𝐔𝐧 𝐦𝐢𝐥𝐥ó𝐧 𝐝𝐞 𝐫𝐚𝐳𝐨𝐧𝐞𝐬 [Draco×OC]

33: Katie Bell y el collar: primer intento

N/A: El capítulo es un poco largo, pero tómenlo como la calma antes de la tormenta (les doy una pista: fuego). Además quién no quisiera leer al mismísimo Draco Malfoy enamorado? <3

Narra Ángeles

– ¿Te parece que use esto? – dije enseñando un par de pantalones ajustados de un material similar al cuero.

– Angie, has estado buscando qué ponerte hace dos horas... – dijo con hastío – Cualquier cosa que te pongas seguro va a gustarle, quiero decir, todo te queda bien.

– Por favor, Theo – dije rodando los ojos – esto es importante para mí y no quiero verme mal. ¡He estado esperando un momento así durante años!

– "¿Un momento así?" ¿A qué te refieres con así? Es una estúpida cita con Malfoy en "Las Tres Escobas", nada más...

– ¡Exacto! ¿Qué tal si me pide ser su novia o algo? Debo verme medianamente presentable, ¿no crees? Además, ya le pedí que me acompañe a la cena de navidad de Slughorn, quiero que vea que su chica puede vestirse bien – dije sonriendo con orgullo.

– ¿Su chica? – dijo con un tono más burlón de lo que me hubiera gustado oír – ¿Desde cuándo eres su chica?

– No te burles, Theo – dije riendo sonrojada – lo entenderás cuando te enamores.

– Mhm... – contestó sin mirarme.

Sin prestar atención a Theo y a su, justamente, falta de atención, había optado por esos pantalones. Como hacía algo de frío, me había decidido también por un suéter verde oscuro oversize, junto a los borceguíes verdes que había usado más de una vez. Elegí un maquillaje sutil, cosa de no espantar a Draco con un maquillaje nocturno para tener una cita a plena luz del día. Su anillo aún acompañaba mis manos, cuyas uñas había pintado de negro.

– ¿Y bien? – dije girándome hacia Theo – ¿Qué te parece?

Theo, quien estaba recostado sobre mi cama, apoyado en la pared, se incorporó, quedando sentado en ella. Me miró de arriba abajo justo antes de levantarse y tomar mi mano, haciéndome girar.

– Te ves... Te ves genial, Angie – dijo con una sonrisa.

– ¿Crees que voy a gustarle? – pregunté nerviosa.

– Malfoy estaría loco si no le gustaras – dijo aún sonriendo, con una mirada suave.

Theo siempre sabía la manera de hacerme sentir bien, aunque tal vez no fuera esa su intención. Era muy atento, y, aunque sabía que Draco no le caía nada bien, estaba logrando, de a poco, portarse mejor conmigo cuando se trataba sobre Draco. Después de todo, eso hacen los amigos, ¿no? Apoyan tus decisiones siempre y cuando sepas lo que estás decidiendo.

– ¿Ya son las cuatro? – pregunté viendo mi reloj – ¡Mierda! ¡Debo irme o llegaré tarde! Adiós, Theo – dije dándole un beso en la mejilla – cierra todo cuando salgas.

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Había llegado justo a tiempo para ver a Draco en una mesa, esperándome. Debía ser la primera vez que lo veía con ropa informal, con un abrigo negro y su bufanda de Slytherin, además de la mirada fría y desafiante que siempre tenía cuando se encontraba solo... Estaba en condiciones de afirmar que era el chico más atractivo que había visto en mi vida.

Al oír mis pasos, su mirada se encontró con la mía, despertando una sonrisa en él.

– Lamento llegar tarde – dije sonriendo, dejando mi bolso en la mesa – no sabía qué ponerme.