Harry sabía que no debería haber desayunado mucho en la Villa antes de partir, pero la señora Zabini los había mirado con tanta expectación que sintió que al menos tenía que probarlos. Los rellenos de natillas y chocolate le habían gustado tanto, sobre todo con su rico café, que había comido mucho más de lo previsto y ahora respiraba hondo mientras luchaba contra una oleada de náuseas tras aterrizar de nuevo en Noruega.
-Al final te acostumbrarás-, le tranquilizó Blaise, frotando círculos tranquilizadores en la espalda de Harry.
-No sé si quiero-, gruñó Harry, aunque sonrió a Blaise en agradecimiento por su atención. No era más que otra señal de que Harry había sido realmente aceptado en el grupito de amigos de los otros chicos y se sentía agradecido de que Blaise se uniera a ellos en Durmstrang. Al parecer, mientras Harry había estado en el estadio con Theo, Viktor y los gemelos Malinowski, Malfoy y Karol habían estado en una ofensiva masiva de encantamientos en la villa y habían convencido a fondo al señor Zabini de las ventajas de enviar a Blaise a Durmstrang en lugar de a Hogwarts, para gran alegría de la madre del chico, y Blaise había sido matriculado antes de que se marcharan.
-¿Crees que vale la pena tomar algo para comer?-. preguntó Malinowski. -No sé si quiero arriesgarme a las aglomeraciones del Comedor-.
-¿Cómo se te ocurre almorzar ahora que acabamos de desayunar?-. preguntó Malfoy, que parecía tan verde como Harry.
-Las comidas de Durmstrang están fijadas-, les informó Viktor. -Desayuno de 6:30 a 8:30. Almuerzo de 12 a 1. Cena de 5 a 7-.
-De todos modos, eso es entre semana-, añadió Karol. -Los fines de semana y las vacaciones desayunan más tarde y almuerzan más tarde, y los enanos no se apresuran tanto a recogerlo todo, pero no se puede picar entre horas, y créanme, la gente lo ha intentado-.
-¿Hay enanos y no elfos domésticos?-. preguntó Blaise.
-Sí-, sonrió Karol. -Los enanos viven en la montaña sobre la que está construido el castillo y la explotan, pero resulta que, contrariamente a lo que se creía, no todos los enanos son buenos para la minería. Los que se consideran un estorbo han encontrado empleo en la escuela y sí, les pagan. Sin embargo, son mucho más quisquillosos que los elfos domésticos, así que asegúrate de poner tu ropa sucia en el cesto de la ropa sucia si quieres que te la laven-.
-Y asegúrate de no dejar cosas tiradas por el suelo-, añade Malinowski. -Muchos estudiantes han perdido posesiones valiosas porque las guardaron cuando los enanos vinieron a limpiar las habitaciones y se esfumaron con la suciedad. Tampoco se te ocurra intentar reclamar una indemnización, la escuela se limita a decir que, para empezar, fue culpa de los alumnos por tener baratijas innecesarias en la escuela. Incluso está escrito en las normas que los objetos de valor deben dejarse en casa, ya que la escuela no quiere arriesgarse a que alguien intente atacar o entrar por la fuerza-.
-Supongo que tiene sentido-, reflexionó Harry. -Quiero decir que parece un poco estúpido tener cosas de valor cerca de los alumnos, no sólo porque alguien del colegio podría robarlo sino que podría arriesgarse a que alguien de fuera intentara atacar, aunque Durmstrang se considere prácticamente inexpugnable-.
-Sólo prácticamente inexpugnable-, murmuró Blaise y Harry sonrió.
-Bueno, el director Karkaroff decía que decir que era imposible entrar en algo sólo lo convertía en un reto y se corría el riesgo de animar a la gente a intentarlo sólo para demostrar que podían. Decir que algo es casi inexpugnable elimina ese reto y al mismo tiempo se asegura de que la gente sepa que sigue siendo muy difícil-.
-Y tratar de asegurarse de que no hay nada valioso en las instalaciones hace que no merezca la pena ningún esfuerzo por intentarlo-, añadió Miła.
-Me gusta cómo piensa el director-, sonrió Blaise.
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HARRY POTTER: THE DURMSTRANG YEARS
Fiksi PenggemarMuchos habían llamado a Igor Karkaroff un hombre débil a lo largo de los años, pero pocos lo llamarían estúpido; egoísta, sí, pero no estúpido. Esa misma naturaleza fue lo que lo llevó a un tranquilo suburbio de Surrey en julio de 1991. Verá, él sab...