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Han pasado cinco años desde la última vez que vi a Saori. Me parece surrealista que ya tenga 24 años. Ahora trabajo como asistente en la UA, ayudando a los estudiantes en su desarrollo emocional, algo que me permite darles una guía que a mí mismo me costó tanto encontrar. A veces, cuando observo sus rostros llenos de sueños y miedos, veo reflejada mi propia lucha en aquellos días donde el caos interno parecía interminable. Sin embargo, ver el progreso de estos chicos me recuerda que vale la pena seguir adelante, por ellos y por mí mismo.

Lidiar con emociones fuertes es algo que he aprendido a controlar, gracias a la ayuda de profesionales y al apoyo incondicional de Hawks, quien ha sido mi amigo más cercano durante este tiempo. La UA también se ha convertido en una especie de refugio para mí; aunque en mi juventud solo lo veía como el centro de todo lo que aborrecía, ahora siento que finalmente he encontrado un propósito en ayudar a las nuevas generaciones. Es una ironía que no me pasa desapercibida. La vida tiene su manera extraña de dar la vuelta.

A pesar de que siento que he avanzado bastante, siempre hay un nombre que resuena en mi mente: Saori. La última vez que supe de ella, se había ido a Estados Unidos, persiguiendo sus sueños y dejando atrás todo lo que una vez compartimos. Quizás fue para mejor. Desde ese día he intentado dejar de pensar en ella, pero en noches como esta, me pregunto si realmente he dejado ese capítulo atrás.

Al final del día, después de trabajar en la UA, me dirijo a la casa de Hawks. Es una especie de ritual que hemos formado con los años. Hawks es... bueno, es Hawks. Su compañía es uno de los pocos lugares donde realmente me siento en paz, donde puedo ser yo sin tener que preocuparme de mantener una imagen. Con él, el sarcasmo, las bromas y el sentido del humor ácido fluyen de manera natural. Es alguien que nunca me juzga y que, de algún modo, entiende todas esas cicatrices invisibles que llevo conmigo.

Llego a su apartamento y, como siempre, está repleto de una colección de figuras de acción y pósters de héroes. Algunos de estos son casi reliquias, ediciones limitadas que él trata como si fueran objetos sagrados. La costumbre ha hecho que ya no me sorprenda, pero hoy noto algo que siempre me saca una sonrisa burlona: un póster de Endeavor, mi padre, en plena acción.

Al ver el póster de Endeavor, no puedo resistirme a hacer un comentario. Después de todo, ¿cuándo se presenta una oportunidad tan perfecta para molestar a Hawks?

—Oye, ¿aún no le has pedido un autógrafo? —bromeo, cruzándome de brazos y adoptando una postura seria, fingiendo que realmente creo que Hawks necesita ese autógrafo—. A este paso, cualquiera diría que tienes un santuario aquí. Tal vez debería preocuparme.

Hawks se vuelve hacia mí y frunce el ceño de manera exagerada, tratando de defender su admiración por Endeavor.

—No todos podemos estar resentidos con el héroe número dos, ¿sabes? —me responde, con una sonrisa ladeada y un toque de sarcasmo—. Algunos de nosotros sabemos apreciar a los héroes sin traumas de por medio.

Levanto una ceja, fingiendo sorpresa. Su comentario tiene su punto, pero solo hace que quiera molestarle aún más.

—Claro, seguro. ¿Quieres que te ponga en contacto con él? Digo, siendo su fan número uno y todo eso... —Respondo, en tono burlón, mientras me acerco al póster y le doy un pequeño golpecito.

Hawks se ríe y hace un gesto con la mano, como si se rindiera, pero sus ojos tienen esa chispa de diversión que me recuerda por qué es tan fácil estar a su lado. Su risa es genuina, y aunque en otras circunstancias podría haberme molestado, ahora lo siento como un alivio. Es uno de los pocos que puede reírse de mí y no hacerme sentir que me está atacando.

