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Mi primer enfrentamiento fue bastante sencillo. Simplemente le lancé un par de llamaradas y con eso fue suficiente para que bajara de la plataforma asustado, con temor a que no lo quemara.
Aunque, me siento como un completo imbécil. No mostré todo mi poder ante los demás porque salió huyendo como un jodido cobarde.
No sé quién de los dos quedó en más ridículo; él, que se asustó, o yo, que no hice una buena demostración frente al público, frente a mi padre, frente a los padres de Saori y de la misma. Maldición.
De mala gana, me senté a su lado. Se encontraba de brazos cruzados y con la risa reprimida, se está mordiendo el labio para no reír.
— Si escucho una de tus lindas carcajadas, te quemo viva.
— Lo siento. Perdón — dijo, respirando hondo —. Lo siento, lo siento.
— Ya.
El siguiente combate es entre dos chicos de otro curso. Dejé de prestar atención a esa pelea para fijarme en ella. No se encontraba nerviosa como el año pasado, donde temía por hacerle daño a Yato, uno de nuestros mejores amigos. Ahora, se ve segura, está segura de lo que hará.
— La batalla está enfrente — dijo. Así como es inteligente, es perceptiva y tiene los sentidos muy alerta. Así que, está al pendiente de todo sin demostrarlo.
— No me interesa eso — ladeó la cabeza para verme y después volver a mirar al frente.
Toshinori Saori, tiene mi misma edad; 18 años. Es mi mejor amiga desde la infancia. Claramente yo nací primero; el 18 de Enero mientras que ella nació el 25 de Abril. Su Quirk es Magia, tiene la capacidad de hacer uso de ella. La utiliza simplemente para crear esferas de magia, estelas y ráfagas. Es buena en el combate físico, la he visto más de una vez y he quedado fascinado al respecto.
Así como es hermosa por fuera, tiene el carácter fuerte. Tanto así, que más de una vez me ha dado miedo. Y no, no es por su Quirk, ella ha sido así desde niños y, sinceramente, no comprendo el porqué. Jamás le he hecho daño, al contrario, la he protegido de cualquier mal. Jamás le he dicho algún comentario ofensivo, yo la respeto demasiado.
Lo peor del asunto, es que se exige de sobre manera. Cuando algo no sale bien, su respiración suele agitarse y su cuerpo comienza a temblar, si no se controla en ese momento, se pone a llorar. Muchos dicen que sólo está haciendo un berrinche pero, no es así. La conozco, sé que ella no hace berrinches porque lo considera una tontería. Ella reacciona de esa manera porque sufre de ansiedad. ¿Por qué? Porque quiere ser igual de perfecta, fuerte y admirable como sus padres. Son muy pocos los momentos en donde ella tiene ataques de ansiedad de ese tipo y, afortunadamente, siempre me encuentro con ella cuando eso sucede y, es ahí, cuando me abraza y no me quiere soltar. Adoro sus abrazos porque emana un calor agradable pero, no me gusta verla en ese estado.
