Gian siguió mirando a uno de los espejos que colgaban cerca a la puerta de entrada con desaprobación, mientras la gente pasaba riendo a carcajadas a su alrededor, todos empujándose y llevando copas de alcohol en sus manos.
- ¿No crees que me veo fatal con esta ropa?
Se acomodó uno de los mechones desordenados de cabello y siguió mirando su reflejo con el mismo reparo de antes. La camisa blanca, la corbata a cuadros desarreglada, el pantalón negro y los zapatos de cuero no le sentaban ni gustaban para nada. Ni siquiera podía terminar de entender que estaba usando ropa formal.
Esa era una de las cosas que más odiaba.
La música electrónica sonó más fuerte y sintió unas manos sobre su hombro y el reflejo de un rostro sonriente apareció en el enorme espejo.
-Te ves hermoso, Gian, muy, muy hermoso.
- Si tú lo dices, fanática número uno... Aunque creo que acá la única hermosa sos vos.
Se giró hacia ella y tras observar la brillante sonrisa que tenía delineándole los labios y realzándole los ojos, la tomó del brazo y la llevó entre la multitud, que bailaban y cantaban sobre el campo de fútbol a más no poder. Era como si estuviesen listos para reventar el instituto con sus gritos y carcajadas. Gian arrebató dos copas de las bandejas que llevaba uno de los empleados y se tomó ambas en menos de tres tragos.
- El plan es este, tomamos mucho y terminamos bailando desnudos sobre las mesas, todos mojados en alcohol, ¿qué dices?
- ¡No, Gianfranco! Terminaremos detenidos en la comisaría - camila siguió mirándolo con los ojos muy abiertos, riendo a carcajadas.
- ¿Por qué?
- Por haber hecho todo eso.
- Imposible. Con nico hacíamos eso en todos lados a los que íbamos y nunca nos detuvieron. Es simple diversión.
La avispada canción se terminó y toda la gente, que antes nadia estado distrutando de la adrenalina de la música en todo el campo deportivo, empezó a regresar a su lugar entre jadeos y risas, buscando las bandejas de tragos para refrescarse la garganta.
- ¡Y el baile romántico del año va a ser inaugurado! ¡Saquen a bailar a sus parejas!
La voz de la animadora resonó en todo el espacio y los gritos entusiasmados se escucharon. Las parejas empezaron a salir y a llenar el lugar con sus besos y caricias.
- ¿Gian, bailamos?
- ¿Estás loca? Esperemos a que cambien de música, esta será para dormir.
- ¿Cómo para dormir?
- Será música romántica, ese tipo de música no se baila, es pura cursilería y da náuseas. Esperemos a la próxima y te prometo que salimos.
- ¿Por favor?
Se lo quedó mirando y exhaló, ¿cómo mierda podía resistirse a ese par de ojos mirándole de esa forma? Sujetó su mano y caminó hacia el centro de la pista, empujando a algunos cuantos antes de detenerse en medio de todos y ubicarla frente a él. Un sonido rasposo de guitarra eléctrica alborotó el campo y entonces The Story comenzó a sonar a todo volumen, mientras regresaba la mirada a su rostro y se encontraba con sus ojos reluciéndole más que nunca y su sonrisa tan sublime y enorme que temía que le doliese.
- ¿Y qué se supone que tengo que hacer? Te advierto que no sé bailar este tipo de música, cami.
- Solo bailar.
Estuvo al borde de oponerse, pero cuando sus brazos se acomodaron alrededor de su cuello y su cuerpo se pegó más al suyo, no pudo más que disimular una sonrisa y rodear su cintura con sus brazos y sentir la calidez de su aliento y sonrisa rozándole la boca.
- Entiendo que esté todo lo loco que quieras por ti, pero no sé por qué estoy haciendo esto. Si alguien me viese, posiblemente sería la burla del año - susurró contra su oído, intentando ocultar la sonrisa que empezaba a contornearse en sus labios - Aunque, ¿sabes algo?
- ¿Qué?
- No me importaría.
Ella rio bajito y los hoyuelos se acentuaron en sus bonitas mejillas, al tiempo que empezaba a mover sus pies de un lado hacia otro lentamente y Gian se quedaba tieso, solo siguiendo cada uno de los movimientos de su rostro con la mirada abstraída.
- Gracias por siempre ser así conmigo, Gian.
- Te cuento que en la mañana he hablado con mi madre y te manda muchos saludos. Está alegre que vaya a empezar clases acá y me haya adaptado
- ¿Qué? - Gian salió de su nube de pensamientos de golpe y enarcó una ceja, algo escandalizado - ¿No le has contado sobre vos y yo o sí?
Observó más escandalizado aún cómo Camila afirmaba con la cabeza y reía, acercándose más con los ojos cerrados y sus pasos suaves sonando sobre el césped, lentos y apacibles.
- ¿Y qué te ha dicho?
- Que me cuides mucho y que seas un buen novio.
- ¿Así de simple?, ¿lo aceptó así nada más?
- Solo me reclamó un poco porque no se lo había dicho antes. Aunque no te conoce, ella te quiere mucho también por todo lo bueno que eres conmigo, Gian, cariño.
- ¿¡Cariño!?
Gian se quedó mirándola un par de segundos con una divertida expresión de suspensión y luego rompió en carcajadas, observando sus mejillas sonrosadas y presionándola más contra sí en un golpe seco.
- ¿Con qué cariño, no? -gruñó en su cuello, dejando besos rápidos e impulsivos por todo su cuello, mientras ella abría los ojos entre risas dulces - Cariño, cariño, cariño.
Se siguieron riendo y escuchó cómo el sonido de la guitarra aumentaba unas cuantas notas más. Incluso, cuando el ambiente estaba repleto de risas, gritos y humo, en ese momento solo existía él y camila. Nada más que él y camila.
- Perdóname por esa vez. No debí dejarte allí
- ¿Cuál vez?
- Esa noche en la que me pediste que me quede contigo en la cama. Pienso en eso mucho y es algo que me quema las neuronas cada vez que lo hago -dejó escapar el aire lentamente - Sé que fue una estupidez y si pudiese volver atrás, no lo haría. Me quedaría ahí con vos, abrazándote y acariciándote hasta que te duermas.
Sus ojos se hicieron más cálidos y se ruborizó un tanto, moviendo sus pies al ritmo de la melodía, mientras su tibio aliento rozaba sus labios y agitaba todo su corazón. La sonrisa centelleó en su boca y volvió a cerrar los ojos, acercando su rostro al suyo hasta que sus pestañas se acariciaran, mientras su cuerpo se movía lentamente al son de la guitarra.
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Inocencia Pasional |giamila|
Lãng mạnHay cinco cosas que vuelven loco a gian. 1: La forma en la que el rostro inocente de camila se torna carmesí cuando él le susurra cosas indebidas al oído. 2: Cómo camila desciende la mirada cada vez que lo siente cerca. 3: Como camila se resiste cua...