La vida continuaba para Dabi e Izuku, pero la forma en que compartían su día a día había evolucionado. Ahora, sus momentos juntos estaban llenos de una comodidad natural, esa clase de conexión que sólo se construye a través del tiempo y la confianza. Izuku, aún con su silencio innato, seguía siendo el faro de paz que mantenía a Dabi anclado, mientras que Dabi, con sus cicatrices y sombras, se había convertido en el protector que Izuku no sabía que necesitaba.Un día, mientras caminaban por las calles de la ciudad al atardecer, Izuku notó que Dabi estaba más pensativo de lo habitual. Aunque Dabi no lo decía en voz alta, Izuku podía percibir cuando algo lo inquietaba. Le apretó la mano suavemente, preguntándole con la mirada qué estaba pasando. Dabi lo notó, y aunque su primera reacción fue esquivar la preocupación, supo que ya no podía ocultar cosas frente a Izuku.
Cuando llegaron a un pequeño parque, se sentaron en un banco bajo un árbol florecido. La brisa ligera movía las hojas, y el aire estaba lleno del dulce aroma de las flores. Dabi sacó la libreta que siempre llevaba consigo para estos momentos. Empezó a escribir, sus manos moviéndose con lentitud, como si cada palabra fuera difícil de poner en el papel.
"Hay algo de lo que he estado pensando..." escribió, pasándole la libreta a Izuku.
Izuku leyó las palabras con atención, levantando la mirada hacia Dabi, esperando que continuara.
"Sé que hemos encontrado algo hermoso juntos, algo que nunca pensé que podría tener. Pero... también sé que mi pasado sigue siendo un peso enorme. No quiero que eso te arrastre conmigo."
Izuku se quedó en silencio por un momento, asimilando lo que Dabi había escrito. Luego, tomó el bolígrafo y comenzó a escribir su respuesta.
"Tú no eres tu pasado, Dabi. Sí, has pasado por cosas difíciles, pero eso no define quién eres ahora. Y definitivamente no define lo que podemos construir juntos."
Dabi leyó esas palabras y, por un momento, sintió que algo se rompía dentro de él, pero no de una manera dolorosa. Era más como si una barrera que había mantenido erguida por tanto tiempo finalmente se desmoronara, dejando espacio para algo más.
—Izuku —dijo en voz baja, y aunque Izuku no podía escucharlo, vio la forma en que Dabi movía sus labios, sus ojos brillando con emociones que no había mostrado antes.
El Futuro que Quiero
Más tarde, esa misma noche, después de haber compartido una cena tranquila, se encontraron acostados en la cama, uno al lado del otro, bajo las mantas. Izuku descansaba con la cabeza sobre el pecho de Dabi, y aunque el silencio lo rodeaba, se sentía completamente a salvo. Dabi, por su parte, no podía evitar mirar al techo, su mente llena de pensamientos sobre el futuro. Había algo que sabía que debía decir, algo que llevaba tiempo considerando, pero nunca había tenido el valor de pronunciar.
Tomó la libreta de nuevo y comenzó a escribir, más rápido esta vez, como si finalmente estuviera listo para decir lo que había estado guardando.
"¿Te gustaría que fuéramos más allá? No sólo vivir el presente, sino pensar en algo más permanente, más... comprometido. Quiero que estemos juntos, no solo en el ahora, sino también en el mañana. No sé exactamente cómo será ese futuro, pero lo quiero contigo."
Izuku leyó las palabras lentamente, y cuando terminó, levantó la vista hacia Dabi. Sus ojos estaban llenos de una calidez que sólo Dabi conocía. Sin decir nada, Izuku se inclinó hacia él y lo abrazó con fuerza, su rostro oculto contra el pecho de Dabi. El simple gesto lo decía todo. No necesitaban un "sí" rotundo; el abrazo de Izuku era su respuesta.
Dabi, por primera vez en mucho tiempo, sintió una oleada de esperanza. Un futuro junto a Izuku no parecía imposible, ni lejano. Parecía alcanzable, algo que podría tener, algo que ambos podrían construir. Aunque las sombras de su pasado seguían acechando, ahora tenía algo más fuerte que esas sombras: el amor incondicional de Izuku.
Los Pasos Hacia Adelante
Los días siguientes estuvieron llenos de pequeñas decisiones sobre cómo querían compartir su futuro. No se trataba de grandes planes, sino de los pequeños detalles: cómo dividirían su tiempo, qué lugares les gustaría visitar, y qué tipo de vida querían construir juntos. Izuku, con su calma natural, ayudaba a Dabi a enfocarse en lo que realmente importaba: el presente y cómo disfrutar cada momento.
Un día, mientras paseaban por la ciudad, Dabi tomó a Izuku de la mano y lo condujo a una tienda de antigüedades. Izuku, intrigado, lo siguió sin hacer preguntas. Cuando entraron, Dabi buscó algo específico, algo que había visto tiempo atrás pero que no se había atrevido a comprar.
Finalmente, lo encontró. Un par de anillos sencillos, antiguos, pero llenos de historia. No eran lujosos ni ostentosos, pero eran perfectos. Tomó los anillos y se los mostró a Izuku. Su gesto fue claro, incluso sin palabras: quería que esos anillos simbolizaran lo que estaban construyendo juntos.
Izuku miró los anillos y luego a Dabi, sus ojos llenos de emoción. Asintió con la cabeza, aceptando el significado detrás de ese gesto. Dabi, con una sonrisa apenas visible, tomó la mano de Izuku y colocó el anillo en su dedo, un pequeño símbolo de todo lo que habían superado y lo que aún tenían por delante.
Cuando salieron de la tienda, no dijeron nada. No era necesario. Con sus manos entrelazadas, caminaron por las calles iluminadas por el crepúsculo, sabiendo que, pase lo que pase, estarían juntos para enfrentarlo.
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Actualice, ahora ya subo el cap 16 ^^
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ও𝕊𝕆ℝ𝔻𝕆ও⟬ܻժׁׅ݊ɑׁׅ֮ϐׁꪱׁׁׁׅׅׅժׁׅ݊ꫀׁׅܻ݊ƙׁׅυׁׅ⟭
De TodoPos no se que decir DABIDEKU -++++ Espero que les guste mi historia