Le resultó un poco extraño despertarse con el despertador a la mañana siguiente y su cerebro, adormecido por el sueño, tardó un poco en darse cuenta de por qué. Por suerte, se acordó enseguida cuando vio a Theo bajando rápidamente por la escalera y salió corriendo hacia el baño tras él, con Blaise pisándole los talones, dejando a Malfoy refunfuñando a su paso. Theo razonó que sería mejor que Draco esperara, ya que él sólo sería rápido, pero eso no fue suficiente para aplacar al rubio aristócrata y todavía estaba refunfuñando cuando Harry salió.
-¿Qué te parece esto como trato nos dejas a Theo y a mí ducharnos primero para que podamos llegar temprano al Comedor y yo me aseguraré de que tengas algo rico para desayunar sin tener que hacer cola?-, sugirió Harry, ya que las únicas reglas con respecto a cuánta comida podías tomar a la vez era que tenías que poder cargarla y no podías dejarla sin una buena razón; desperdiciar comida era una forma segura de terminar castigado.
-Bien-, resopló Malfoy, -tomaré gofres con manzana, canela y un café, pero más vale que no haya ningún banano cerca de mi plato-.
-Mientras no me hagas enfadar no lo habrá-, sonrió Harry con satisfacción.
-No tengo reparos en hechizarte Potter, sólo estate prevenido-, amenazó Malfoy mientras salía de la habitación.
-Sabes que no deberías tener que aguantar que te hablen así-, llegó la voz de Ernie Macmillan desde el umbral de la puerta mientras Harry cogía su mochila dispuesto a marcharse.
-Sólo se dice en broma-, se rió Harry, cogiendo la de Theo mientras se iba, imaginando que se encontraría con el chico al salir.
-Los amigos de verdad no se hablan así-, resopló Ernie.
Harry frunció el ceño. -¿En serio? Todos los amigos que conozco bromean así. No es como si lo dijeran en serio-.
-Te aseguro que Draco Malfoy definitivamente no tendría ningún reparo en hechizarte, o incluso maldecirte-, advirtió Macmillan.
-Sólo si Harry hiciera algo para merecerlo de verdad-, dijo Theo, dándole las gracias a Harry por su bolsa y uniéndose a ellos en su paseo hacia el desayuno.
-No creo que darle banano a Malfoy para desayunar sea justificación-, se mofó Macmillan.
Theo se encogió de hombros. -No sé, realmente los odia. Estaría justificado que hechizara a alguien si fuera alérgico y alguien se lo diera a sabiendas-.
-Que algo no te guste es diferente-, resopló Macmillan.
-No sé, una fuerte aversión puede desencadenar un gran reflejo nauseoso y, personalmente, lo consideraría peor que una reacción alérgica menor-, razonó Theo.
-No puedes hechizar a alguien si sólo tienes una reacción alérgica menor-, argumentó Macmillan.
-¿Por qué no?- Harry frunció el ceño. -Sigues perjudicando a alguien a sabiendas, además de que no sabes cuándo puede empeorar la reacción de alguien. Podrías pensar que sólo les sale un sarpullido, pero si de repente se les empieza a hinchar la cara tienes problemas-.
-Sigue sin ser lo mismo que intentar matar a alguien-, insistió Macmillan.
-No digo que lo sea-, replicó Harry, -pero eso no significa que esté bien, del mismo modo que el homicidio involuntario no es tan grave como el asesinato, pero sigue siendo un delito-.
-Sigo pensando que no es razón suficiente para hechizar a alguien-, frunció el ceño Macmillan.
Theo sonrió satisfecho. -De acuerdo entonces, empezaré a cubrir tus comidas con larvas de gorgojo cocidas-.

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HARRY POTTER: THE DURMSTRANG YEARS
FanfictionMuchos habían llamado a Igor Karkaroff un hombre débil a lo largo de los años, pero pocos lo llamarían estúpido; egoísta, sí, pero no estúpido. Esa misma naturaleza fue lo que lo llevó a un tranquilo suburbio de Surrey en julio de 1991. Verá, él sab...