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( Taylor Swift "loml" de fondo)
—Mi....toma.— Franco me alcanzo un vaso de agua mientras que en su otra mano tenía una pastilla para mi ansiedad.
—No quiero.—corrí su mano para después tapar mi cara con mis manos.
—Mia necesito que te calmes. —hablo Enzo desde la puerta de mi habitación, con sus brazos cruzados y su mirada cansada.
—Todo esto es tu culpa...—quebré en llanto como si fuera una nena chiquita, abrazando mis piernas y mirándolo fijamente. —¡No tenias que decírselo, ¿y si lo escuchaba Guido?!
Mis palabras apenas eran entendibles, ya que por mi llanto ahogado me costaba hablar.
—Mia, Enzo hizo bien, Patricio ya se estaba pasando de la raya.—Thomi mirándome de una forma que parecía querer protegerme de todo el mundo, puso sus manos en mis rodillas acariciandolas.
—Pero no era la forma y el lugar...—mis lagrimas no cesaban, y de apoco mi pecho se empezó a cerrar mas.—Yo no quería que se enteré así...yo no quería.
Negaba con mi cabeza viendo a mi hermano que tragando duro, giro su cabeza poniendo su vista en Franco, que al igual que el, me miraba con mucha tristeza.
—Perdón Mi, pero no soporte que te hablé así. —Enzo camino unos pasos hasta quedar en frente de la cama.— sos mi hermana, no voy a dejar que te traten así, menos si no saben la verdadera historia. —negó con su cabeza.
—Quiero estar sola...—limpie algunas lagrimas, corriendo mi vista de mis tres hermanos y poniéndola en el ventanal.
Ellos no hablaron, solo Thomas y Enzo me dieron un beso en la frente, saliendo de la pieza sin chistar. En cambio, Franco lentamente se sentó en frente mío, apoyando sus brazos a mi alrededor y mirándome fijamente.
—Ese día, cuando terminaste en el hospital, yo me prometí que nada en el mundo te iba a lastimar...—buscaba mi mirada, pero yo solo observaba el cielo por a través del vidrio.—Los tres nos prometimos eso Mia, no hicimos esto para lastimarte mas, lo hicimos por que, sos tan buena y tan única que te dejas destruir por los demás. Dejas que te traten mal sin importar cuanto te hiera.
Con su pulgar limpio una lagrima que se me escapo de mi ojo, pero aun así, no lo miraba, no podía, por que sabía que me iba a romper en mil pedazos.
—Mia, tu paz es mas importante para nosotros, no te vuelvas loca pensando en los demás y tratando se entender el por que de algunas cosas.—con cuidado, pone su mano en mi cara y la corre, haciendo que mis ojos perdidos y cansados de soltar lagrimas, se pusieran sobre los suyos.—Solta todo lo que tengas a dentro, y descansa....