Después de algunos minutos de bromas y sarcasmo, la atmósfera se relaja. Me dejo caer en la cama, con una de sus figuras de acción en la mano, sintiéndome más relajado de lo que había estado en todo el día. Pero entonces, Hawks enciende su laptop para revisar sus correos, y, sin saberlo, el ambiente está a punto de cambiar.

Hawks se centra en su pantalla, y por mi parte, vuelvo a examinar la figura de acción en mis manos. Estoy absorto en mis pensamientos, cuando Hawks deja escapar un leve suspiro y hace clic en una notificación que aparece en su pantalla.

—Mira esto, Touya —me dice de repente, su voz baja pero con un tono que llama mi atención.

Curioso, me acerco y miro la pantalla de su laptop. La imagen es la de un noticiero estadounidense transmitiendo en vivo. Hay una ciudad en caos, edificios en ruinas, y un villano aterrador que está causando estragos.

Antes de que pueda hacer alguna pregunta, aparece en la pantalla Star and Stripe, la heroína número uno de Estados Unidos. Pero lo que realmente me sorprende es ver a la persona que está a su lado... Saori.

Al verla, es como si todo a mi alrededor se desvaneciera. Mis pensamientos se detienen y lo único que puedo hacer es observarla en la pantalla. Se ve diferente, mayor, más segura de sí misma. La imagen de esa joven que dejé atrás hace cinco años se desvanece y es reemplazada por la de esta mujer fuerte y decidida.

La pelea entre Saori, Star and Stripe, y el villano se desarrolla en la pantalla. Estoy completamente absorto en cada movimiento que Saori hace. Sus habilidades han evolucionado; su quirk de "magia" ahora se manifiesta como una energía carmesí que controla con precisión. La veo mover sus manos y manipular esa energía de una manera que nunca antes había visto. Parece como si pudiera alterar la realidad misma con su poder.

Cada movimiento que hace, cada expresión en su rostro me deja sin aliento. Es como ver a una versión de Saori que solo había imaginado en mis sueños. Ha cambiado, ha crecido, y eso me hace sentir una mezcla de emociones que ni siquiera puedo identificar. Orgullo, nostalgia, y quizás algo de dolor por lo que dejamos atrás.

Hay un momento en el que Saori sonríe de manera desafiante al villano, y esa sonrisa... esa es la misma que recuerdo de cuando éramos niños. Esa sonrisa que siempre parecía decir que ella podía enfrentarse a cualquier cosa sin importar el peligro. Siento cómo mi corazón late más rápido, como si por un instante, volviera a tener veinte años y estuviéramos juntos de nuevo.

La batalla llega a su punto culminante cuando el villano lanza un ataque masivo. Saori y Star and Stripe trabajan en equipo para contener el ataque y, con una sincronización perfecta, logran derrotarlo sin que ningún civil salga herido. La multitud a su alrededor comienza a vitorearlas, y la cámara se enfoca en Saori, quien sonríe victoriosa.

La transmisión termina, y el noticiero anuncia que, gracias a ellas, la ciudad ha sido salvada. Pero lo que queda en mi mente es esa imagen final de Saori, con una sonrisa llena de confianza y determinación.

Hawks cierra la laptop y se queda en silencio por un momento. Me siento al borde de la cama, incapaz de procesar lo que acabo de ver. Saori no solo ha sobrevivido; ha prosperado. Ha alcanzado una fuerza y confianza que yo nunca imaginé.

Hawks me da una palmada en el hombro, como si supiera exactamente en qué estoy pensando.

—Tal vez esto sea una señal para que consideres cerrar el ciclo, ¿no crees? —me dice, su voz suave pero con un tono serio.

Asiento lentamente, aún sin palabras. Hay algo en mí que se siente más ligero después de verla así. Quizás no fue un adiós definitivo. Quizás, algún día, nos volveremos a encontrar. Pero hasta entonces, verla feliz y realizada es suficiente para darme paz.

Middle; Todoroki Touya.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora