Brielle cerró la puerta tras de ella, junto a una expresión levemente nerviosa. La imagen de George, bajo la luz tenue del atardecer, persistía en su mente, como si cada detalle del momento se hubiera quedado grabado. Sin embargo, apenas dio unos pasos dentro, John se volvió hacia ella, observándola con una expresión inquisitiva, como si intentara descifrar algo que le escapaba.
—¿Y bien? —preguntó, alzando una ceja—. ¿Qué fue todo eso?—
Brielle se aclaró la garganta, intentando sonar casual mientras dejaba el disco sobre la mesa de la entrada.
—Nada, solo fuimos a la tienda a comprar este disco —respondió, con una sonrisa inocente—. George me acompañó… eso es todo.—
John la observó en silencio un par de segundos, como si estuviera evaluando sus palabras. Al final, dejó escapar una risa breve y despreocupada, cruzándose de brazos.
—Vaya, ¿desde cuándo George y tú se han vuelto tan cercanos? —preguntó con un tono divertido, aunque había algo en su mirada que parecía analizar cada reacción de su hermana—. ¿No se estará tomando muy en serio eso de ser tu escolta, eh?—
Brielle sintió cómo el calor subía a sus mejillas, pero se obligó a mantener la calma, respondiendo con un toque de humor.
—Quizá le gusta la música tanto como a mí —respondió, encogiéndose de hombros—. No hay nada raro en eso, John. Además, él también es tu amigo.—
John soltó una carcajada y la miró con una mezcla de burla y genuina curiosidad.
—Ya, ya… solo me sorprende que de pronto pases tanto tiempo con él. Pero, ¡tranquila! —levantó las manos en señal de paz, con una sonrisa maliciosa—. No es como si me molestara, siempre y cuando no se trate de algún “secreto”, ¿eh?—
Brielle sonrió, manteniendo la misma compostura casual, aunque por dentro sintió una punzada de nerviosismo. Sabía que John estaba bromeando, pero también le intrigaba el hecho de que George realmente si sintiera algo por ella. Respiro hondo, obligándose a relajarse.
—¿Secreto? —repitió, fingiendo sorpresa—. John, no tienes nada de qué preocuparte. George y yo solo compartimos un gusto por la música.—
John la miró durante un segundo más, y luego sonrió, pareciendo aceptar su respuesta. Dio un par de pasos hacia el pasillo y, mientras se dirigía a su habitación, lanzó una última broma por encima del hombro:
—Bueno, tú verás, pero que no te robe demasiados discos, eh. No quiero que luego se quede con el mejor material antes de que lo escuche yo.—
Brielle soltó una risa ligera, observando cómo John desaparecía en el pasillo. Una vez que quedó sola, dejó escapar un suspiro de alivio, apoyándose contra la pared. Sabía que no había nada en concreto que John pudiera sospechar…Brielle luego se dirigio a la sala de estar, dónde estaba la tía Mimi viendo televisión y se dejó caer en el sofá, sintiendo el peso del día desvanecerse mientras se sumía en sus pensamientos. La conversación con John había sido ligera, pero en el fondo, había una inquietud que no podía ignorar. La imagen de George se había apoderado de su mente, y aunque había disfrutado de su compañía, la idea de que pudiera haber algo más entre ellos le generaba una mezcla de emoción y confusión.
Recordó el brillo en los ojos de George mientras hablaban sobre música, esa chispa que parecía iluminar sus rasgos de una manera que la hizo sentir que el tiempo se detenía. ¿Era realmente posible que él sintiera algo más por ella? Se sacudió la cabeza, intentando despejar esos pensamientos. No era el momento para complicarse la vida. Después de todo, solo eran amigos, y George era también el amigo de su hermano.
Decidió distraerse con sus deberes, pero la concentración le resultaba difícil. A cada momento, su mente se desvíaba hacia George, imaginando cómo habría sido la tarde si John no hubiera aparecido en el umbral de la puerta. Se preguntó si él también se había sentido igual, si había notado la tensión en el aire, la conexión que parecía crecer entre ellos.
De repente, un ruido interrumpió su ensueño. John salió de su habitación y se dirigió a la cocina.
