengo que hablar con Apollo y descubrir cómo puedo llegar a ser más fuerte".

Al concentrarse en su respiración, empezó a sentir un calor familiar que se deslizaba a través de su cuerpo. Era el poder de Apollo, esperando ser invocado. "Apollo", murmuró, "ven a mí".

La luz brilló en su mente, y en un instante, Izuku se encontró en un vasto espacio brillante, donde la luz del sol lo rodeaba por todas partes. Allí, en medio de la luminosidad, estaba Apollo, con su radiante presencia y su mirada sabia.

—Bienvenido, Izuku —dijo Apollo con una voz que resonaba como el eco del sol—. Has venido a buscar fuerza, pero la verdadera fortaleza viene de dentro.

Izuku asintió, sintiendo el peso de la responsabilidad sobre sus hombros. "Quiero dominar mis poderes. No quiero sentirme débil nunca más".

El Entrenamiento Comienza

Apollo extendió su mano, y ante Izuku aparecieron esferas de luz que flotaban en el aire. Cada esfera contenía una técnica específica que Izuku había aprendido y debía perfeccionar. Apollo explicó cada uno de los poderes mientras flotaban alrededor de ellos:

1. Escudo Solar: Una barrera de energía que lo protegería de cualquier ataque. Apollo le mostró cómo conjurarla, y después de varias repeticiones, Izuku logró materializarla de manera instantánea.

2. Rayo Solar: El siguiente paso fue enfocar su energía y liberar un rayo de calor concentrado. Apollo le instruyó a concentrar su energía solar en un solo punto. Tras varios intentos fallidos, Izuku finalmente disparó un rayo que iluminó el espacio y dejó una marca en el suelo.

3. Sombra del Sol: Para esta técnica, Izuku tuvo que aprender a manipular la luz en su entorno. Con paciencia, Apollo le enseñó a crear ilusiones y a deslumbrar a sus oponentes. Izuku experimentó hasta que logró crear sombras que confundieron su propia percepción.

4. Fuego Solar: En este punto, Izuku ya podía invocar llamas doradas. Aprendió a aumentar la intensidad y a mantenerlas bajo control. Con cada intento, las llamas eran más brillantes y difíciles de extinguir.

5. Tormenta Solar: Al conjurar ráfagas de calor y luz, Izuku descubrió que podía afectar a múltiples enemigos a la vez. Apollo le mostró cómo amplificar la energía y crear una explosión de luz que desorientara.

6. Concentración Térmica: Esta técnica se centraba en aumentar el calor de su cuerpo. Apollo le enseñó a canalizar su energía para hacer que sus golpes fueran más devastadores. Izuku notó cómo su fuerza se multiplicaba cada vez que lo hacía.

7. Explosión Solar: La culminación de su energía acumulada en un solo ataque. Apollo le advirtió que esta técnica requería un gran control, y tras varios días de práctica, Izuku pudo liberar una explosión de luz y calor que dejó una huella en el suelo.