ও𝕊𝕆ℝ𝔻𝕆ও⟬ܻժׁׅ݊ɑׁׅ֮ϐׁꪱׁׁׁׅׅׅժׁׅ݊ꫀׁׅܻ݊ƙׁׅυׁׅ⟭

prologo

El viento frío de la noche acariciaba el rostro de Izuku Midoriya mientras observaba las luces de la ciudad desde lo alto de un edificio abandonado. El silencio lo envolvía, no solo porque estaba solo, sino porque el mundo entero se había apagado para él. Desde aquel accidente durante un combate con un villano, había perdido completamente la audición.

El chico se sentía atrapado en su propio cuerpo, desconectado de todo. No podía escuchar los consejos de All Might, las palabras de aliento de sus amigos o incluso los sonidos cotidianos que alguna vez le resultaban reconfortantes. Todo se sentía distante.

Pero esa noche, Dabi estaba ahí. Silencioso, como siempre, pero presente. El villano se apoyó en una pared cercana, con su rostro cubierto por las sombras, observando a Izuku. Aunque ninguno de los dos lo había admitido, había una extraña conexión entre ellos, una que había comenzado a crecer con cada encuentro, con cada batalla y cada conversación. Aunque ahora, las conversaciones eran diferentes.

Izuku levantó la mirada y lo vio. Sabía que Dabi no le hablaría con palabras, pero eso no importaba. El villano se acercó lentamente, y sin decir nada, se sentó a su lado. El fuego azul de sus cicatrices brillaba tenuemente bajo la luna.

Dabi tomó la mano de Izuku, un gesto inusual en él, y comenzó a escribir con su dedo en la palma de Midoriya.

"No importa si no puedes escuchar..."

Izuku sintió cada trazo en su piel, su corazón latiendo más rápido a medida que las palabras se formaban en su mente. Las yemas de los dedos de Dabi eran cálidas, pero suaves, un contraste con su fría personalidad.

"Siempre estaré aquí."

Los ojos de Izuku se llenaron de lágrimas. Aunque no podía oír, esas palabras resonaron en lo más profundo de su ser. Sabía que, a pesar de las diferencias, a pesar de la vida de villano de Dabi, había algo entre ellos que trascendía el sonido, el caos y la violencia. Algo que ninguno de los dos podía explicar fácilmente.

Izuku cerró los ojos por un momento, dejando que las lágrimas rodaran por sus mejillas, mientras asentía lentamente. No necesitaba palabras para responder, no necesitaba el sonido para sentir lo que Dabi le estaba ofreciendo. Era un amor silencioso, pero profundo, uno que no requería nada más que estar presentes el uno para el otro.

Dabi, al verlo tan vulnerable, acercó su frente a la de Izuku, un gesto íntimo que solo los dos compartirían. Aunque Dabi nunca había sido alguien que expresara su cariño abiertamente, en ese momento sabía que las palabras eran innecesarias. El silencio era suficiente para que ambos entendieran lo que sentían.

Y así, en la quietud de la noche, en un mundo donde el sonido ya no existía para Izuku, Dabi le demostró que el amor no necesitaba ser escuchado para ser real.

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Esta es mi primera historia de dabideku, espero que tenga apoyo

Byeee💗