—¡Brielle! —gritó—. ¿Tienes hambre? ¡Creo que hay algo de comida en la nevera!—
Brielle se levantó del sofá, siguiendo a su hermano. Mientras se servía un poco de comida, la mente de ella seguía divagando entre las posibilidades de lo que podría pasar si algún día George decidiera confesar sus sentimientos. Pero, ¿sería correcto que ella también comenzara a sentir algo más por él? La idea la llenó de inquietud.
—¿Estás bien? —preguntó John, interrumpiendo sus pensamientos. La mirada de su hermano era ahora más seria, como si pudiera leer la confusión que la invadía.
—Sí, solo… solo estoy pensando en la escuela secundaria. —respondió Brielle, intentando desviar la atención. Sin embargo, había un brillo de preocupación en los ojos de John que la hizo sentir un poco culpable.
—Vale, pero no te olvides de hablar conmigo si necesitas algo. —dijo John con un tono amable—. No somos tan cercanos pero de igual manera me preocupo por ti.—
Brielle sonrió, sintiéndose reconfortada por la preocupación de su hermano. Mientras continuaba comiendo, se dio cuenta de que, aunque sus pensamientos estaban ocupados con George, había algo importante en la relación con John que no debía pasar por alto. A veces, su hermano la conocía mejor de lo que ella misma se conocía.
Después de terminar, se retiró a su habitación. Se sentó en el borde de la cama y empezó a organizar sus pensamientos, se sentía intrigada y confundida al mismo tiempo, pero por ahora le restaría importancia, no quería que John se preocupara por ella.La mañana siguiente llegó con el suave murmullo del viento que entraba por la ventana de Brielle. Se desperezó lentamente, sintiendo una extraña mezcla de emoción y nerviosismo. El día anterior había sido inusual, marcado por su salida con George y la conversación llena de insinuaciones con John. Era como si cada detalle se hubiera impregnado en su mente, haciéndola cuestionar lo que realmente significaba para ella la amistad con George.
Después de vestirse, bajó a la cocina y se encontró con la tía Mimi, que preparaba el desayuno. El aroma del café recién hecho llenaba el aire, y Brielle se sintió un poco más animada al verlo.
—Buenos días, cariño —dijo Mimi, sonriendo mientras revolvía los huevos en la sartén—. ¿Listas para otro día en la escuela?
—Más o menos —respondió Brielle, tomando una taza de té. Mientras tomaba un sorbo, su mente se desvió nuevamente hacia George. ¿Por qué pensaba tanto en él? Era solo su amigo, después de todo.
—Tu hermano ya se fue —informó Mimi mientras servía el desayuno—. Dijo que se reuniría con Paul y el resto de la banda. Esos chicos siempre están en algo, ¿verdad?—
Brielle asintió, aunque la noticia le trajo a la mente la imagen de George en su guitarra, su risa suave, y cómo había sentido que el tiempo se detuvo cuando estaban juntos. Se preguntó si él también estaría pensando en ella, en lo que había dicho la noche anterior.
Al terminar su desayuno, decidió que no podía dejar que esos pensamientos la distrajeran demasiado. Se despidió de Mimi y salió de casa, dirigiéndose a la escuela. El camino le parecía más largo de lo habitual, cada paso resonando en su mente. Las calles estaban tranquilas, y el aire fresco la ayudó a despejar un poco la cabeza.
Una vez en la escuela, la rutina habitual de clases comenzó a desvanecer la incertidumbre que la había invadido por la mañana. Se concentró en las lecciones, pero aún así, su mente seguía regresando a George y su conversación sobre música;La campana sonó, marcando el final de la clase y consigo el fin de la jornada escolar. Brielle recogió sus cosas y comenzó a caminar hacia casa. El sol comenzaba a ponerse, tiñendo el cielo de tonos anaranjados y púrpuras. A medida que se acercaba a su hogar, se encontró deseando que George estuviera allí, como si su presencia pudiera traer claridad a sus pensamientos confusos. Pero sabía que, por el momento, tendría que afrontar la incertidumbre, con la esperanza de que el tiempo revelara lo que realmente sentía, pero por ahora lo ignoraria.
(Está maso xq me quedé corta de creatividad y hoy estuve ocupada)
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/ Confuso Amor ?
عاطفية"... Es complicado" - Brielle se dice a si misma al ver el retrato de George junto a su "enamorada", Pattie.