El día siguiente amaneció tranquilo, con el sol filtrándose suavemente por las ventanas de su pequeña casa en las afueras de Kamakura. Izuku y Dabi, aún acurrucados bajo las sábanas, disfrutaban de la comodidad que solo una mañana sin preocupaciones podía ofrecer. El aroma del café recién hecho flotaba en el aire, una invitación a comenzar otro día juntos.Dabi abrió los ojos primero, mirando a Izuku dormir con una leve sonrisa en sus labios. Verlo así, tan relajado, hacía que todo lo que había dejado atrás valiera la pena. Estiró su mano para acariciar suavemente su cabello, y esa pequeña acción despertó a Izuku, quien parpadeó lentamente antes de sonreír al verlo.
—Buenos días —dijo Izuku en voz baja, su rostro aún entre sueños.
—Buenos días —respondió Dabi con una sonrisa—. Hoy parece que va a ser un buen día.
Izuku se estiró perezosamente, disfrutando del calor que compartían. —Sí, lo será. Cada día contigo es bueno.
Ambos permanecieron en silencio durante unos minutos, disfrutando de la compañía tranquila del otro. Sin embargo, había una emoción en el aire, algo que ambos podían sentir pero que aún no habían puesto en palabras. El futuro, tan cercano, se sentía más brillante que nunca.
—¿Sabes? —comenzó Izuku después de un rato—. Estuve pensando en lo que hablamos ayer... sobre el futuro, la familia y todo eso.
Dabi lo miró, curioso. —¿Sí? ¿Qué pensaste?
Izuku se incorporó un poco, apoyándose en un codo para mirarlo mejor. —Bueno, creo que podríamos comenzar a pensar en cómo queremos que sea nuestra vida en los próximos años. No solo seguir improvisando, sino realmente planear. Hemos dejado mucho atrás, y ahora podemos construir algo estable. No tiene que ser ahora, pero me gustaría empezar a soñar con esos planes.
Dabi lo observó en silencio, viendo la seriedad en los ojos de Izuku. Había aprendido a confiar en él, a apoyarse en su optimismo y determinación. Y ahora, cuando hablaba de futuro, de familia, de estabilidad, sentía que estaba listo para dar ese paso. Por mucho tiempo, su vida había sido incierta, caótica, pero con Izuku, las cosas siempre parecían más claras.
—Me parece una buena idea —respondió Dabi finalmente, su tono más suave de lo usual—. Estoy listo para comenzar a soñar contigo. Lo que quieras, lo construiremos juntos.
Izuku sonrió ante esas palabras. Sabía lo importante que era para Dabi comprometerse con algo así, y su apoyo significaba todo. —Me encantaría que pensáramos en tener un lugar más grande algún día. Un hogar donde podamos comenzar una nueva etapa, quizás con un jardín... algo sencillo, pero nuestro.
Dabi asintió, visualizando la idea. —Un jardín suena bien. Podría plantar algunas flores o algo que nos recuerde lo lejos que hemos llegado.
—Y si en el futuro decidimos formar una familia, también quiero que tengan un lugar donde crecer felices —agregó Izuku, su voz llena de esperanza—. Un lugar lleno de amor y paz, algo que ambos nunca tuvimos del todo.
Dabi lo miró, viendo la luz en sus ojos, y sintió una calidez que no era solo física. Era un tipo de felicidad que jamás pensó que podría alcanzar. —Tendrán todo eso —respondió, su tono bajo pero lleno de determinación—. Si tenemos una familia, haremos todo lo posible para que tengan una vida mejor que la que nosotros conocimos.
El silencio que siguió estuvo lleno de promesas silenciosas. Ambos sabían que lo que estaban diciendo no eran solo sueños, eran planes. Y estaban dispuestos a trabajar para hacerlos realidad.
—Por ahora, estoy feliz con nosotros dos —dijo Izuku, inclinándose para besar suavemente a Dabi—. Tenemos todo el tiempo del mundo para pensar en el futuro.
Dabi respondió al beso, profundo y lleno de amor. —Sí, tenemos tiempo. Pero no me importa hacia dónde vayamos, siempre que sea contigo.
Izuku lo abrazó más fuerte, dejando que la emoción del momento lo envolviera. Sabía que, juntos, podrían lograr cualquier cosa. El futuro, con todos sus misterios, ya no le daba miedo. Con Dabi a su lado, cada paso hacia adelante sería una nueva aventura, llena de posibilidades.
El sol continuaba elevándose en el cielo, iluminando su pequeño hogar mientras hablaban de sus sueños. Izuku sabía que habían dejado atrás las sombras de sus antiguas vidas, y ahora estaban en un lugar donde podían construir una vida llena de amor y esperanza. El mundo les pertenecía, y estaban listos para enfrentarlo, juntos.
Y así, mientras la mañana avanzaba y el aroma del café les recordaba que era hora de empezar el día, los dos se levantaron, listos para enfrentar lo que el futuro les deparaba, sabiendo que, no importaba qué, lo harían siempre el uno junto al otro.
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Espero que les guste🌸
Palabras:786
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ও𝕊𝕆ℝ𝔻𝕆ও⟬ܻժׁׅ݊ɑׁׅ֮ϐׁꪱׁׁׁׅׅׅժׁׅ݊ꫀׁׅܻ݊ƙׁׅυׁׅ⟭
RandomPos no se que decir DABIDEKU -++++ Espero que les guste mi historia