Era 28 de Diciembre y Harry estaba sentado en lo que se había convertido en su desayuno habitual con los Malfoys. La única diferencia había sido el día de Navidad, en el que incluso los Malfoys habían renunciado a su desayuno tradicional, con una selección de pasteles que se mantenían calientes junto con el té, para que la gente los comiera a medida que abrían sus regalos. Harry había sentido curiosidad por esta práctica hasta que vio el tamaño de los montones de regalos de todos, especialmente el suyo. Estaba acostumbrado a que su primo Dudley recibiera un número excesivo de regalos, pero eso no era nada comparado con lo que Harry había recibido aquel año. Y no sólo por el número, sino también por la calidad. Harry estaba asombrado de lo caros que eran sus regalos y casi se había sentido incómodo al aceptarlos. Sólo la indiferencia de sus anfitriones le impidió decir nada, pues no quería hacerles sentir raros.
La mañana del 28 también fue diferente, pero esta vez no por los regalos, sino por la llegada de un visitante inesperado.
-Buenos días a todos-, dijo Karkaroff tras ser presentado. -Espero que hayan pasado unas Navidades agradables. Lamento interrumpir su desayuno, pero necesito la ayuda del señor Potter con algo-.
-¿Qué ocurre?- Preguntó Harry.
-Parece que Dumbledore ha vuelto a las andadas y está intentando decir que Durmstrang es un entorno abusivo y que el Ministerio no debería permitir que ningún alumno fuera allí-.
-¡Eso es absurdo!- resopló Lucius. -¿En qué se basa para hacer tales afirmaciones?-.
-Parece que el señor y la señora Macmillan no estaban muy contentos con el estado en que les devolvieron a su hijo y Dumbledore intenta sacar provecho de ello-.
-Y probablemente ayudar a desviar la culpa de él por haber enviado al chico en primer lugar-, se burló Abraxas.
-Pero seguro que Draco y Theo son la prueba de que no es así-. preguntó Narcissa.
-Afirma que es la naturaleza oscura de Durmstrang la que provoca la enfermedad en el señor Macmillan y que por eso no afecta a otras familias-, explicó Karkaroff. -Es una tontería, por supuesto, pero supongo que por eso está argumentando ante el Ministerio británico, donde algunos de estos prejuicios están más arraigados. Si intentara hacer estas afirmaciones ante la ICW se reirían de él al instante-.
-Eso está bien-, dijo Harry, -pero ¿para qué me necesitas?-.
-Me gustaría utilizar su historial médico para demostrar que su salud ha ido mejorando a lo largo de su estancia en la escuela, no empeorando-, respondió Karkaroff. -Si el Niño que Vivió no se ve afectado por el entorno, entonces les va a resultar difícil afirmar que sólo las familias oscuras no se ven afectadas-.
Una mirada contemplativa apareció en el rostro de Lucius. -Si estás dispuesto a ayudar a Igor, probablemente sea mejor que vayas solo. Normalmente estaría encantado de escoltarte pero, en este caso, creo que será mejor que mantengamos las distancias. Hay que hacer hincapié en cómo te percibe el mundo mágico-.
Harry hizo una mueca. -¿Por qué tengo la sensación de que no voy a disfrutar con esto?-.
-Te juro que eres el único estudiante en edad escolar que no quiere llamar la atención-, se rió Draco. Harry contempló seriamente la posibilidad de mandarle a la mierda y sólo consiguió contenerse gracias a la presencia de adultos en la habitación. Personalmente no podía imaginar por qué alguien querría ese tipo de atención y no le importaba particularmente si eso lo hacía raro.
Harry se alegró de poder llegar al Ministerio directamente desde el estudio de Lucius, pero eso se acabó en cuanto aterrizó en el edificio. Harry estaba acostumbrado a que le pillaran en un aprieto; Durmstrang tenía un buen número de alumnos y casi todos tenían que cambiar de clase entre clase y clase. Los alumnos de Durmstrang al menos eran conscientes de que podía haber gente más joven pululando por allí y se aseguraban de no amontonarse demasiado. Sin embargo, los empleados del Ministerio no eran ni mucho menos tan considerados, y Harry se encontró con bastantes empujones mientras se dirigían a los ascensores. Además, parecía un poco inútil meterse en el ascensor para bajar sólo un piso cuando aún tenían que bajar por las escaleras hasta la sala de vistas número 1. Al menos aquellos pasillos eran bastante silenciosos y Harry sintió que podía volver a respirar, al menos hasta que entró en la sala.
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HARRY POTTER: THE DURMSTRANG YEARS
FanfictionMuchos habían llamado a Igor Karkaroff un hombre débil a lo largo de los años, pero pocos lo llamarían estúpido; egoísta, sí, pero no estúpido. Esa misma naturaleza fue lo que lo llevó a un tranquilo suburbio de Surrey en julio de 1991. Verá, él sab...