Los días pasaban, pero para Dabi e Izuku, cada uno parecía traer una nueva capa de descubrimientos sobre el otro. Habían aprendido a convivir con el silencio, pero ese silencio no era vacío, sino un espacio lleno de comprensión y confianza.Izuku, aunque sordo, era el que mejor escuchaba. Siempre notaba los pequeños detalles: el leve temblor en la mano de Dabi cuando estaba nervioso, la forma en que sus ojos se suavizaban cuando miraba algo que le importaba. Izuku era capaz de percibir cada cambio en su entorno con una sensibilidad única. Mientras tanto, Dabi, quien solía ser cínico y cerrado, empezaba a abrirse, dejando que Izuku viera todas las partes rotas de él.
Una tarde, mientras caminaban por las afueras de la ciudad, se detuvieron en una colina con vista al horizonte. El sol se estaba poniendo, pintando el cielo con tonos de naranja y púrpura. Izuku se sentó en la hierba, sonriendo mientras miraba las nubes y cómo el cielo cambiaba de color. Dabi se sentó a su lado, y por un momento, se quedaron en silencio, disfrutando de la paz del momento.
Dabi sacó su libreta, una que siempre llevaba para comunicarse mejor con Izuku cuando las expresiones y los gestos no eran suficientes, y comenzó a escribir algo. Izuku, mientras tanto, recogía algunas pequeñas flores silvestres, concentrado en los delicados pétalos. Cuando Dabi terminó de escribir, le pasó la libreta a Izuku, que la recibió con curiosidad.
"He estado pensando en algo, desde hace tiempo. No sé si soy lo suficientemente bueno para ti. Lo intento, y siento que puedo ser mejor cuando estoy contigo. Pero aún me cuesta. No soy el héroe que te mereces."
Izuku leyó las palabras con atención, y después de un momento, miró a Dabi, su expresión cálida y comprensiva. Agarró el bolígrafo de Dabi y comenzó a escribir su respuesta debajo del mensaje.
"No necesito un héroe perfecto, Dabi. No quiero que lo seas. Te quiero tal como eres. Me has demostrado que hay amor incluso en los lugares más oscuros. Eso es lo que importa para mí. Me has cuidado, me has protegido. Eso es todo lo que necesito."
Cuando Dabi leyó esas palabras, sintió una mezcla de alivio y esperanza. Izuku lo entendía en un nivel que nadie más lo había hecho antes. Para Dabi, que había pasado tanto tiempo luchando contra el mundo y contra sí mismo, esas palabras eran como un bálsamo. Le mostraban que no necesitaba ser algo que no era para ser amado.
Tomando la mano de Izuku, Dabi lo miró a los ojos. No necesitaba decir nada, porque en ese momento ambos sabían que estaban juntos en esto, sin importar lo que el futuro les deparara.
Un nuevo camino
Con el paso del tiempo, su relación comenzó a solidificarse de maneras que Dabi jamás había imaginado. No solo se trataba del cariño y el amor que compartían, sino de la comprensión profunda de sus diferencias y de cómo esas diferencias no los separaban, sino que los unían.
Había días difíciles, por supuesto. Dabi tenía sus momentos de duda, donde las cicatrices de su pasado lo golpeaban con fuerza, haciéndolo dudar de todo. Pero en esos momentos, Izuku siempre estaba allí. A veces con un abrazo, a veces simplemente quedándose a su lado, demostrando con su presencia que no importaba lo que sucediera, ellos estaban juntos.
Izuku, por su parte, encontraba en Dabi un refugio seguro. Alguien que no lo veía como "diferente" o "frágil" por ser sordo. Dabi lo veía como alguien fuerte, resiliente, y eso le daba a Izuku la confianza que necesitaba para enfrentar el mundo.
El deseo de un futuro
Una noche, mientras descansaban en la casa de Dabi, Izuku tomó la libreta y escribió algo que había estado pensando durante días. Se lo pasó a Dabi con una sonrisa nerviosa.
"¿Has pensado alguna vez en un futuro juntos? ¿Cómo sería si pudiéramos construir algo más allá de este momento?"
Dabi lo leyó, y por un momento, su corazón se aceleró. Nunca había pensado en el futuro. Para él, siempre había sido sobrevivir un día a la vez, sin esperar nada más. Pero con Izuku, la idea de un futuro no parecía tan aterradora. De hecho, parecía algo posible, algo deseable.
Dabi tomó la libreta y comenzó a escribir una respuesta, aunque las palabras le costaban.
"Nunca pensé en eso antes. Para mí, el futuro siempre fue incierto, algo que no valía la pena pensar demasiado. Pero contigo... contigo todo es diferente. Quiero intentar construir ese futuro, si estás dispuesto a hacerlo conmigo."
Izuku lo leyó y sonrió, sus ojos brillando con una mezcla de felicidad y emoción. Se inclinó y lo abrazó, su rostro escondido en el pecho de Dabi. En ese abrazo, ambos supieron que no importaba lo que el futuro les trajera. Estaban dispuestos a enfrentarlo juntos.
Esa noche, mientras dormían abrazados, el mundo a su alrededor se sintió más pequeño, más manejable. Dabi, que siempre había sentido que el mundo estaba en su contra, ahora sentía que podía encontrar un lugar en él. Y ese lugar estaba con Izuku, la persona que lo había aceptado en todas sus formas, que lo amaba a pesar de todo.
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!!Dos capítulos completos :D!!
Espero que les allá gustado
Byeeee💗
L@s amoUna fotito de mi Izubb
palabras:892
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ও𝕊𝕆ℝ𝔻𝕆ও⟬ܻժׁׅ݊ɑׁׅ֮ϐׁꪱׁׁׁׅׅׅժׁׅ݊ꫀׁׅܻ݊ƙׁׅυׁׅ⟭
RastgelePos no se que decir DABIDEKU -++++ Espero que les guste mi historia