/ cap. OO7

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John se quedó parado en la entrada con una ceja levantada, observando cómo George se apartaba rápidamente de Brielle

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John se quedó parado en la entrada con una ceja levantada, observando cómo George se apartaba rápidamente de Brielle. La tensión en el aire era palpable. George intentó disimular su incomodidad con una sonrisa nerviosa, mientras John cruzaba los brazos, una expresión curiosa en su rostro.
—¿Todo bien, George? —preguntó John, sin ocultar el tono de broma en su voz.
George se aclaró la garganta, buscando las palabras adecuadas.  —Sí, claro... solo estaba despidiéndome —respondió, evitando el contacto visual.  Brielle, aún en la puerta, sonrió para sí misma al notar la reacción de su hermano. La conexión que había sentido con George no se disiparía tan fácilmente, y el pequeño encuentro la había dejado con una sensación cálida en el pecho.
—… Je — se burló Brielle, mirando a George con un brillo en los ojos antes de marcharse hacia su habítacion; George se dio la vuelta, preparándose para marcharse, pero la curiosidad de John lo ponía aún más nervioso.
—¿Te gusta mi hermana? — Bromea John con una sonrisa de burla en su rostro.
George se sonrojó de nuevo, sorprendido por la franqueza de aquella broma.
—¿Qué? No... bueno, quiero decir… me cae bien pero solo hasta ahí llega…— tartamudeó, sin poder encontrar las palabras adecuadas.
John soltó una risa burlona, disfrutando de la incomodidad de su amigo.
—… ¿Estás seguro?— Bromea John una vez más.
George asintió, sintiendo que el peso de las palabras de John lo ponían aún más ansioso. La noche había sido solo un pequeño paso, pero la posibilidad de algo más con Brielle lo emocionaba y asustaba a la vez.
Al alejarse de la casa, su mente estaba llena de pensamientos sobre lo que podría pasar entre ellos. Sin embargo, la incertidumbre de que John algún día sepa la verdad lo invadía.
Con un suspiro, George se prometió a sí mismo que haría lo posible para que sus sentimientos no fueran tan obvios ante John, por supuesto.

Mientras George caminaba por las calles silenciosas de Liverpool, sus pensamientos volvían una y otra vez a la tarde que había pasado con Brielle. Había algo en ella, en la manera en que reía, en la forma en que sus ojos brillaban cuando hablaba de cualquier cosa, incluso de los temas más cotidianos. Esa chispa lo mantenía atrapado, y aunque intentaba convencerse de que sólo eran simplemente amigos, su corazón sabía la verdad.
— Debo estar loco...—, murmuró para sí mismo, pateando una piedrita en el suelo. Sabía que su amistad con John era valiosa, y que el sólo hecho de sentir algo por su hermana menor podía complicarlo todo. Pero a pesar de la razón, el corazón siempre encontraba la manera de volver a imaginar cómo sería si pudiera estar junto a Brielle de verdad.
A medida que las luces de la calle iluminaban su camino, George pensó en lo que John había dicho momentos antes. «¿Te gusta mi hermana?» La pregunta resonaba en su mente como una campana. Si bien John había bromeado, ¿habría notado algo? La idea de que su amigo pudiera descubrir sus sentimientos lo hacía sentirse vulnerable, como si su propio mundo tambaleara en un delicado equilibrio que estaba a punto de romperse.
Al llegar a su casa, George se detuvo un momento, respirando hondo. Sabía que debía ser cuidadoso, que cualquier paso en falso podría destruir tanto su amistad con John como su relación con Brielle. Sin embargo, una pequeña parte de el quería hablar acerca de sus sentimientos con Brielle, sin miedo a las consecuencias.
Pero, por ahora, esa pequeña parte debía esperar.

Pero, por ahora, esa pequeña parte debía esperar

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(Salto De Tiempo)

Al día siguiente, George se encontraba con sus compañeros de banda empezando su ensayo mientras esperaba a que Brielle llegara, George trataba de concentrarse en el ensayo, pero la ansiedad lo distraía. Cada tanto, lanzaba miradas hacia la puerta, y Paul y Ringo no tardaron en darse cuenta de su impaciencia, lanzándose miradas de complicidad. John, en cambio, parecía inmerso en su guitarra, sin notar la inquietud de su amigo.
Finalmente, escucharon unos pasos en el corredor, y Brielle apareció en la puerta con un leve astibo de alegría. George sintió cómo su pulso se aceleraba al verla. Se obligó a mantener la compostura, recordando lo importante que era para él que John no sospechara nada.
—… Brielle!,  pensé que no ibas estar aquí—dijo John, levantando la mirada y sonriéndole con cariño fraternal.
Ella se acercó, saludando a todos con educación y tomando asiento en una esquina de la sala para observar el ensayo. George apenas lograba concentrarse; cada vez que Brielle lo miraba, sentía que el calor subía a sus mejillas. A pesar de que trataba de no mirarla demasiado su mirada aveces hacía lo contrario.
En uno de esos momentos, Brielle le dedicó una sonrisa suave, que George respondió con una mirada cargada fingiendo una simple amistad. Era un instante apenas perceptible, pero suficiente para hacer que su corazón se acelerara.
—¡Eh, George! ¡Concéntrate! —lo interrumpió Paul, dándole un leve codazo.
George se recompuso rápidamente, tratando de actuar con normalidad. Terminó el ensayo con una mezcla de alivio y una leve inquietud por parte de George, agradecido de que John no pareciera haber notado nada sospechoso.
Al final, cuando todos comenzaron a guardar sus instrumentos, Brielle se acercó a George.
—… Gracias por invitarme, supongo—dijo en voz baja, lo suficientemente cerca para que sólo él pudiera oírla.
—Gracias por venir —respondió él, sintiendo un calor inexplicable al escuchar sus palabras.
Antes de que pudieran decir algo más, John apareció a su lado, lanzándoles una mirada divertida.
—… Bueno, Brielle, ¿lista para volver a casa?— pregunto John mientras terminaba de guardar su guitarra en su respectivo estuche. —… Claro.— respondió Brielle mientras se despedía de George con una amigable sonrisa, era claro que ahora le tenía más confianza, más que antes, claro.

— respondió Brielle mientras se despedía de George con una amigable sonrisa, era claro que ahora le tenía más confianza, más que antes, claro

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(M la rife o ne?)

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