VEINTISEIS

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Maratón 3/4

Ian

Tres años atrás.

Sentado en mi oficina, con la luz del atardecer filtrándose por las ventanas, jugueteaba con las llaves de mi casa. Sabía que debía hacerlo. Lo había planeado por mucho tiempo, pero ahora, con la realidad frente a mí, había una pequeña voz en mi cabeza que me decía que no era lo correcto.

Sin embargo, el orgullo y la necesidad de cerrar el capítulo con Jade pesaban más, sabía que la empresa era mía así que no me preocupaba nada.

Alan, el hermano de Rebecca, estaba frente a mí, con su habitual traje impecable y esa expresión de profesionalismo calculado.

Sabía que podía confiar en él para esto. Después de todo, él había sido parte de todo desde el principio, manejando los asuntos legales que yo no quería tocar directamente.

—Aquí están las llaves —dije finalmente, entregándoselas. Las sentí frías en mi mano, un objeto tan insignificante pero que ahora significaba mucho más—. Entra a la casa cuando no haya nadie. Los papeles están en la oficina, en el tercer cajón del escritorio, justo donde siempre los tuve.

Alan asintió, tomando las llaves con calma, como si fuera cualquier tarea más en su día.

Pero ambos sabíamos lo que significaban esos papeles. Eran los documentos del divorcio, firmados y listos desde hace meses, incluso antes de que Jade sospechara de lo que yo estaba planeando.

Quería tener todo preparado por si las cosas se complicaban. Si Jade descubría algo o si simplemente las cosas llegaban a su inevitable final o como ahora que se que en pocos días papa me dará la empresa, estaría cubierto. Nunca he pensando si  ella lo firmaría, pero eso no significaba que no tendría el control.

—No te preocupes, Ian —dijo Alan, revisando las llaves en su mano—. Entraré, sacaré los papeles y me encargaré de todo. Cuando los tenga, se los enviaré a Jade, como si fuera algo reciente. No sospechará que han estado listos desde hace mucho tiempo. Será un proceso limpio.

Asentí, aunque esa pequeña punzada de culpa seguía ahí, en algún rincón de mi mente.

—Eso es lo que necesito —dije, tratando de sonar seguro—. Jade no puede saber que esos papeles estuvieron preparados desde antes. No debe sospechar que esto fue planeado.

Alan me miró fijamente, con ese gesto frío que siempre tenía en los negocios.

—Lo sé, Ian. Ella no lo descubrirá. Todo se manejará con discreción. Tú sigues adelante con tu vida, y yo me encargo del resto.

La forma en que lo dijo me hizo sentir como si todo fuera una simple formalidad.

Pero no lo era, no para mí. Durante mucho tiempo, pensé que Jade y yo podríamos tener algo, lo que fuera que quedara de nuestra relación. Pero con Rebecca en mi vida, todo había cambiado en realidad Becca nunca fue un impedimento en mi vida. Y ahora, esto era solo otro paso para asegurar que lo que había comenzado con ella no se desmoronara.

—Rebecca no sabe nada de esto, ¿cierto? —le pregunté a Alan, sabiendo que podía confiar en su lealtad hacia su hermana, pero queriendo asegurarme.

—No —contestó él, mirando a su reloj como si fuera una mera formalidad—. No le he dicho nada. Y no lo haré. Sabes cómo es Rebecca, prefiere no involucrarse en estos asuntos hasta que sea necesario. Deja que sea una sorpresa agradable para ella cuando todo esté resuelto.

Suspiré, sintiendo que cada vez estaba más profundo en este juego que yo mismo había creado. Un juego en el que no había vuelta atrás.

—Está bien. Confío en ti para que todo salga como lo planeamos.

Alan asintió y se levantó, guardando las llaves en su bolsillo y ajustando su corbata.

—No te preocupes, Ian. Haré lo que me pediste. En cuanto tenga los papeles, Jade los recibirá sin ninguna sospecha. Ella pensará que todo es reciente, que solo estamos avanzando en el proceso de una manera rápida. Y tú podrás continuar con tu vida sin más complicaciones.

Lo vi salir de mi oficina, y cuando la puerta se cerró detrás de él, me quedé solo con mis pensamientos. Con la certeza de que, aunque todo parecía estar bajo control, algo en mí seguía sintiendo que estaba perdiendo más de lo que ganaba.

Las llaves ya no estaban en mis manos, pero el peso de lo que estaba haciendo seguía ahí, más pesado que nunca.

Esta era lo mejor.

En unos días esos papeles estarían con Jade.

Ahora el problema era si ella lo firmaría, una parte de mi dice que no.

Pero a esto se le agregará algo más que supongo que la hará cambiar de opinión.

Espero no arrepentirme de esto..

Notas de autor

¡Hola!
Que gusto estar aquí nuevamente con ustedes....

Ahora si ya solo nos queda un capítulo narrado en los años atrás.

Después de esto empieza la cuenta regresiva del final.

Así que disfruten.

Si ya quieren el siguiente capítulo dejen su corazón amarillo y azul.

Nos leemos pronto,

Besos y abrazos 🥰

Didi

Instagram: Didisin14_

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