HARRY POTTER: THE DURMSTRANG YEARS

Capítulo 27: Settling In

La semana siguiente pareció pasar volando para Harry, ayudado por el hecho de que su cuerpo por fin parecía estar adaptándose al ritmo de vida en Durmstrang y ya no se despertaba sintiéndose como si lo hubiera atropellado una excavadora. Lo único negativo de la semana había sido su primera clase de natación. No tenía nada que ver con los instructores; Harry sólo había visto a los merfolk una vez en verano y, aunque había que admitir que entonces parecían un poco nerviosos, posiblemente se debiera al poco tiempo de aviso y a los niños bulliciosos. Harry se había mantenido alejado de ellos entonces, además de que se había distraído bastante con toda la diversión que todos parecían estar teniendo en el agua. Ahora era diferente, con todos los alumnos de pie y atentos al borde del agua, esperando instrucciones, así que era mucho más fácil fijarse en la belleza ferozmente etérea de aquellas criaturas. Hoy eran tres los que tomaban su lección, lo que a Harry le pareció un número elevado al principio, hasta que se les encomendó la tarea de nadar hasta la plataforma y Harry comprendió la necesidad de hacerlo.

Algunos de los alumnos se lanzaron al agua con facilidad, casi volando hacia la plataforma en una ráfaga de agua pulverizada y subiéndose con destreza. A otros les costaba un poco, parecían chapotear más que nadar y parecían sin aliento mientras se esforzaban por subir a la plataforma. Luego estaba Harry, que intentaba recordar lo que sus amigos le habían enseñado sobre natación durante el verano. No sabía si era la presión del momento o el hecho de que aún estaba cansado de todas las demás actividades, pero se encontró luchando a mitad de camino. Intentó respirar hondo para impulsarse, pero acabó tragando agua en vez de aire y empezó a ahogarse. Le entró un poco de pánico y se hundió mientras sus brazos y piernas se agitaban salvajemente. En un abrir y cerrar de ojos, uno de los merfolk le había salvado y, mientras tosía, no podía dejar de asombrarse de la rapidez con la que había sucedido.

Fue muy embarazoso, y no le ayudó el hecho de que podía oír a algunos de los otros estudiantes riéndose, aunque apreció las miradas oscuras que Blaise y Draco les enviaban mientras Alrik y Kare avanzaban, casi creando una barrera para Harry mientras Theo le frotaba la espalda. Harry agradeció el apoyo de sus amigos, aunque se dio cuenta de que no serviría de mucho, sobre todo cuando era el único al que habían puesto en el grupo de "principiantes". Pyke, su instructor, fue amable al menos y muy alentador, diciendo que en realidad era bueno que Harry no tuviera tanta experiencia, ya que significaba que cualquier mal hábito era más fácil de romper. Eso hizo que Harry se sintiera un poco mejor por ser el último de la clase, sobre todo cuando vio a algunos de los otros salir corriendo delante, y se preguntó si era así como se sentían algunos de los otros cuando lo veían salir corriendo durante las clases de vuelo.

Harry se esforzó al máximo, escuchando atentamente las instrucciones de Pyke y tratando de asimilarlo todo pero, al final de la lección, seguía teniendo dificultades para llegar a ninguna parte con el crawl delantero. Intentó recordarse a sí mismo que no podía ser bueno en todo, que seguro que había cosas que se le resistían, pero eso no impidió que se sintiera fracasado, ni alivió su preocupación cuando recordó que tenía que ser capaz de nadar cien metros para poder "aprobar" natación y, de momento, apenas podía hacer veinticinco.

-No te martirices demasiado, Harry-, le aseguró Pyke. -No todo el mundo se lleva bien con todas las brazadas y puede que el crol frontal no sea para ti-.

-¿Pero no es lo que la gente suele nadar?- preguntó Harry.

-Si por gente te refieres a los humanos, entonces sí-, sonrió Pyke, aunque Harry seguía sintiéndose un poco mal por el desliz, a pesar de la broma de buen carácter de su instructor. -Los humanos tienden a preferirlo porque es la brazada más rápida que pueden hacer, aunque tiene sus limitaciones, entre ellas que tienes que estar en la superficie del agua para realizarla, y desde luego no es la única brazada que hace la gente-.