POV. Kim Namjoon.
El delicioso sabor de la boca de él me fue exquisito; y lo deteste porque aquello no estaba bien, maldije mentalmente por permitir a mis dedos enredarse en sus hebras negras, estaba enloquecido, aún así ejercí presión y me aventure en su boca, lo hice gemir cuando mi lengua tomó con fuerza la suya y me tomé el tiempo de saborear y mordisquear sus pomposos labios.
Me aleje apenas.
— Dios — susurró sin aliento y con las mejillas sonrojadas.
— respira profundo — le dije en voz baja sin dejar de ver sus labios.
— No quiero ser atrevido, pero — alzó su rostro y ví el brillo malicioso en sus amarillentos ojos —, usted besa increíble.
— Joven Park-
— Jimin — me corrigió —. Por favor, llámame por mi nombre.
— Vuelva a su habitación.
— No quiero.
— No le estoy preguntando — alejé mis manos de su cuerpo —. No lo traje aquí con esa intención.
— Lo sé — respondió lentamente —, pero no puedo evitarlo, usted me gusta.
No respondí.
— ¿Lo estoy molestando?
Por supuesto que no.
Pero esto no es correcto, no es sensato.
— Vaya a dormir, descanse, más tarde se sentirá mejor y seguramente comprenderá que ésto no es correcto.
— No podré dormir — se acercó nuevamente a mí —, ¿Yo podría pedirle algo bastante atrevido?
No sabía precisamente que me pediría, pero mi mente comenzó a máquinar en las posibilidades.
— Sea claro — ordené — ¿Que es lo que quiere?
— Dormir con usted.
Todo en mi ardió ante aquella petición, sin duda alguna ese chico me estaba empujando al borde del precipicio.
— Pero si me dice que no — habló de repente —, si desea que yo vuelva a la habitación, lo haré — aseguró —. No quiero ser una molestia para usted.
Estuve a punto de decirle que se fuera, que aquello no era posible, ¿Dormir juntos? Sin duda eso sería firmar mi propia sentencia, aún así, no pude negarme.
Mis ojos oscuros cayeron sobre sus sonrojados y carnosos labios.
— Solo por esta vez.
Asintió y suspiré
Enredé mi mano en su muñeca y lo guíe a mi amplia cama con sábanas negras de seda, él se subió y gateo hasta el lado izquierdo, por mi parte rodeé la cama y me acosté en el derecho de espaldas a él.