Capítulo 20: El Ascenso de Helios

7 0 0
                                    

Capítulo 20: El Ascenso de Helios

El sol brillaba intensamente sobre la ciudad, y aunque la paz había regresado después de la intensa batalla contra Endeavor, Izuku Midoriya sentía que algo en el aire había cambiado. Su victoria había sido un secreto bien guardado entre él y Endeavor; nadie sabía que había superado a uno de los héroes más poderosos del mundo. Mientras el día se deslizaba hacia la tarde, el joven héroe disfrutaba de un momento de tranquilidad, esta vez acompañado de Burnin, en una pequeña y acogedora cafetería del centro de la ciudad.

Una Cita Especial

La cita había sido una idea de Burnin, quien propuso salir a celebrar la culminación de su pasantía. "Después de todo lo que pasó, merecemos un descanso", le había dicho, con una sonrisa que iluminó el rostro de Izuku. Era una cálida tarde de primavera, y la atmósfera era perfecta para relajarse y disfrutar de la compañía del otro.

Mientras estaban sentados en la terraza de la cafetería, Burnin miraba a Izuku con admiración. “No puedo creer lo lejos que has llegado. Te vi pelear contra Endeavor, y fue asombroso. Has crecido tanto”, comentó, mientras jugueteaba con su bebida. Izuku, algo sonrojado, sonrió modestamente. “Fue una pelea difícil, pero lo importante es que aprendí mucho de él”.

La conversación fluyó naturalmente entre risas y miradas furtivas. Izuku no podía dejar de pensar en lo especial que era estar con Burnin. A medida que la tarde se convertía en noche, el cielo se tiñó de colores cálidos, creando un ambiente mágico.

De repente, una vibrante ola de energía recorrió el aire. Izuku sintió un escalofrío recorrer su espalda, como si algo estuviera por suceder. Sin embargo, tratando de ignorar la sensación inquietante, se concentró en la conversación. “¿Cuál es tu próximo paso después de las pasantías?”, preguntó Burnin.

Izuku reflexionó por un momento. “Quiero seguir entrenando y mejorar mis habilidades. No puedo quedarme estancado. Hay mucho que aprender y quiero estar a la altura de mis amigos y aliados”.

El Fenómeno Celestial

Mientras Izuku hablaba, una luz deslumbrante emergió en el horizonte, interrumpiendo la tranquilidad de la noche. Un pilar de luz dorada surgió de la nada, iluminando el cielo con una intensidad asombrosa. Los habitantes de la ciudad miraban hacia arriba, atónitos y maravillados, pero Izuku sintió una inquietud creciente en su interior.

“¿Ves eso?”, preguntó Burnin, su voz llena de sorpresa. “¿Qué crees que es?”

Izuku se puso de pie, sintiendo que la energía emanada de ese fenómeno era familiar, casi como una llamada a su ser. “No lo sé, pero siento que debemos averiguarlo”.

Sin pensarlo dos veces, se despidieron de la cafetería y se dirigieron hacia el lugar desde donde provenía la luz. A medida que se acercaban, la energía se intensificaba, y un extraño sentido de urgencia llenaba el aire. Era como si el universo entero estuviera prestando atención a lo que estaba por suceder.

La Manifestación de Helios

Al llegar al lugar, se encontraron con una figura brillante en el centro de la luz: Helios, el dios del sol. Su forma resplandecía con un calor intenso y su presencia era abrumadora. “He venido a buscar al que porta el poder del sol”, declaró, su voz resonando como un eco en la mente de Izuku.

Izuku sintió que el tiempo se detenía. “¿Por qué estás aquí?”, preguntó, su voz firme aunque temblorosa.

Helios sonrió, su luz intensificándose. “He sentido tu potencial y he venido a ofrecerte un desafío. Mi propósito es claro: convertir este mundo en una nueva estrella. Pero antes, necesito saber si eres digno de tal poder”.

“¿Convertir el mundo en una estrella?” Izuku se sintió invadido por la confusión. “No puedo permitir que eso suceda. La vida aquí es preciosa”.

“Tu determinación es admirable, joven héroe”, dijo Helios, su tono cargado de respeto. “Pero entenderás que no todos los seres pueden coexistir. Aquellos que no son dignos deben ser purificados. Es tu oportunidad para demostrar tu valía”.

Un Desafío Inminente

Burnin, al lado de Izuku, se sintió abrumada por la presencia de Helios, pero su instinto heroico la llevó a mantenerse firme. “No dejaré que hagas esto. Defenderemos nuestro mundo y a las personas que amamos”.

Helios miró a Burnin, y aunque su expresión era seria, había un destello de admiración en sus ojos. “La pasión que muestras es notable. Pero ten cuidado, la lucha que viene no será fácil. ¿Estás listo para enfrentarme, Izuku Midoriya?”

Izuku sintió cómo su corazón latía con fuerza. Había sido desafiado por un dios, pero no podía dar marcha atrás. “Sí. Estoy listo. Probaré que este mundo tiene valor y que podemos luchar por él”.

La luz de Helios brilló intensamente y, de repente, un campo de batalla se formó alrededor de ellos. La energía solar comenzó a concentrarse, creando un ambiente en el que el calor y la luz se intensificaron a niveles inimaginables.

Izuku, con el poder de Apollo corriendo por sus venas y una determinación renovada, se preparó para lo que sería la lucha más significativa de su vida. No solo se trataba de su poder, sino de todo lo que representaba: sus amigos, sus sueños y su futuro como héroe.

La Decisión de Izuku

A medida que el campo de batalla se configuraba, Izuku miró a Burnin, quien le ofreció una sonrisa de aliento. “Tú puedes hacerlo, Izuku. Confía en ti mismo”.

Con esa energía, Izuku se enfrentó a Helios, listo para demostrar que era digno de su poder y de su lugar en el mundo como héroe. Mientras la batalla comenzaba, él no solo lucharía por su vida, sino por la esperanza de un futuro brillante y lleno de vida.

A medida que el cielo se oscurecía, un nuevo capítulo comenzaba en su vida, uno que lo llevaría a explorar los límites de su poder y su capacidad para proteger a quienes amaba. La lucha por el destino de la Tierra había comenzado, y el destino de Izuku Midoriya estaba en juego.

El Dios del SolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora