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se encogió de hombros, como si fuera un asunto sin importancia.
—Ya conoces a George. Siempre tan callado, tan reservado. A saber qué tendrá en la cabeza —dijo con un deje de burla, aunque su tono se suavizó un poco al final—. Pero, últimamente, está raro, ¿no crees? Como si estuviera preocupado por algo.
El corazón de Brielle dio un pequeño salto ante la observación de su hermano. ¿Se habría dado cuenta de algo? Intentó mantener la calma, manteniendo su expresión neutral.
—No sé, tal vez solo está cansado —respondió, fingiendo desinterés mientras pateaba una pequeña piedra en el camino.
John la observó de reojo, como si intentara descifrar algo más allá de sus palabras. Al final, solo negó con la cabeza y sonrió.
—Bah, seguro que son tonterías. A Harrison le vendría bien relajarse un poco. Creo que voy a invitarlo a tomar unas cervezas pronto, a ver si se le pasa esa cara de funeral que tiene últimamente.
Brielle rió suavemente, aunque la idea de que John y George compartieran un momento así la puso un poco nerviosa. La imagen de George confesándole algo a su hermano le resultaba inquietante.
—Sí, hazlo. Seguro que le vendrá bien —dijo con una sonrisa forzada.
Mientras seguían caminando, la conversación se desvió hacia otros temas más ligeros, y Brielle hizo un esfuerzo consciente por concentrarse en las bromas de John. Pero, en el fondo, la inquietud seguía presente. No podía evitar preguntarse si George estaría pensando en ella en ese momento, si sus palabras en la entrada lo habían dejado tan descolocado como a ella.
Y sobre todo, si algún día tendría el valor suficiente para decirle a John la verdad.
John la miró por un momento, con ese brillo peculiar en los ojos que Brielle conocía bien. Era la mirada de alguien que sabía más de lo que estaba dispuesto a decir y disfrutaba jugando con el misterio. Finalmente, se encogió de hombros y respondió con aparente indiferencia.
—George es un tipo raro, ¿no? Siempre parece estar pensando en cosas que nadie más entiende —comentó, metiendo las manos en los bolsillos de su chaqueta mientras caminaban—. Tal vez se fue temprano porque quería evitar algo. O alguien.
Brielle sintió un ligero escalofrío al escuchar aquellas palabras, pero se obligó a mantener la compostura.
—¿Evitar a quién? —preguntó, intentando sonar despreocupada, aunque su voz salió un poco más aguda de lo que esperaba.
John la miró de reojo, y una sonrisa ladeada apareció en su rostro.
—No sé, tú dime —respondió, con un tono cargado de insinuación—. Últimamente parece que siempre estás cerca cuando Harrison está nervioso. ¿No crees que es una coincidencia un poco… curiosa?