ELIJAH
No puedo creer lo rápido que ha pasado el tiempo. Kaia ya tiene siete años y es una niña curiosa, siempre llena de preguntas y aventuras.
Noah, nuestra sorpresa inesperada, tiene cinco años, aunque pronto cumplirá seis.
crecen ante mis ojos, y cada día me doy cuenta de lo increíble que es ver cómo su alegría me da una felicidad inmensa personas con sus propios sueños y personalidades.
Llego a casa después del trabajo justo cuando Jade está sirviendo la cena.
Mis bebes han llegado hace poco de la escuela, aún en sus uniformes. Kaia y Noah me miran con una mezcla de emoción y expectación, como si no pudieran esperar a contarme cada detalle de su día.
—¡Papá! ¡Hoy en la escuela hice una presentación sobre las estrellas! —exclama Kaia, corriendo hacia mí.
—¿Y cómo te fue? —le pregunto, agachándome para abrazarla.
Kaia sonríe orgullosa.
—Muy bien, todos aplaudieron —dice, y me cuenta cada detalle mientras la escucho con atención.
Luego, Noah se acerca, con timidez pero con una sonrisa traviesa.
—¿Y tú, Noah? ¿Cómo estuvo tu día? —le pregunto, levantándola en brazos.
Ella se ríe, pero me mira con cierta picardía.
—Un niño en la escuela me preguntó si quería ser su novia —dice, alzando la barbilla como si esto fuera el mayor de sus logros.
Y si...
Mi pequeña fue una sorpresa...
Flashback
Estaba en una reunión en la oficina, revisando un proyecto cuando mi teléfono empezó a vibrar. Al ver el nombre de Jade en la pantalla, sentí una punzada de nervios en el estómago.
Sabía que cualquier día podría llamarme para decirme que nuestro hijo estaba por nacer, pero no esperaba que fuera justo en ese momento.
—¿Jade? —respondí, intentando sonar calmado, aunque el corazón me latía a mil.
Escuché su respiración entrecortada al otro lado de la línea y, cuando habló, su voz estaba llena de dolor.
—Elijah... ya viene... duele mucho...
No necesité escuchar nada más.
—Voy para allá ahora mismo. Aguanta, amor, ya estoy en camino.
Corté la llamada y me dirigí a mis compañeros de trabajo, quienes me miraron al ver la expresión en mi rostro.
—Lo siento, necesito irme. El bebé está por llegar —dije sin detenerme, ya de camino a la salida.
Conduje hasta casa lo más rápido que pude, sintiendo que cada segundo contaba. Al llegar, Jade estaba esperando en la puerta, su rostro lleno de una mezcla de dolor y expectación. Me apresuré a ayudarla a entrar en el auto.
—Respira, Jade. Ya casi estamos en el hospital, ¿de acuerdo? —le dije, tratando de mantenerla tranquila, aunque yo mismo sentía los nervios y la adrenalina recorriéndome el cuerpo.
—Sí... pero, Elijah, duele mucho —murmuró ella, apretando mi mano con fuerza.
Apenas llegamos al hospital, llamé a mi madre y a Lauren, la mejor amiga de Jade, para que pudieran traer a Kaia. Ella estaba con ellas pasando un día en el parque. Sabía que ella quería estar cerca cuando su hermanito naciera, y también que Jade necesitaba el apoyo de alguien familiar.

ESTÁS LEYENDO
Amor Inesperado
Ficção AdolescenteHicimos promesas que se romperían, el tiempo fue duda y aún seguimos luchando por algo imposible