05| Besar a Jeon Jungkook y sus consecuencias.

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Maia.

Me pasé dos años enamorada de Jeon Jungkook en la secundaria, y esta semana ya lo he besado dos veces.

 Ahora tiene su mano entrelazada con la mía, y solo pienso en eso mientras me hace subir las escaleras a toda velocidad. Parece que tiene prisa en irse, ya que sortea con soltura a los invitados en dirección a la salida. A diferencia de la mía, su piel está helada, pero el contraste no me parece desagradable. Al contrario, me recuerda cómo me he sentido antes, cuando esas mismas manos se han colado bajo mi camisa para tocar mi cintura, la presión de sus dedos sobre mi piel, su boca contra la mía.

Me ha besado. 

Jeon Jungkook me ha besado.

No pienso en las consecuencias hasta que estamos afuera.

—No puedo irme todavía —digo, consciente de que tengo que volver y hablar con Hanna.

—Lo único que tienes que hacer es irte a casa.

Me suelta la mano. Enseguida siento el frío colándose entre mis dedos. Me agarro la muñeca por instinto. Él se aleja unos pasos y saca el móvil para llamar a alguien.

—¿Qué haces? —pregunto con desconfianza.

—No he traído mi auto, pero Hoseok puede llevarte.

—No pienso ir a ninguna parte. —De repente, recuerdo lo que ha pasado—Tengo que volver ahí dentro y hablar con Hanna.

Suspira cansado y se planta entre la escalera y yo.

—No vas a hablar con nadie.

—Voy a hacer lo que me dé la gana. ¡Muévete!

—¿Puedes escucharme por una puta vez?

—¡No! —Y le estampo las manos en el pecho—. ¿Se puede saber a qué coño ha venido eso?

—¿A qué ha venido qué?

—¡Me has besado!

—Y tú me has devuelto el beso. Fin de la historia.

—¡Sabías que Hanna y Namjoon estarían ahí cuando abrieran la puerta! Has esperado al momento justo porque querías que nos vieran. —Sigo empujándolo con las manos—. ¡Ha sido un truco sucio y rastrero!

Se encoge de hombros.

—Podrías haberte apartado.

—¡No intentes repartir la culpa!

—Es exactamente lo mismo que hiciste el sábado pasado, Maia. No me jodas.

—¡Pero no delante de Hanna! —estallo, sintiendo que la ira me consume—. Sabes que está obsesionada contigo. La has rechazado esta noche, y que me hayas besado frente a sus narices... ¡Mierda, Jungkook, soy su mejor amiga! ¿Cómo crees que se habrá sentido?

Hay un cambio en su actitud, y cuando sus ojos conectan con los míos, parece que siente lástima, aunque no se hacia quién de las dos.

—Mi intención era hacerle daño a ella —aclara en voz baja.

—Pues lo hemos hecho. Los dos. Y será peor si no voy y se lo explico.

Logro esquivarlo para entrar, pero me agarra del brazo.

—No vas a volver ahí —dice—. No es buena idea.

—¿Por qué no?

—Van a acabar contigo.

—¡Puedo defenderme sola!

—No delante de Namjoon y sus amigos.—Y con eso me desarma. Casi me vengo abajo. Tiene razón, me intimidan, y me molesta que se haya dado cuenta.—Esa es la única razón por la que te he sacado de la fiesta. Tómalo como un favor.

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