Advertencia, esté capitulo contiene
escenas +18
Notita de autora: Les recomiendo escuchar "High for this" de the Weeknd.
Espero que disfruten mucho de este capítulo 🔥♣ ♣ ♣
Él me bajo de su regazo y camino en dirección a una extensa mesa llena de pinceles, tizas, vasijas y otros artilugios que desconocía sus nombres o funciones, la mesa estaba situada frente al gran ventanal.
El silencio llenó el lugar y por un instante pensé que se iba a arrepentir de lo que estaba por suceder y me sentí muy ansioso, me sentía en un limbo entre vergüenza y ansiedad, aún así, tras una pausa me habló.
— Jimin — alejó sus ojos de lo que había en la mesa y los centro en mí, mi respiración tarareó con nerviosismo y euforia —. Realmente quiero cogerte — bramo.
— ¿Q-qué te detiene?
— Porque no voy a abstenerme, no contigo, por eso — siseó — ¿Realmente quieres esto?
Me quedé estático por un momento y no por su pregunta/advertencia, sino más bien por el sonido de su voz, la cual sentí como una caricia que erizó mi piel.
— Si lo que quieres es intimidarme — una pequeña sonrisa apareció en mis pomposos labios y toqué el dobladillo de mi camisa para comenzar a alzarla —, déjame decirte que estas fracasando.
Sonrió y mierda... Namjoon debía sonreír más seguido, él era jodidamente atractivo (obvio lo era) , pero cuando reía, los hoyuelos de sus mejillas se veían hermosos.
Él era hermoso.
Dejé caer mi camisa a un lado y sin esperar demasiado, comencé a deslizar mi short por mis muslos bajó su feroz y hambrienta mirada, el moreno no dejó de observarme hasta que la prenda quedó a la altura de mis tobillos. Dejándome totalmente desnudo ante sus ojos.
Un brillo malicioso alumbró su mirada con advertencia.
— ¿Otra vez sin ropa interior?
— ¿Qué? — Enarqué una ceja — ¿Te intimidaste? — pregunté burlón y me acerque más a él —. No es como si ya no me conocieras.
— Eres demasiado descarado, Jimin — susurró, sin dejar de ver mis labios.
Me estremecí con fuerza, aún más cuando sus grandes manos me atrajeron a su cuerpo, antes de que yo pudiera siquiera decir algo más, él enredó sus dedos con autoridad en las hebras de mi nuca.
— Quiero probarte, no sabes cuánto deseo memorizar con mis dedos y, sobre todo con mi lengua cada rincón de tu sublime cuerpo.
Mi corazón se aceleró.
Namjoon comenzó a rozar sus labios por la comisura de los míos, podía sentir su erección tan dura como una roca en mi vientre.
— Apoya tus manos en la madera — ordenó roncamente — mirá siempre hacía la ventana, y no gires ¿Quedó claro?