Harry supo que era una mala señal cuando se despertó el día del partido de Pegasus y se dio cuenta de que afuera había una tormenta de nieve. Ya había visto partidos de quidditch con casi cualquier tiempo, pero una ventisca furiosa era algo nuevo para él, y se preguntó si el partido se pospondría debido a las terribles condiciones, ya que no estaba seguro de cómo alguien podía jugar con el viento y la nieve, pues apenas podía ver sus propias manos, aunque el hecho de que aún estuviera oscuro como boca de lobo a pesar de ser las nueve de la mañana no ayudaba. Durmstrang no tenía grandes luces en el exterior, para no arriesgarse a llamar innecesariamente la atención sobre la escuela, así que los estudiantes tenían que recurrir al hechizo lumos, después de haber lanzado los encantamientos de calentamiento e impervius antes de salir del dormitorio, lo que suponía una buena cantidad de magia antes incluso de que empezaran las clases, lo que probablemente explicaba por qué algunos de los estudiantes parecían tan agotados incluso durante el fin de semana, sobre todo porque las cosas no empezaron a clarear hasta casi la hora de comer y volvieron a oscurecer sólo unas horas después.
El problema era que Harry no creía que más luz ayudara necesariamente a la situación actual. Al menos la niebla era como una bruma densa, de modo que la luz podía brillar a través de ella. La nieve era diferente, más sólida y en movimiento, lo que significaba que la luz no la atravesaba. Lo único que se veía era una masa de blanco arremolinado y había que intentar distinguir lo que se podía a través de los espacios intermedios. No era fácil, sobre todo con lo rápido que caía la nieve, y Harry estaba seguro de que se habría perdido en el corto trayecto entre el edificio de los dormitorios y el comedor aquella mañana si no fuera por los surcos que ya se habían hecho donde estaban los caminos.
En su opinión, el tiempo era ridículo. Nunca había visto nada igual y se preguntaba cómo se las apañaba la gente. Sin embargo, cuando preguntó, Viktor, Malinowski y Karol se limitaron a encogerse de hombros y a decir que uno se acostumbraba y estaba preparado cuando sabía lo que le esperaba. Sin embargo, lo verdaderamente chocante, al menos desde la perspectiva de Harry, era que aquello ni siquiera era lo peor. Al parecer, Enero y Febrero fueron peores, con temperaturas aún más frías. Harry se enteró de que no era raro que cayera un metro de nieve al mes, nieve que no tenía la oportunidad de derretirse porque las temperaturas rara vez llegaban al punto de congelación. Draco se había resistido a la idea y Harry por fin había comprendido por qué Durmstrang tenía una reputación tan formidable y por qué los profesores y sanadores comprobaban que los alumnos estuvieran a la altura ahora también podía entender por qué Jehlička estaba tan segura de que Artemis no habría sobrevivido a las duras condiciones y decidió intentar encontrar una forma de ejercitarla que no requiriera necesariamente que la llevara fuera, por si acaso.
Sin embargo, lo que sí sorprendió a Harry fue enterarse de que, cediera o no la nieve, el último partido de quidditch contra Pegaso no se cancelaría.
-Se considera un entrenamiento-, explicó Malinowski. -No es un entrenamiento de quidditch en sí, rara vez harían jugar a la gente con este tiempo y es por eso que los países del norte tienen su temporada baja durante el invierno. Sin embargo, es un entrenamiento excelente para cualquier escuadrón de vuelo que tenga que hacer maniobras con este tiempo-.
-Los puestos de trabajo en esos sectores están mucho más disponibles que en los equipos de quidditch y a veces están mejor pagados, sobre todo si consigues ascensos-, añadió Karol. -A pesar de la popularidad, los equipos de quidditch no suelen jugar tan bien, a no ser que consigas uno de los primeros puestos y puedas hacerte con buenos trabajos publicitarios-.
-No todo es dinero-, gruñó Viktor.
-No-, convino Karol, -pero puede ser una fuerza motriz para mucha gente. No todo el mundo tiene el lujo de poder ir a por su sueño cueste lo que cueste-.

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HARRY POTTER: THE DURMSTRANG YEARS
FanfictionMuchos habían llamado a Igor Karkaroff un hombre débil a lo largo de los años, pero pocos lo llamarían estúpido; egoísta, sí, pero no estúpido. Esa misma naturaleza fue lo que lo llevó a un tranquilo suburbio de Surrey en julio de 1991. Verá, él sab...