Después de estar un buen rato con Pato en el bar, como en los viejos tiempo donde hablábamos y nos reíamos sin parar, fui directamente para la casa de Guido.—Nos vemos enana.—Pato me da un beso en la mejilla antes de bajarme del auto.
—Adios morocha.—le guiño mi ojo desde la ventanilla de su auto, y me doy vuelta para ir hasta la casa del rubio.
Toque el timbre, pero como pasaron unos minutos y no salía nadie, le mande un mensaje. Así estuve como cinco minutos esperando, y ya ansiosa toque timbre otra vez. Mire a mi costado abrazándome a mi misma y segundos después la puerta se abrió, pero no por Guido.
Enfrente mío estaba una piba, rubia, hermosa, alta y con un cuerpo perfecto. Algo enojada me recompongo, y todavía cruzada de brazos la miro antes de hablar.
—Hola,¿Esta Guido?—me mira sonriente y segundos después aparece el rubio detrás de ella.
—Pri decile al Joni que termine de sacar las cervezas. —la chica me sonríe algo incomoda, y se va dejándonos solos.—Hola...
Me mira sonriente, con sus ojos brillosos. No pude evitar ponerme algo vulnerable ante tal imagen, y que mis celos cesaran un poco.
—Hola...¿Interrumpo?—le preguntó tratando de no sonar tan celosa, pero Guido solo soltó una risita antes de agarrar mi brazo, y tirarme sobre el.
—Primero saludame bien morocha.—habla cerca de mis labios, pasando su mano por detrás de mi cuello y besando mis labios. No me resistí a no aceptarlo, y de forma boba sonreí entre el beso. —Segundo, no interrumpis nada, estoy con unos amigos.
—Ah, te convenía...—graciosa, pase mis brazos por sus hombros, apegándome mucho mas a el antes de besarlo con más intensidad.
—No quiero interrumpir...—hablo Joni apareciendo detrás del rubio. — Pero Fede volcó toda la cerveza.
Guido suspirando y rodando sus ojos, gira su cabeza y le indica solo con su brazo donde estaban las cosas para limpiar.
—Hola Mia, ¿como estas tanto tiempo?—jodiendo me sonríe, pero Guido sin mirarlo, pone su atención en mi besando mi mejilla.—Estas hermosa como siempre.
Parece que quería molestarlo al rubio, por eso cuando tiro ese comentario, Guido no tardo en mirarlo otra vez completamente serio. Yo soltado una carcajada lo abrazo mas apoyando mis labios suavemente en su mandíbula.
—Anda a limpiar lo que hizo Fede o te lo hago barrer con la lengua.—un brazo suyo envolvía mi cintura y el otro se estiro en el aire volviendo a señalar donde estaban las cosas para limpiar.
—Que mala onda che, decile algo a tu hombre Mia.— yo solo me reía sin despegar mis labios de la piel del rubio.
—Dale, vola de acá. —chasqueo sus dedos conteniendo su risa y puso su atención en mi apenas Joni desapareció.
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Cicatrices || Guido Armido Sardelli
FanficQuiero llevarme cada momento A todas partes, sin documentos Y voy buscando algún pretexto Para soltarte, y no lo encuentro